El Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires despidió a María Eugenia Campodónico, la policía platense que co-protagonizó un video íntimo con un colega de la bonaerense y cuya intimidad fue violada en 2015, cuando esas imágenes fueron dadas a conocer sin su consentimiento. “Estoy destrozada y humillada. Nadie me cuidó ni me ayudó en nada. Hubo compañeros que hacían las recorridas conmigo en el patrullero y minutos antes habían estado viendo ese video en la comisaría”, contó la ex policía, quien también relató a este diario que debió atravesar meses de discriminación, malos tratos y amenazas desde la difusión de ese video, mientras que su ex compañero de la bonaerense, Sergio Gabriel Villalba fue ascendido.
Desde que comenzó a circular aquella grabación, Campodónico fue discriminada por sus propios compañeros, le cambiaron cinco veces su puesto de trabajo, debió iniciar un tratamiento psiquiátrico, estuvo desafectada durante seis meses sin goce de sueldo y finalmente, el 10 de agosto, fue despedida por el Ministerio de Seguridad provincial.
Las imágenes habían sido registradas por Villalba con su propio celular. El ya revistaba en la Bonaerense –donde continúa, pero un cargo más alto que hace dos años–, mientras que Campodónico había egresado hacía poco meses de la Policía local de La Plata.
En diálogo con PáginaI12, la ex policía relató su historia y describió el ambiente machista que vivió en distintas seccionales, y aseguró: “Nadie me cuidó ni me ayudó en nada.
“No te olvides que tengo algo tuyo”. Esa amenaza apareció en el Whatsapp del celular de Campodónico justo antes de cumplir un turno en una comisaría céntrica de La Plata, en agosto de 2015. El emisor del mensaje era Sergio Villalba, por aquel entonces oficial de la Bonaerense. “Con él (Villalba) compartíamos las mismas guardias y empezamos una relación, justo cuando me había mudado con mi hija”, narró Campodónico, quien agregó que “más allá de que era algo privado, lo del video fue una cagada. En ese momento le insistí que lo borre”. El policía, en cambio, no hizo caso y luego de chantajearla durante semanas con esa filmación para que regresara con él (ella no quería porque Villalba está casado con otra mujer), la grabación íntima llegó hasta los compañeros de comisaría de Campodónico. El oficial cumplía con su amenaza.
Lo que siguió después para la mujer policía fue “una verdadera pesadilla”, de acuerdo a su propio testimonio. De un día para otro, Campodónico pasó de supervisar a otros agentes a realizar recorridas en City Bell, en las afueras de la ciudad bonaerense. Y de caminar las calles a trabajar en un control policial en la autopista Buenos Aires-La Plata. Todo sin ninguna notificación. “Me enteraba por rumores, ningún jerárquico me avisaba de los cambios en el trabajo. Una vez, una de las pocas compañeras que realmente me ayudó me dijo: el tema es que nadie quiere trabajar con vos, sos la chica del video”, contó Campodónico.
Cada vez que la filmación llegaba a los celulares de sus pares, el machismo del aparato policial se hacía carne contra la mujer policía. “Se reían de mi o me hacían propuestas indecentes todo el tiempo. A veces caminaba por la calle custodiando, con el uniforme y todo, y desde los patrulleros otros policías me gritaban ´puta´”. La mujer denunció dos veces a Villalba por la difusión del vídeo. La primera fue en 2015, cuando se acercó a la comisaría de la mujer de La Plata –una causa que hasta hoy permanece activa– y al año siguiente fue hasta una fiscalía para acusarlo penalmente. Le tomaron la denuncia, aunque le dijeron que no hay “un delito específico para esa acción”, comentó.
En mayo de 2016, Campodónico fue asignada a otra jurisdicción, Tolosa, para hacer recorridas a pie, pese a ser una de las pocas oficiales con registro vigente para manejar patrulleros. Siete meses después, mientras su hija recibía mensajes anónimos que parecían aludir al video y ya casi sin tener contacto con ningún otro policía platense, el Ministerio de Seguridad bonaerense decidió desafectar a Campodónico –que estaba en tratamiento psicológico– sin goce de haberes.
El área de Asuntos Internos inició un sumario a la policía por “dañar el buen nombre de la fuerza”, explicó a este diario Jerónimo Iraola, abogado de la mujer policía. Para entonces, el video se había viralizado en redes sociales, páginas pornográficas de varios países e incluso fue publicado por un medio de comunicación (Agencia Nova) con el nombre completo de Campodónico, cuya hija menor de edad también era referida.
Mientras tanto, la carrera laboral de Villalba corría con distinta suerte. El hombre que filmó el video íntimo –la mujer policía jamás vio la filmación, pese a los más de 100 links que recibió en su celular de distintas personas– pasó de oficial a subinspector de la Bonaerense en el lapso en el cual Campodónico fue desplazada y la grabación recorrió el mundo. Un vocero del Ministerio de Seguridad provincial informó a PáginaI12 que Villalba “aún permanece en funciones, no fue desplazado de su cargo”, aunque agregó “que está siendo observado por menoscabar el nombre de la fuerza”. La misma fuente no quiso entrar en detalles si efectivamente esta medida se debió por la aparición del video.
“Después de cinco meses, el Ministerio (de Seguridad) me reincorpora pero me manda a hacer tareas no operativas. Me quitan el armamento y el uniforme y quedo en un monitoreo del 911. Yo no tuve ni el más mínimo problema”, relató Campodónico. “Intentaron quebrarla. No sólo la enviaron a hacer tareas administrativas en horarios nocturnos cuando ella indicó que tenía una hija sino que también le obligaron a realizar pericias psicológicas sin justificación. Un trato meramente discriminatorio”, agregó el letrado Iraola.
El 10 de agosto, la gota rebalsó el vaso. Campodónico fue despedida por la cartera que conduce Cristian Ritondo. Si bien la defensa no pudo acceder todavía al sumario interno, la mujer asegura que “van a decir que me dio mal el psicotécnico”. Al despacho del Juzgado de lo Contencioso y Administrativo N° 1 de La Plata llegó la medida cautelar presentada por el abogado de Campodónico para la reincorporación inmediata de la mujer.
La ex policía quedó sin trabajo, sin obra social y sin los cinco sueldos de cuando estuvo desafecta. “Me siento avergonzada de haber estado en un sistema así”, indicó, aunque asegura que necesita el trabajo para mantener a su hija. Mientras tanto, Villalba camina por las calles con su uniforme.
Informe: Jeremías Batagelj.