Boca jugará este jueves ante Palmeiras mucho más que el desquite de la semifinal de la Copa Libertadores. Desde las 21:30 en el estadio Allianz Parque de San Pablo, con la televisación de Telefé, Fox Sports y Star+ y el arbitraje del uruguayo Andrés Matonte, el equipo que dirige Jorge Almirón tendrá acaso la última oportunidad de encaminar un año futbolísticamente malo, lavar la derrota del domingo ante River y llegar a la final de la Copa que más quiere ganar. 

La exigencia es elevada. Palmeiras fue bicampeón en las ediciones de 2020 y 2021 (en las finales derrotó a Santos y Flamengo) y ha construido una localía poderosa. En las últimas tres temporadas, por copas continentales, jugó 23 partidos en esa condición con 16 triunfos, cinco empates y tres derrotas, justo ante equipos argentinos (River en 2020 y Defensa y Justicia en dos ocasiones en 2021). Y la semana pasada, los brasileños lograron el objetivo de salir indemnes de La Bombonera con un empate y el arco invicto.


De todos modos, para los dos el margen de error es ínfimo: sólo el ganador pasará a la gran final que se disputará el sábado 4 de noviembre en el estadio Maracaná de Río de Janeiro contra el ganador del encuentro que disputaban este miércoles por la noche en Porto Alegre, Internacional y Fluminense de Río de Janeiro. Si hubiera un empate por cualquier marcador, los tiros desde el punto penal determinarán quien seguirá y quien se queda.

¿Qué hará Boca?

¿Que hará Boca? ¿Saldrá a buscar la victoria desde el primer pitazo?

¿O planteará un partido largo y sin asumir riesgos cuestión de resolver todo desde los once metros? Algo queda claro: sería un despropósito salir únicamente a defenderse y apostar todo a que otra vez, el arquero Sergio Romero le salve la noche con sus atajadas en los penales. Ante Nacional de Montevideo en octavos y con Racing en cuartos, el arquero resultó determinante: le ejecutaron siete penales y detuvo cuatro. La gran eficacia de los ejecutores -anotaron ocho de nueve- hizo el resto.

En la práctica realizada este miércoles por la mañana en el estadio del Corinthians, Jorge Figal y Marcos Rojo, los zagueros centrales que terminaron golpeados el partido de ida en La Bombonera, se movieron a la par de sus compañeros, por lo que se estima que dada la trascendencia del partido jugarán los dos.

Si llegara a repetirse el equipo, sería la segunda vez que Almirón lo hace desde que asumió en abril pasado. La anterior fue cuando le ganó por 3 a 1 a Racing por la Liga Profesional en La Bombonera y luego mantuvo en Chile en la victoria por 2 a 0 ante Colo-Colo. Antes y después, hizo cambios y ese movimiento constante de entrada y salida de jugadores habría generado alguna molestia en el plantel y entre los miembros del Consejo de Fútbol que preside el vice Juan Román Riquelme.

En Palmeiras asoma el mini crack Endrick

Del otro lado, Palmeiras se prepara para recibir a Boca con la certeza de que el volante Zé Rafael jugará tras haber dejado atrás una molestia muscular, y también está la chance de que el juvenil delantero Endrick (comprado hace un año por Real Madrid en 40 millones de dólares) tenga más minutos. El pibe de 17 años, con 11 goles en 47 partidos en Primera, ingresó en tiempo de descuento en la ida. En ese sentido, en la práctica que Palmeiras efectuó en la Academia de Futebol, un predio cercano al Allianz Parque, Ze Rafaél (reemplazado en la Bombonera a los 86 por Fabinho) estuvo en la formación titular. 

Palmeiras conquistó el Grupo C y en los mano a mano eliminó a Atlético Mineiro y Deportivo Pereira, respectivamente. Por su localía, en la previa aparece con cierto favoritismo. Pero aún llegando a los tumbos, Boca echará el resto para volver a llegar a una final de América.