En medio de los reclamos por la desaparición de Santiago Maldonado, el Ministerio de Seguridad encabezado por Patricia Bullrich desplegó un megaoperativo para detener a un joven de 18 años en la localidad bonaerense de Tapalqué que, confundido, le había enviado una serie de mensajes al celular del candidato a Senador de Cambiemos, Esteban Bullrich, pensando que se trataba del supuesto amante de su novia.
La insólita historia comenzó el viernes 25, cuando Pedro Di Biasi fue detenido por más de 50 efectivos de la Policía Federal, que ingresaron a su domicilio con una orden de allanamiento de Arroyo Salgado. El Ministerio de Seguridad, que había radicado la denuncia contra Di Biasi, emitió un comunicado con palabras elogiosas de parte de la ministra Patricia Bullrich por el “profesionalismo” de las fuerzas federales. Bullrich remarcó la labor de la Superintendencia de Seguridad de Estado y Protección del Sistema Republicano y la División Investigación de Amenazas e Intimidaciones Públicas de la Policía Federal Argentina, que supuestamente habían hecho un seguimiento del joven durante varios días, con entrecruzamiento de llamadas, escuchas y revisión de los perfiles en las redes sociales.
Sin embargo, con el correr de las horas se supo el verdadero resultado del espectacular operativo fue la detención de un joven con un ataque de celos. Di Biasi había encontrado en el teléfono de su novia un número identificado como “Esteban Cambiemos” y creyó que se trataba de un supuesto amante. ¿Cómo tenía su pareja el teléfono del ex ministro de Educación de la Nación? Simple: el propio Bullrich lo ofreció en público en reiteradas ocasiones para recibir y atender demandas, como muestra de su “cercanía” con la gente.
Pedro se encuentra detenido y Arroyo Salgado le negó la excarcelación requerida por la defensa, que quedó a cargo del mediático abogado Miguel Ángel Pierri. Su padre, Matías Di Biasi, contó a Página/12 que hoy estuvo en contacto con el joven luego de que declarara por segunda vez en el juzgado: “Está muy mal y asustado, es un chico de un pueblo de 10 mil personas, no sabe lo que es estar encerrado. Por suerte está bien cuidado, en un lugar que no es peligroso, junto a otros dos chicos”.
“La madre de la novia de mi hijo había agendado el teléfono de Bullrich –continuó Matías- porque habían iniciado un expediente solicitando una vivienda y Bullrich había dado su número en Intratables”. Luego de una pelea, Pedro le revisó el teléfono y copió el número en su celular. “Fue un ataque celos injustificado, pero es increíble. Mi hijo se enteró de quién es Bullrich cuando llegó al juzgado de San Isidro”, subrayó el padre.
“Es una locura lo que pasó. El chico cometió una torpeza, pero no tiene antecedentes, no es militante político, ni siquiera sabe quién es la persona que amenazó y, más allá de la confusión, el delito por amenazas es excarcelable”, dijo Pierri a Página/12. “Me parece bárbaro que el Estado reaccione rápido ante una amenaza, pero quisiera saber qué investigación hicieron porque si lo siguieron durante una semana como dicen, entonces estamos hablando de otra cosa”, añadió. Para el abogado se trata de una decisión “aleccionadora” de la Justicia.
Este medio se comunicó con el juzgado de Arroyo Salgado que se negó a aportar información. Según explicó Pierri, los fundamentos para negar la excarcelación del joven son “procesales”, como por ejemplo, la posibilidad de entorpecer la investigación que ahora está centrada en los artículos confiscados de Di Biasi: su teléfono y una notebook.
“Me dijeron que quieren dejarlo adentro porque se hizo mediático. Es difícil que reconozcan que gastaron la plata que gastaron en un operativo para agarrar un perejil de un pueblo”, insistió Matías. “No entiendo cómo es que dicen que hicieron inteligencia, y no se dieron cuenta de que es un chico de 18 años que ni siquiera milita en política. Pienso que es algo que les sirvió para crear una situación en contra de ellos o un error… no lo entiendo”, agregó.
En paralelo, el operativo desprestigio ya se puso en marcha. Matías Ezequiel Váldez, periodista de Tapalqué, contó a Página/12 que luego de que se conociera el papelón de las fuerzas de seguridad, los representantes de Cambiemos en el distrito comenzaron “con una campaña para desprestigiar a Pedro, vinculándolo con delitos, como para mostrar que no es una buena persona y que se merece lo que le está pasando”.