La segunda edición del Festival de Arte Sonoro Indígena se realizará el 7 y 8 de octubre en Parque del Conocimiento, Posadas (Misiones), con el fin de "visibilizar, fortalecer y estrechar lazos entre las personas músicas de los pueblos originarios de territorio argentino". Durante dos jornadas, participarán coros, solistas y agrupaciones provenientes de las diversas comunidades que integran el país. “Somos un organismo público que fomenta la actividad musical autogestiva y además promueve la difusión y salvaguarda del Patrimonio Cultural Musical como parte identitaria de nuestro territorio”, resalta la cantora formoseña Charo Bogarín, vicepresidenta del Instituto Nacional de la Música (Inamu). El evento, con entrada libre y gratuita, contará también con talleres de capacitación y feria de artesanías.
“Este festival significa poner la mirada en un género musical vulnerado, invisibilizado y relegado, y darle el lugar y la difusión que se merece”, sigue Bogarín. “Es una enorme satisfacción para mí como mujer cantora de sangre guaraní poder concretar este sueño desde la gestión colectiva y desde el Inamu sostener una escena donde se pone foco a la música ancestral y sus nuevas expresiones, articulando esfuerzos entre el Ministerio de Cultura de la Nación y Cultura de la provincia de Misiones, con el apoyo además de titulares de cultura de las demás provincias nucleados en la Asamblea Federal de la Música”, precisa la artista.
En esta edición, se presentarán la agrupación intercultural guaraní Ha`e Kuera Ñande Kuera, Beatriz Pichi Malen con su canto patagónico en lengua mapudungun; Ema Cuañeri y el Coro Wichi Sacham de Formosa con su canto en qom y wichi; la cantora y charanguista Aldana Bello y los Pacha Runa con su canto en lengua runa simi (quechua); los cuyanos Omta Pachay y Ya Chesye + Takyer con su canto ceremonial en lengua huarpe pynkanta. Además, el canto charrúa estará presente con Seuer Montec y Misión Camila de Villaguay, Entre Ríos; y el canto con caja estará representado por las artistas e investigadoras Miriam García, Andrea Mamondes, Balbina Ramos y la coplera trans Lorena Carpachay. “En dos jornadas mostrarán su arte músicos que cantan en lengua qom, en mapuzungun, en lengua charrúa, huarpe, wichi, quechua, aymara y mbya guaraní”, explica Bogarín.
“Son culturas que retienen revitalizada su lengua madre a través de las canciones. El coro Qom Chelaalapi del Chaco es el único coro instituido desde 1963 en toda la Argentina. El Coro wichi Sacham de Formosa hace canciones en su lengua madre para la enseñanza bilingüe en las escuelas de la provincia. Los Mbya Guaraní de Misiones son modelo en el traspaso a las nuevas generaciones de su cultura y lengua madre. En las aldeas misioneras no hay niño o niña que no sepa cantar en guaraní. Impregnan a las infancias de sus saberes a través de lo lúdico”, puntualiza. “Y lo que uno aprende de niño no se lo olvida jamás. El canto en lengua huarpe se está revitalizando en Cuyo a través de lo ceremonial y aquí se toma la música como acción sagrada más que de entretenimiento. En Entre Ríos músicos huarpes empezaron hace dos décadas a recuperar su lengua madre componiendo canciones nuevas. De la aldea Fortín Mbororé (Misiones) surgen dos jóvenes indígenas haciendo hip hop en mbya guaraní. El canto con caja tiene la primera coplera trans de los valles calchaquíes”.
Por otro lado, en la Biblioteca de las Misiones (Parque del Conocimiento), el sábado a las 17 tendrá lugar el taller "Canto Andino con Caja, su universo sonoro ancestral de la voz y la percusión", a cargo de Miriam García. En tanto, el domingo se realizará el taller "Tejiendo Raíces: Técnica Milenaria de Punto Yica del Pueblo Wichí", facilitado por María del Carmen Toribio. La programación completa se puede consultar en la web del festival. “Entonces, la curaduría del festival se hace con conocimiento de los diferentes territorios musicales y sus exponentes, poniendo foco en los cantos en lenguas originarias, pero también contando dentro del patrimonio musical al canto andino con caja, ya difundido y puesto de relieve, por ejemplo, por Leda Valladares·, fundamenta.
-¿Qué lugar ocupa en la actualidad el arte sonoro indígena en el Patrimonio Musical Nacional de Argentina? ¿Es un sector atendido por la escena musical?
-El arte sonoro indígena es patrimonio musical de cada territorio, pero se lo relega o se lo institucionaliza mucho y se lo sociabiliza y difunde poco. Esa es la intención del festival: sacar fuera de las vitrinas algo que está vivo, que late, que se transforma. Cuando hablamos de patrimonio nos surgen imágenes de museo, de material de estudio de algo que es pasado, anquilosado. Hay que cambiar esa visión con acciones. La escena musical y los festivales folklóricos nacionales en Argentina no programan en sus grillas a músicos indígenas. Más por desconocimiento que por otra cosa. Tampoco en Argentina hay una escena de música del mundo (world music) donde lo étnico se ponga de relieve. Por eso, nuestro Festival de Arte Sonoro Indígena será la punta de flecha que aporte una nueva visión a la escena musical.
-¿Qué sentido adopta este festival con eje en la diversidad en un contexto social, cultural y político atravesado por el avance de una derecha antidemocrática, negacionista y que relativiza el cambio climático?
-La cultura es nuestra mejor trinchera y lugar de resistencia. Transformamos desde la acción, desde lo sutil, desde la metáfora, desde el amor a lo propio. Marcamos una fuerte identidad territorial con el festival. Los contextos políticos y sociales tienen sus vaivenes, pero nunca fueron favorables para las culturas originarias, ni se les prestó atención a sus advertencias sobre el cuidado de la Pachamama. El cambio de cabeza debe venir desde la misma sociedad que reclame en masa estos cambios. El arte tiene la capacidad de transformar conciencias, de empatizar, acortar distancias y hacer que visualicemos una sociedad mejor, más justa y más sana. La música es la herramienta más poderosa de transformación. El festival propone un cambio de cabeza.