Luego de equiparar a la comunicad LGBTQ+ con personas con discapacidades, el legislador tucumano Ricardo Bussi salió a alinear su discurso con el de sus líderes Javier Milei y Victoria Villarruel. Afirmó que durante la última dictadura “sí hubo una guerra”, que el gobierno de facto cometió “excesos” y que los desaparecidos “no son 30 mil”.
De esta manera, el hijo del represor Domingo Antonio Bussi ratificó el negacionismo del partido La Libertad Avanza (LLA) y, por si fuera poco, acusó a las organizaciones Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) de haber hecho “desaparecer gente”, es decir todo lo contrario a lo comprobado por la Justicia y escrito en la historia.
“En la Argentina sí hubo una guerra. Tucumán fue el foco de la misma. Hubo montoneros y erpianos trabajando intensamente: 20 mil militantes y combatientes. En las guerras ocurren excesos y desapariciones, por supuesto, y lamentamos todo eso”, afirmó el ex diputado nacional.
Bussi se refirió de soslayo a los crímenes en los que su padre fue protagonista por estar al frente de los operativos represivos más sangrientos de los años ’70. Primero con el Operativo Independencia, desatado en 1975 contra los “focos revolucionarios” en esa provincia. Y segundo cuando comandó los secuestros, torturas, robos y asesinatos al ejercer como gobernador de facto desde 1976.
El legislador de LLA no mencionó esos hechos pero sí se hizo eco negacionista de Milei y Villarruel al negar la cantidad de víctimas: “Dicen que fueron 30 mil, pero fueron 8500 según la Conadep”, mencionó durante una entrevista por Radio Con Vos.
Como sus jefes políticos, aseguró ceñirse a los datos mencionados en el informe “Nunca Más”. Pero omitió aclarar que la propia Conadep aclara que “la cifra de 8.961 desaparecidos es, inevitablemente, una lista abierta”. Es decir que esa cantidad es la mínima, la base, el piso al que llegaron en función de los testimonios que sus integrantes pudieron recoger a lo largo del escaso año de trabajo encomendado por el gobierno de Raúl Alfonsín.
Luego intentó justificar que la represión de Estado y el genocidio comprobado fue producto de una “guerra” porque “en las guerras el exceso es común”. “Una guerra no solo es entre estados”, sostuvo y extrañamente citó como ejemplo “lo que ocurre entre Ucrania y Rusia” que, precisamente, son dos estados.
“Acá hubo una guerra. (Y las organizaciones) cobraban peajes en la ruta; un ‘aporte patriótico’ le decían. Mataron gente, torturaron gente y desaparecieron gente”, añadió sin más.
Achicar el Estado y echar a las travestis: "Estamos jodidos"
Luego de dejar claro su negacionismo, Bussi volvió al tema que ayer lo puso en la palestra, cuando dijo que las personas homosexuales "son seres humanos que merecen todo nuestro respeto, como los rengos, ciegos y sordos".
Lo había dicho eso durante una conferencia en la que se despachó contra el cupo laboral travesti trans, que les garantizan puestos de trabajos.
Esta mañana, el diputado provincial intentó desdecirse. Afirmó que su declaración fue tomada “fuera de contexto” y que lo que en rigor quiso decir es que “por el solo hecho de tener una inclinación sexual determinada, una persona no tenía que entrar al Estado” para tener un puesto de trabajo.
Pero la aclaración fue peor. “Lo que exige la Constitución para que alguien ocupe un cargo es ‘idoneidad’”, con lo cual “por el solo hecho de tener una inclinación sexual determinada no tiene que entrar al Estado”.
Bussi usó el ejemplo para despacharse con otro axioma de los mal llamados “libertarios”: el achicamiento del Estado.
“Necesitamos un Estado pequeño y eficiente. Tucumán tiene un estado elefantiósico. Tenemos que achicar el Estado y para eso lo primero hay que eliminar los cupos, porque si hay una persona transexual y por el solo hecho de ser transexual está en el Estado, estamos jodidos”, sentenció.