La historia de las matemáticas se encuentra en un punto de inflexión. Es que al parecer, el famoso Teorema de Pitágoras, uno de los cimientos de nuestra comprensión matemática del mundo, parece que no era de Pitágoras. Atribuida durante siglos al filósofo griego, la teoría geométrica que hablaba de catetos e hipotenusas, habría sido descubierta por los babilonios 1800 años antes de Cristo.

Al parecer, los babilonios ya conocían y usaban este teorema un milenio antes.(Foto: Wikimedia Commons)

Bruce Ratner, un matemático y doctor en Estadística Matemática y Probabilidad de la Universidad Rutgers, en Estados Unidos se convirtió en el protagonista de esta controversia -tras seguir el estudio de científicos australianos- que considera que Pitágoras no fue el creador de la teoría que ayudaba a encontrar el lado que faltaba en un triángulo rectángulo. 

Al parecer, Ratner encontró una "prueba concreta" de esto en una antigua tabla de arcilla denominada YBC 7289, que data entre el 1800 y 1600 a.C. El hallazgo sacudió los cimientos de la historia de las matemáticas al contener principios del teorema de Pitágoras, con una antigüedad que supera en más de 1.000 años al nacimiento del propio Pitágoras.

La revelación detrás de este descubrimiento radica en la meticulosa traducción realizada por los investigadores desde el sistema sexagesimal utilizado por los antiguos babilonios. Esta traducción permitió determinar que los matemáticos babilonios no solo estaban familiarizados con el teorema en cuestión, sino que también tenían conocimiento de otros conceptos matemáticos avanzados, lo que plantea serias interrogantes sobre la autoría del teorema.

La investigación de Ratner lleva a especular que Pitágoras pudo haber oído hablar del teorema, transmitido de generación en generación, para luego popularizarlo y atribuirse su creación en la historia de las matemáticas. 

Sin embargo, también se baraja la posibilidad de que la razón por la cual el Teorema de Pitágoras se le atribuyó a este famoso matemático griego se deba a la falta de escritos originales de la época y a la transmisión oral del conocimiento dentro de su escuela, el "Semicírculo de Pitágoras". Los miembros de esta escuela solían atribuir los descubrimientos a Pitágoras como muestra de respeto y admiración, lo que podría haber llevado a la errónea atribución del teorema.

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