Tres médicos fueron asesinados a tiros y un cuarto resultó herido en un bar de playa en la ciudad brasileña de Río de Janeiro. Se cree que se trató de sicarios.
Según las imágenes de las cámaras de seguridad, un grupo de pistoleros se bajó de un vehículo blanco, fue hasta la mesa donde se encontraban los médicos y efectuó varios disparos contra ellos.
Uno de los fallecidos, Diego Ralf de Souza Bomfim, es el hermano de la diputada federal Sâmia Bomfim, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda).
También fallecieron Marcos de Andrade, director del Instituto de Ortopedia y Traumatología del Hospital de las Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP), y Perseu Ribeiro Almeida, ortopedista y traumatólogo especializado en cirugías en el pie y el tobillo.
Según la prensa local, los médicos estaban en la capital carioca para asistir a un congreso internacional de ortopedia.
El ataque a los médicos
El ataque ocurrió en un puesto de playa situado en una zona acomodada del barrio Barra da Tijuca, en la zona oeste de Río, la ciudad más turística de Brasil, según informaron las autoridades en una nota.
La Policía Civil abrió una investigación y considera que puede tratarse de una ejecución, pues los sospechosos dispararon al menos veinte veces contra las víctimas y enseguida volvieron al vehículo y se marcharon.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, también insinuó, sin ofrecer detalles, la posibilidad de que se trate de un crimen de sesgo político, ante lo cual ordenó a la Policía Federal acompañar de cerca el caso.
"Dada la hipótesis de una relación con la actuación de dos parlamentarios federales, ordené a la Policía Federal seguir las investigaciones sobre la ejecución de los médicos en Río", anunció en sus redes sociales.
En otro movimiento poco habitual, Dino envió al número dos del Ministerio de Justicia, Ricardo Cappelli, a Río para abordar el suceso con la cúpula de la Policía Federal y con el Gobierno regional.
Reacciones políticas
El mundo de la política espresó su condena unánime a este crimen calificado de "bárbaro" y llenado las redes sociales de mensajes de condolencias hacia los disputados Sâmia Bomfim y su pareja Glauber Braga.
El presidente Lula, quien se recupera de una cirugía en la cadera, afirmó que recibió "con gran tristeza e indignación la noticia de la ejecución" de los tres médicos.
Buena parte de los ministros de su Gobierno reaccionaron en la misma línea y pidieron identificar a los responsables de forma célere.
"Este brutal crimen debe ser investigado rigurosamente y los responsables identificados y castigados", señaló la titular de Salud, Nísia Trindade, en la plataforma X (antigua Twitter). La ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, hermana de la fallecida Marielle, también se solidarizó con los dos diputados afectados: "Conozco el dolor de estos familiares".
Por su parte, el presidente del Congreso Nacional, el senador Rodrigo Pacheco, también insistió en la "imperiosa" necesidad de elucidar la motivación de este "terrible caso".
A esta petición se sumó igualmente el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro y quien calificó los asesinatos de "cobardes".