Desde Mar del Plata
Un celular suena en la terraza de Furia. Javier Milei pausa su alocución, y empieza haciendo un chiste: "¿Hola?, ¿hola?, ¿hola?, ¿hola?". Pero después se desconcentra, se enoja y entonces lo reta: "Digamos, osea, tomá nota con el celular pero sin que te entre un llamado". Unos minutos más tarde, escucha un murmullo atrás de él. De nuevo, impaciente, pausa su discurso: "Tomen, ¿quieren hablar ustedes? Tomen el micrófono". Ya nadie, ninguno de los 75 empresarios que se fueron del Coloquio de IDEA para participar de un almuerzo exclusivo con Milei, se vuelve a reir en los 28 minutos que el candidato a presidente por La Libertad Avanza repite la fórmula de siempre: referirse con adjetivos agresivos al Estado y al Banco Central, "un chorro que te roba con la inflación" y a los "economistas burros", y hablar con tecnicismos de la dolarización.
Milei llegó a la cita unos minutos después de las 13 acompañado de su hermana Karina, la candidata a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires por LLA Carolina Píparo, el candidato a diputado de la Provincia Agustín Romo y la periodista "libre" según consigna en su twitter, Marcela Pagano. Allí lo esperaba el presidente del Banco de Valores, Juan Nápoli, organizador del evento y alrededor de 75 empresarios, treinta menos que los que figuraban en la lista de invitados. Rodeado de una vista panorámica de la ciudad de Mar del Plata, el candidato no respondió preguntas de empresarios ni periodistas, salvo antes de subirse al ascensor cuando explicó que no fue a IDEA porque "no lo tratan bien".
"Le salta la térmica al segundo uno en un ambiente íntimo y tranquilo. Si no puede manejar esto nose qué va a hacer cuando se someta a presiones más fuertes", comentaba un ejecutivo del sector financiero entre langostinos apanados y sanwiches de merluzón después de la reunión. Otro empresario remarcó la escena del teléfono como una cualidad: "Resume su temperamento, es un tipo con convicciones y eso me gusta de él". A favor o en contra, hubo una sensacion común: no dijo nada nuevo. Y otra más: están de acuerdo en el diagnóstico, pero no logran entender el como.
Fideos con tuco
Lo más importante lo dijo en la calle Rawson, antes de entrar al encuentro, cuando se refirió al salto del dólar: “Cuanto más alto esté, es más fácil dolarizar”. Adentro, hizo un recorrido por la historia económica de Argentina, comparando las variables macroeconómicas actuales con momentos críticos como la previa al Rodrigazo y a la hiperinfación de Alfonsín. Todo con tono técnico y críticas al Banco Central, a los economistas y al Estado en general.
"Tenemos cinco alternativas para llevar adelante el proceso de dolarización", dijo mirando fijo hacia adelante con el micrófono en una mano y dos celulares y el estuche de los lentes del otro, "y recientemente empezamos a recibir propuestas de distintos actores económicos del mundo financiero para hacer la dolarización". "Para el que dice, no hay tuco ni hay pasta. Lo que sobra acá es estupidez, ignorancia y mala leche. Por lo tanto, sí se puede hacer", chicaneó parafraseando a Carlos Melconian.
"Lo que sí, de vuelta, es tomar la decisión de sacarle el juguete a los políticos. Somos los únicos que estamos en condiciones de poner de pie a la Argentina e iniciar los cambios y las reformas estructurales que de acá a 35 años nos puedan convertir en una potencia mundial", remató.
El clima general en la terraza de Furia fue de gusto a poco, sin definiciones: "El speech que dio aca no es para este público, no da para un evento así que hables de Leliq, tenés que hablar de lo que viene, y cómo lo querés hacer. Visto así parece impracticable", dijo un banquero. "La visión de Milei la compartimos todos, el tema es el cómo. Preocupa por la gobernabilidad, porque hay que llegar a acuerdos que son difíciles en este momento electoral, y por su personalidad, que es especial", se confesó otro.
Furia de IDEA
El nombre de Javier Milei fue protagonista de pasillos durante las primeras jornadas del evento, por su ausencia y por haber organizado un almuerzo privado con los empresarios y la prensa que estaban en Mar del Plata para cubrir el Coloquio de IDEA, a la misma hora en que Patricia Bullrich disertara en el bloque "La visión de los candidatos a Presidente" del 59 Coloquio de IDEA.
Si bien desde LLA aseguraban que "estaban armando el evento desde hace cuatro meses", desde el entorno festejaban la presencia de "los empresarios más importantes de Argentina", que "no estaban en el Coloquio de IDEA. Estaban escuchando a Javier Milei", como twitteó Agustin Romo. Lo cierto es que los nombres más pesados como Daniel Funes de Rioja (UIA), Martín Cabrales y Marcelo Figueiras (Laboratorios Richmond), llegaron alrededor de las 14.10, cuando el discurso ya estaba terminando, porque se quedaron en el Coloquio escuchando a Bullrich.
Muchos de los empresarios estaban enojados con el "contracoloquio": “Me parece que hubiese podido coordinar con Patricia (Bullrich)”, consideró Cristiano Rattazzi, ex presidente de Fiat Argentina, quien decidió no ir al encuentro convocado por Milei. Si bien el empresario aclaró que está “muy cerca de Milei y muy cerca de Patricia”, indicó que hubiera preferido que el almuerzo no coincidiera con la disertación de Bullrich. En cambio Gabriel Martino, exdirector del HSBC e integrante de los equipos técnicos de Juntos por el Cambio, se fue del coloquio de IDEA justo antes de que comience a hablar Patricia Bullrich para ir a ver a Javier Milei y justificó: "Antes que nada soy empresario".
Milei intercambió saludos con pocos de los ejecutivos apenas terminó su discurso. Le dio la mano a Funes de Rioja, y no se ahorró chicanas para Martino: "Vos sos amigo de Larreta, jugaste para él". Evadiendo al resto y a la prensa, después de una charla con su círculo íntimo se subió al escenario para partir de vuelta a la Ciudad de Buenos Aires, con un próximo foco: el debate presidencial.