Una nueva reunión de debate sobre la reducción de la jornada laboral en la comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, volvió a mostrar las posturas enfrentadas. De un lado, las centrales sindicales y los legisladores de diferentes bancadas que impulsan la rebaja y, del otro, la resistencia de las cámaras empresarias de avanzar con la discusión. "No es bueno que se pongan cuestiones terminantes de decir, 'esto no se dice, esto no se hace'”, dijo el triunviro de la CGT Héctor Daer frente a la negativa empresaria y sostuvo que “da escozor” que Argentina tenga la jornada laboral más extensa de los países latinoamericanos.
La presidenta de comisión, Vanesa Siley (FdT) abrió la reunión afirmando que los siete proyectos en discusión y el futuro dictamen que surja del debate contemplan la “aplicación progresiva” de la futura medida, “las diferentes realidades laborales” y la “desconexión digital”. También aclaró que hay tres compañías digitales que realizan una prueba piloto y que acordaron las reducciones laborales con distintas modalidades al comprobar su eficacia.
A favor
“A los argentinos nos tiene que agarrar un poquito de escozor la situación en que estamos", afirmó Daer al referirse a las 48 horas mínimas de trabajo semanal en comparación con las 36 o 40 que ya se implementan en otros países. Y agregó: "Hay que establecer claramente una jornada mínima y plazos, para que si se tiene que articular, se haga".
"Este país creció en productividad y los salarios cayeron, entonces, ¿quién se la llevó? En los últimos años ese crecimiento fue exponencial, y por ahí se va a entender lo que estamos buscando", insistió el dirigente cegetista sobre los argumentos que esgrimieron los empresarios y les advirtió: "Seamos claros, esto no se cambia por un 'banco de horas', y en eso queremos ser claros. También hay que desagregar la implementación en convenios colectivos y con un mínimo claro, sin reducción de salarios, que, dicho sea de paso, ya los tenemos por el piso".
Daer, a su vez, salió al cruce de representante de la CAME, que tras oponerse al proyecto se definió como “trabajador-empresario”. “No hay trabajador-empresario. Uno paga y otro cobra por su trabajo. Este es el sistema capitalista”, replicó el triunviro de la CGT. También se refirió al argumento empresario sobre la crítica informalidad laboral: “si contratan en la economía informal no es responsabilidad del trabajador, sino porque circula dinero en la informalidad”, sostuvo.
En el mismo sentido se pronunció el secretario general de Smata, Mario “Paco” Manrique. "Escuché una buena autocrítica del sector empresarial cuando expone que no podemos tratar esta ley porque tenemos trabajadores en negro, la informalidad, el monotributo que está mal utilizado, la precarización del trabajo; si a un trabajador le pagan media jornada y trabaja 6 u 8 horas, lo está haciendo su patrón, su empresario. Si un trabajador es víctima del mal manejo del monotributo, lo está usufructuando el empresario", apuntó el sindicalista mecánico.
Asimismo respaldaron la iniciativa, la Ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, que se explayó sobre “la brecha de género en el mudo laboral”; el ministro de Trabajo bonaerense y dirigente del gremio de curtidores, Walter Correa, describió los múltiples beneficios de la ley para los trabajadores y respaldó la iniciativa en nombre del gobierno de la provincia que reúne el 80 por ciento de la producción industrial del país.
Desde la izquierda, el metrodelegado Claudio Dellecarbonara repasó la lucha de los trabajadores del Subte por la reducción de la jornada laboral de 30 horas y dos francos semanales por su contacto con el asbesto cancerígeno de algunas formaciones. que “se llevó la vida de trabajadores”. “Estamos recuperando algo de lo que ya nos han quitado”, dijo en referencia a los proyectos. Néstor Pitrola exdiputado FIT-PO, advirtió sobre las reducciones laborales que se implementaron en Europa previa a la unificación de la moneda común, que incluyeron flexibilización laboral y sostuvo que la intervención del representante de Techint y la UIA, Julio Cordero, en la reunión anterior “es la idea de la esclavitud salarial”.
El abogado laboralista y miembro del Consejo de la Magistratura, Héctor Recalde, leyó también las declaraciones de Cordero publicadas en PáginaI12 para repudiarlas. Cordero fue desplazado por la UIA luego que este diario revelara que su representante trabajara en los equipos de la candidata presidencial de JxC, Patricia Bullrich.
En contra
Esta vez, la UIA envió a la comisión a otro representante: Juan José Etala, el presidente de su Departamento de Política Social. Etala, un hombre vinculado al expresidente Mauricio Macri –como también reveló PáginaI12-- leyó su intervención para no repetir los exabruptos de Cordero. Aunque recurrió a los mismos argumentos. Sostuvo que “no es el momento adecuado” en “el difícil escenario económico” y que la medida es solo para el sector formal de los trabajadores y que la preocupación debería ser “formalizar el empleo”.
Insistió en que la jornada laboral debe darse “en el diálogo social tripartito (Estado, empresarios y trabajadores)”, en el marco de las 8 horas fijadas por la OIT hace casi un siglo y “no sólo convocando a los empresarios al Congreso”. Etala argumentó que la reducción de la jornada laboral “incrementará el costo empresario con el consiguiente aumento del precio de los productos que producirá más informalidad e inflación”.
Con argumentos casi calcados se pronunciaron los otros representantes empresarios: Juan Pablo Diab (CAME);Daniel Argentino (Unión Industrial de Buenos Aires -UIPBA); Oscar García Diaz (Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires-UIPBA); Marcelo Uribarren (Unión Industrial de Córdoba). A ellos también se plegaron los especialistas Omar Yasín (Profesor Adjunto de Derecho del Trabajo en la UBA) y Ergasto Riva (Licenciado en Administración de la UBA).
Discordia
Tras las exposiciones, intervinieron los diputados de la comisión. Desde el FdT respaldaron la iniciativa, en JxC se encolumnaron con las “preocupaciones” empresarias y la lilita Mónica Frade rompió la concordia en medio de posturas enfrentadas. La diputada de la CC dijo que el debate la dejó “más confundida” y agregó: “se habla de empresarios enriquecidos y sindicalistas inescrupulosos que no pueden explicar su patrimonio”. Daer se retiró tras la intervención de Frade y el mecánico Manrique le recriminó que “hablara de generalidades sin dar nombre y apellido, faltando a su responsabilidad de funcionaria pública de denunciar los hechos que menciona”. El diputado Hugo Yasky también salió al cruce de Frade: “las posturas están más que claras, no sé cómo se puede confundir”, le apuntó.