El acceso registringido al agua en el norte salteño comienza a hacerse sentir en el normal funcionamiento de distintas dependencias. El martes último el Matadero Municipal de Tartagal, ciudad cabecera del departamento San Martín, suspendió la faena e ingreso de animales por la falta de agua. 

Así lo confirmó a Salta/12 el secretario de Producción de ese municipio, Federico Zunino, al indicar que no se puede continuar con las actividades si no hay agua garantizada. Es que para faenar en las condiciones apropiadas precisan por lo menos unos diez mil litros de agua por día de actividad. De esa cantidad, una parte pasa por una caldera y además de usarse para limpiar las carnes, se esterilizan los cuchillos que se utilizan para los cortes de la carne.

Desde ayer la empresa Aguas del Norte decidió utilizar el agua de reserva del embalse El Limón, pero dado que tiene cianobacterias y algas tóxicas, este recurso hídrico que se distribuye sólo puede ser utilizado para uso sanitario.

“Si ingresan los animales ya quedan a cargo del Matadero”, afirmó Zunino para explicar que también se suspendió este ingreso de animales que son llevados para la faena por unos diez usuarios del ente.

El Matadero funciona cuatro días. Tres días son usados para faenar bovinos, y uno está dedicado al faenamiento de porcinos. “De los bovinos, faenamos unos 50 animales por día y de los porcinos, cien”, especificó el funcionario tartagalense. 

El servicio es utilizado por productores que adquieren los bovinos mantenidos en feed lots o en fincas del departamento, para faenarlas y venderlas luego en sus propias carnicerías.

En el caso de los productores porcinos, llevan a faenar su propia producción. “Engordan al animal hasta los 100 kilogramos y faenan capones de cerdo”, explicó Zunino. 

Indicó que pese a la actividad, muchas de las grandes carnicerías del municipio se abastecen de otras provincias, “y nosotros somos como un complemento”. Estimó que lo que sale del Matadero Municipal cubre entre un 20 y un 25 por ciento del consumo en la zona.

La última faena, de 26 animales, se llevó a cabo el martes último. El funcionario explicó que se realizó con el agua que llegó a abastecer al Matadero aunque “con poca presión”. Indicó que esta era la única posibilidad de evitar que el organismo fuera bloqueado por organismos nacionales que exigen los requisitos que se deben cumplir para la faena. La matanza de estos 26 animales se hizo porque “ya estaban adentro”, a cargo del Matadero.

La falta de agua tiene que ver con la baja del caudal del río Caraparí, que alimenta al dique Itiyuro y el sistema de abastecimiento para gran parte de la población del norte salteño. Ya el año pasado, a raíz de la misma situación, el Matadero estuvo cerrado durante unos tres días.