Tras su paso exitoso por el Festival de San Sebastián, en donde recibió el premio al mejor guion y a la mejor interpretación protagónica (por la labor de Marcelo Subiotto en la piel de un atribulado profesor de Filosofía), este jueves se estrenó en las salas argentinas la película Puan, de los directores María Alché y Benjamín Naishtat.
"Puan es, ante todo, una comedia, quizás una comedia dramática. Una película para ir al cine y reírse, para emocionarse y hacerse preguntas", describió este viernes la propia directora, en diálogo con AM750.
Además, destacó la expectativa que la obra genera en el público argentino, impulsada por el reconocimiento internacional de las últimas semanas. "Nos alegra mucho las ganas de ver la película. Es lindo que el cine argentino se pueda ver en las salas y más una película como esta, que es muy linda para ver y reír con otros", remarcó Alché al referirse a su segundo largometraje, tras su debut detrás de las cámaras, en 2017, con La familia sumergida.
Por otra, parte, la también actriz y fotógrafa de 40 años explicó el origen del proyecto, que dirigió a cuatro manos con el realizador de El movimiento (2015) y Rojo (2018): "Yo cursé primero la carrera de Artes y luego me pasé a Filosofía, de la que hice varias materias. Benjamín (Naishtat) tiene un padre que es profesor de la UBA y un poco surgió que Benjamín fue a Puan conmigo porque quería cursar una materia y a través de sus ojos empezamos a ver ese mundo con potencial cinematográfico", reveló en Mediodía 750.
"Él tenía la experiencia de ser un hijo de la institución, así que conocía muy bien el paño. Y empezamos a escribir. Todos esos deseos se conjugaron. El encierro de la pandemia nos dio un tiempo para poder hacerlo y fue ahí cuando escribimos el guion", agregó Alché.
Por último, la directora destacó la importancia de apoyar al cine argentino en las salas y el buen momento que atraviesa la producción nacional a pesar de las dificultades económicas y los recortes.
"Este fin de semana es muy importante porque la cartelera tiene la tiranía de que, si no se llega a la media de espectadores, la cartelera se va cayendo. Creo que el cine está atravesando un momento vibrante, tuvimos a Argentina 1985 compitiendo en los Oscar, películas en festivales de todo el mundo. Creo que es un cine muy diverso, con muchas propuestas, y creo que es algo que tenemos que cuidar y valorar, al igual que la educación pública", finalizó.