Minúsculos parásitos del tamaño de una pepita de manzana se alojan en los colchones, almohadas, sábanas y otras ropas de cama. Se alimentan de sangre mediante picaduras, especialmente por las noches. No es la premisa de una película de terror, es la plaga de chinches que vive Francia desde hace unos meses.
La primera ministra del país, Élisabeth Borne, ha declarado la plaga que afecta a varias ciudades francesas como "un calvario" para los afectados y anunció la creación de un observatorio dedicado a este fenómeno.
El Ayuntamiento de París está desbordado, estos parásitos se han asentado en camas, ropa, butacas de cine o asientos del transporte público. El diario francés Le Parisien ha dedicado su portada a la "psicosis" que viven los habitantes de la capital, que debe acoger los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en menos de un año.
En medio de esta espiral de parásitos, picaduras y psicosis ha surgido, como suele ocurrir en estos casos, una teoría de la conspiración para explicar este fenómeno.
En los últimos días ha circulado en las redes sociales un hilo del popular foro Reddit, donde un ciudadano anónimo se autoproclama el villano detrás de la plaga.
"Hace unos meses emprendí un nuevo tipo de campaña: yo, que vivo en un alojamiento cercano a una gran plaga de chinches, comencé a llenar paquetes de diez todos los días y a enviarlos por correo, escondidos en cartas. En el momento en que abres el sobre, comienza tu nueva vida de pesadilla. Solo se necesitan unas semanas para que la infestación del objetivo sea irresoluble y en unos meses un vecindario entero se ha vuelto inhabitable", dice el mensaje.
Todo villano necesita una motivación, y es que el autoproclamado responsable de la plaga no quiere sembrar el caos así porque sí. Tiene una motivación detrás.
"Pero, cuál es mi objetivo, te preguntarás. Pues ahí llega la genialidad. Odio a Francia desde el fondo de mis entrañas y odio a la mayoría de gente que vive aquí, así que quiero que este país colapse lo más rápido posible. Calculo que ya he costado más de 1.000 millones de euros al estado desde que empecé. Y eso sólo teniendo en cuenta los costes del tratamiento de las chinches y sin contar los costes ligados a problemas psicológicos, pérdida de motivación, eficiencia, falta de sueño y posibles accidentes laborales que se hayan podido producir gracias a esto", explica otro mensaje.
Según han reportado varios usuarios de las redes sociales, estas capturas que han comenzado a circular corresponden a 2021, cuando esta plaga todavía no se había extendido a los niveles actuales.
Si algo se ha aprendido de la pandemia de la covid es que las grandes catástrofes como pandemias, accidentes o, en este caso, plagas, despiertan la creatividad de las teorías de la conspiración.
Conspiraciones aparte, Francia tiene un gran problema
Dejando de lado las teorías de la conspiración, en París piden que el problema de las chinches sea una cuestión de Estado. "Son un problema de salud pública y tienen que ser declarados como tal. Es necesario que el Estado reúna de manera urgente a los actores implicados para poner en marcha un plan de acción a la altura de ese azote", dijo a EFE el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire.
Mientras tanto, el ministro de Transportes de Francia, Clément Beaune, ha asegurado este miércoles que "no hay casos confirmados" de chinches en el metro y los trenes, a pesar de fotos y testimonios que circulan en las redes, y pidió "no caer en la psicosis".
"No ha habido casos confirmados de chinches en los metros o los trenes, quizá los tengamos los próximos meses o semanas, como en todas las grandes ciudades del mundo", explicó después de reunirse con los principales operadores de transporte del país.
Por otro lado, el problema no solo afecta a París, sino que también otras grandes urbes, como Marsella, donde un instituto de enseñanza media ha cerrado temporalmente por la presencia de chinches, tienen problemas con el parásito.
De acuerdo con el último conteo oficial, que data del mes de junio, el 11% de los hogares franceses estaban afectados por la presencia de chinches de cama.
"Los chinches de cama son una angustia para nuestros ciudadanos, atenazados por la idea de afrontarlos. Son un auténtico calvario para los que lidian con ellos. La infección de una vivienda puede ser un infierno para los que viven allí, además de ser costoso", señaló la primera ministra francesa.
Este parásito, que se reproduce fácilmente, estuvo erradicado a mediados del siglo XX, hasta que a finales de los 90 los chinches regresaron al país. Para Sanidad, los motivos de su vuelta no se conocen completamente, aunque el aumento de viajes y la resistencia a insecticidas son dos de las hipótesis manejadas.