Una lección de necesaria y urgente capitalización nos dejó a todos, la apertura de la Copa del Mundo de Natación en Berlín, en donde se ha declarado desierta la categoría Open para transexuales, la que fuera especialmente habilitada por las autoridades de la World Acuatics (ex FINA).
La falta de inscripciones en la prueba mostró a la comunidad deportiva que no había la urgencia que se declamaba desde diversos foros, para tratar el tema de los nadadores transexuales, los que no parecen ser muchos. No se conoce ninguno de cierto nivel competitivo, salvo la hiper promocionada Lia Thomas, ni tampoco estar tan interesados para participar.
Mientras, hay quienes que por ser fuertemente militantes del tema, arguyen que la creación de la categoría Abierta es discriminatoria, otros se han llamado a reflexión y silencio por un tiempo al menos.
Entiendo que una mejor y más sensata batalla se daría en lograr que la natación, y el deporte en general, estuvieran al alcance de los cientos de millones de personas (quizás, miles de millones) que no los pueden ni pudieron practicar en todo el mundo. Sea por estar fuera de sus posibilidades económicas o de su radar cultural, o por la ausencia de infraestructura adecuada en sus países.
Eso sí será un aporte en serio, y no un pequeño alarde político y especulativo.
* Ex Director Nacional de Deportes.