El investigador del Conicet y profesor de la Universidad Nacional de La Plata Andrés Peluso explicó cuál es la forma correcta de desechar las pilas descartables luego de que se termina su vida útil.

"Lo ideal sería que los extremos de las pilas estén aislados con una cinta aislante. Pero la recomendación es ponerlas en botellas de plástico con arena para que no entren en contacto, la arena funciona como aislante y evitaría un posible cortocircuito", reveló Peluso en AM750

El licenciado en Química, que trabaja en un proyecto de tratamiento de pilas en su laboratorio, explicó que hay distintos tipos de baterías y que las desechables son, generalmente, las que representan una dificultad mayor para el descarte. 

"Si no se abren, están bien contenidos los materiales que tiene adentro. Pero cuando uno las desecha, si las tira a la basura y van a parar a la tierra, con el tiempo las carcasas pueden sufrir corrosión, entonces los materiales que están adentro pueden salir y contaminar el ambiente", detalló Peluso en Aquí, allá y en todas partes

En esa línea, contó que la ciencia va en dirección a buscar reemplazantes de las pilas comunes, que aún son de uso generalizado, porque algunos de sus materiales pueden tardar "más de cien años en degradarse".

Al respecto, Peluso explicó que los materiales mayoritarios en las pilas son dos metales, el manganeso y el zinc, y que "si bien no son los metales más tóxicos, no se pueden tirar libremente al ambiente". 

También detalló que la vida útil de las baterías se termina cuando el dispositivo en el que las utilizamos ya no anda, pero que las baterías desechables tienen una carga residual, y eso es riesgoso a la hora de descartarlas. 

"Eso puede provocar un cortocircuito, aunque no funcionen para hacer andar un control remoto. Ese cortocircuito puede provocar un aumento de temperatura, ese aumento de temperatura una formación de gases y eso puede derivar en una explosión", continuó el investigador del Conicet. 

Por último, dijo que para descartar las pilas se pueden aislar los extremos con cinta aislante y meterlas en una botella de plástico con arena para evitar, de esta forma, el contacto entre unas y otras y prevenir explosiones.