La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reclamó este jueves el secuestro de todos los dispositivos electrónicos que el diputado nacional de Juntos por el Cambio (JxC) Gerardo Milman utilizó antes del intento de magnicidio, ya que el que celular que el legislador entregó voluntariamente a la Justicia en agosto de este año fue comprado con posterioridad al hecho.
"Corresponde secuestrar inmediatamente todos los dispositivos electrónicos en poder del diputado", reclamaron los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira en un escrito de 5 páginas, donde señalaron que "entre esos dispositivos debería haber, al menos, dos celulares que Milman sí tenía activos al momento del atentado y en los meses anteriores y posteriores".
En el escrito, los letrados cuestionaron a la jueza María Eugenia Capuchetti por haber rechazado esa medida con anterioridad ante un pedido de la querella y la fiscalía, "con el argumento de que aún estaba pendiente la resolución del recurso de casación de Milman vinculado con el peritaje de su celular", algo que ese tribunal resolvió este miércoles al desestimar el planteo de la defensa del diputado.
La querella expuso en su escrito que el dispositivo que entregó el diputado a la Justicia en agosto de este año "sólo aparecía como vinculado con la línea de Milman a partir del 18 de noviembre de 2022", una fecha posterior a la del atentado ocurrido el 1 de septiembre de ese año.
"Esta fecha, además, es coincidente con el momento en que Ivana Bohdziewicz situó la maniobra de ocultamiento de información de Milman y su perito", remarcaron los abogados.
"Marcamos, además, que el dispositivo entregado por Milman es de un modelo que salió a la venta con posterioridad al atentado (iPhone 14 Pro Max) y que no puede ser abierto con la tecnología disponible actualmente, sin que se conozca la clave (que Milman no aportó)", sostuvieron.
La pista Milman
La denominada "pista Milman" se inauguró el 23 de septiembre pasado. Esa tarde, un asesor del Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Jorge Abello, se presentó ante la jueza Capuchetti y dijo que había escuchado al legislador opositor referirse al atentado antes de que ocurriera.
"Cuando la maten yo estoy camino a la costa", fue la frase que Abello dijo haberle escuchado decir a Milman en el bar Casablanca el 30 de agosto, oportunidad en la que el legislador se encontraba acompañado de dos asesoras, Ivana Bohdziewicz y Carolina Gómez Mónaco, que ya declararon en el expediente y negaron que esa frase hubiera sido pronunciada.
En mayo de este año la causa tuvo un giro, luego de que Bohdziewicz dijera ante la justicia que había sido convocada por el entorno del legislador a una oficina de Patricia Bullrich para eliminar la información de su teléfono celular, que podría ser de interés para la investigación del intento de magnicidio contra la vicepresidenta.
El 17 de agosto pasado, la Sala I de la Cámara Federal porteña -con los votos de Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi y la disidencia de Mariano Llorens- ordenó el secuestro del teléfono de Milman, algo a lo que se había negado la jueza María Eugenia Capuchetti.
Días después de la intervención de Bruglia y Bertuzzi, la Cámara de Diputados autorizó el secuestro del "celular o los celulares" de Milman y el acceso a la información y comunicaciones que contengan.
Milman, finalmente, entregó en forma voluntaria un iPhone 14 Pro Max --que luego se supo que fue adquirido después del atentado-- a través de su abogado, Manuel Barros, el 22 de agosto. Sin embargo, apeló ante la Cámara Federal de Casación Penal para evitar que su contenido sea analizado.
Este miércoles, la Sala II de esa cámara decidió desestimar ese recurso y autorizar la orden de secuestro, por lo que queda despejado el camino para que comience el análisis de ese aparato.