El abogado y representante de Cristina Kirchner en la causa por el intento de magnicidio, Marcos Aldazabal, cuestionó con firmeza a los jueces de la Cámara de Casación Penal Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, quienes fallaron a favor de reabrir las causas del Memorándum con Irán y de Hotesur-Los Sauces, donde estuvo imputada la vicepresidenta.
Por AM750, Aldazabal fue sumamente crítico de la manipulación judicial y advirtió que “lo que hicieron, esto de esperar un año a que se dé una situación en la que una jueza, Figueroa, esté apartada por la Corte Suprema, y esperar esa semana para sacar los dos fallos, evidentemente es otra muestra de esta manipulación de la Justicia para objetivos políticos”.
En paralelo, la vicepresidenta apeló la resolución de la Casación en las que ya había sido sobreseída por falta de delito. Apuntó que los fallos cuestionados fueron "arbitrarios", violaron la garantía del juez natural y el derecho del imputado a ser juzgado "en un plazo razonable".
Entre los argumentos de la apelación, tal como señaló Aldazabal, los abogados de CFK, Carlos Alberto Beraldi y Ari Llernovoy, incluyeron el señalamiento de que en la decisión de Casación no participó la jueza Ana María Figueroa.
Para Aldazabal, además, no puede dejar de verse cómo los dos fallos que salen en pleno período electoral. “Nosotros habíamos tenido la resolución favorable a finales de 2021 - explicó el abogado -. Pasaron dos años en la que estuvo la causa en el Tribunal. Aprovecharon la única semana en la que no estaba Figueroa integrando la sala para sacar el fallo”.
Sobre los motivos, señaló que supone que Figueroa “se reincorporará con su nuevo pliego", aunque lamentó que la Cámara "ya logró lo que quería y con una sentencia que es una vergüenza". "Y sacar las dos el mismo día, en plena campaña, muestra el funcionamiento partidario que tiene la Cámara de Casación”, se indignó.
Además, explicó lo insólito de estos fallos: “En ninguna de las causas se llegó a juicio oral. Hay dos etapas, una primera de investigación y la segunda de juicio oral. En este caso tuvieron una instrucción bastante larga y en la etapa de juicio oral, donde era muy evidente que no había delito, se decidió que no tenía sentido hacer el debate”.
“Yo creo que lo que pasa con la jueza Figueroa era que existiera el voto de alguien que dijera las cosas como eran iba a exponer lo que decían los otros dos jueces. Que no esté Figueroa les permite decir cualquier cosa. Si hubiese votado por confirmar los sobreseimientos, hubiese quedado sumamente claro que lo que decían era ridículo”, concluyó el abogado.