Cerca de las 5.30 de hoy, un móvil del Servicio Penitenciario de Jujuy buscó a la dirigente social Milagro Sala en su domicilio del barrio Cuyaya para trasladarla al Aeropuerto Doctor Horacio Guzmán, donde tomó un vuelo de línea. El Ministerio de Salud de Jujuy no ofreció el avión sanitario para el traslado ni tampoco se hizo cargo de los gastos de las intervenciones. Al contrario, pretendía que el viaje de efectivos penitenciarios y su estadía corrieran a cargo de la dirigenta.
El operativo de seguridad contó con una camioneta con 6 efectivos penitenciarios, varios autos de la Brigada, quienes trasladaron a Milagro y al equipo legal y médico que acompaña su viaje a La Plata tras la autorización dada por el juez de Ejecución Penal, Carlos Cattán, el jueves último.
Milagro llevaba puesta la tobillera electrónica al salir de su casa y recién se la sacaron al subir al avión.
"Estoy muy ansiosa, mi objetivo es curarme, pero también, con un poco de temor porque soy consciente que está complicada mi salud”, dijo antes de partir. La dirigenta tiene una complicación renal y arterial. “No me siento bien y también es un poco de miedo a la primera intervención porque es ahí donde van a ver lo que tengo. No se sabe cuántos stents me van a colocar. Después vendrá la segunda intervención en 10 o 15 días, dicho por los médicos. La recuperación no es rápida ni fácil. Les pedí a los médicos que me expliquen bien y me dijeron que la vena cava es la que está comprometida”, dijo.
La defensa de Milagro Sala venía insistiendo, en los últimos meses con mayor insistencia, para que se autorice su traslado para ser atendida por el cuadro de trombosis venosa profunda que le diagnosticaron en junio de 2022.
“Lamento que fiscales y el cuerpo médico del Poder Judicial hayan demorado tanto para autorizar. Me hice muchos estudios y lamento que ellos hayan cambiado los informes, me hacían estudios de la pierna derecha y los hacían pasar como que era la (pierna) izquierda (la realmente afectada)”, detalló Milagro Sala sobre el proceso que tuvo que atravesar solicitando esta autorización.
“La enfermedad que tengo no se la deseo a nadie y lamento que los médicos del MPA (Ministerio Público de la Acusación) hayan dado tanta vuelta y tengan que recibir un mensaje político para poder autorizarme”, sostuvo. En este sentido dijo que entiende que la autorización "no fue del Poder Judicial, sino que fue la autorización de un gobernador y eso molesta. Después de tanto tiempo recién me autorizan cuando se complicó mi salud. Me dejaron tirada”.
“No quiero que me tengan lástima”, agregó en referencia a la pérdida de su hijo Sergio y de su marido Raúl Noro. “No tuvieron ni la mínima consideración porque los padres, madres tenemos en la cabeza que los hijos nos tienen que enterrar y en este caso me tocó enterrar a mi hijo, a mi marido, y se agrava mi enfermedad. Me trataron como cualquier cosa, menos como un ser humano”.
A horas de su internación Milagro dijo: “sé que no va a ser de la noche a la mañana, lleva su proceso, va a costar y voy a poner todo de mi parte, lo voy a hacer por mi hijo, por mi marido. Mi marido ha sido una de las personas que siempre me ha dado fuerza, que nunca dejó que baje los brazos y en honor a ellos no voy a bajar la cabeza y voy a levantar más alto que nunca”.
Se van a cumplir 8 años de la detención de Milagro Sala. “Espero que en algún momento dejen de hostigarme, de armar causas y que la justicia se ponga los pantalones, deje de pertenecer a un color político y que pertenezca al pueblo”, expresó.
“En estos últimos días, me terminaron de armar una causa como a los hermanos de Humahuaca, siguen enviando contravenciones de docentes, dirigentes, sindicalistas y esta no es la justicia que quiere el pueblo. El pueblo quiere justicia real donde realmente la balanza de la justicia se equipare y no que la justicia actúe únicamente para un solo sector político. Ese sector que hoy está entregando el litio, las tierras y los intereses de los jujeños”.
El médico Jorge Rachid, de cabecera de la dirigente, yotros médicos acompañan a Milagro para su atención a La Plata; también la abogada Alejandra Cejas, quien tuvo que afianzar con su matrícula profesional la garantía del traslado.