Ya sin la adrenalina propia del juego, pero con mucha emoción y la certeza de haber hecho un gran trabajo, habló Sergio "Chiquito" Romero, el arquero de Boca que se volvió a convertir en héroe y fue la figura de su equipo, tanto en los 90 minutos como en la serie de penales, tras de atajar los remates de Raphael Veiga y Gustavo Gómez y ser determinante para dejar al conjunto de Jorge Almirón en la final de la Copa Libertadores que se jugará en el estadio Maracaná el próximo 4 de noviembre ante Fluminense. "Es bueno que me pueda seguir divirtiendo a los 36 años", expresó en el programa radial en donde trabaja su esposa, Eliana Güercio.

"A lo largo de lo que fue mi carrera, la hemos luchado bastante. Sé que a mi esposa no le gusta que lo diga, pero hemos luchado desde hace 15, 16, 17 años con una rodilla bastante molesta. Y esta última operación en Boca, con el doctor (Jorge) Batista, nos cambió la vida a nosotros, a la familia y a todo el mundo, porque pasó a ser una rodilla nueva para mí, sin líquido, dolores, ni molestias", dijo a FM 100 el arquero xeneize.

Y en esa línea, continuó: "Eso me permitió trabajar de la mejor manera y hoy en día poder disfrutar de este presente, la verdad que es espectacular. Estar nuevamente o demostrar nuevamente que uno está entero, que uno está activo, que uno puede. Se han dicho tantas cosas... obviamente que no era para matarme a mí, pero sí a la dirigencia de Boca", sostuvo el guardavalla que el año pasado ya pensaba su retiro en Europa. Hasta que Juan Román Riquelme lo invitó a darse una vuelta por el predio de Ezeiza. Y se refirió a todo lo que se dijo sobre que ya no estaba para atajar en un arco tan grande como el de Boca.

"A mí no me afectan esas cosas. Tengo una cabeza bastante particular, nunca me molestó ninguna crítica. Sé quién dijo cada cosa, eso sí, porque soy una persona que le gusta estar informada, pero no me toca ni me llega. Quizás le afectaba más a mi esposa, pero a mí no. Y como te dije, esa operación de Batista me devolvió una rodilla nueva", afirmó el pilar de los pases de ronda de Boca desde octavos a la final.

Con la emoción contenida, "Chiquito" asumió: "El diario del lunes lo dice solo. No era un arquero retirado, roto; era un arquero que necesitaba tiempo y eso en Boca lo conseguí. Nadie me apuró, me operaron, me dieron mis tiempos, espacios, nos perdimos un descanso con la familia porque en noviembre me quedé trabajando en el club con los kinesiólogos, que me hicieron el aguante y se quedaron conmigo. Arrancamos la pretemporada con el equipo y eso para nosotros era impagable. Y ahora que estamos donde estamos, la verdad que valió la pena ese esfuerzo. Y vamos por más", dijo el arquero que el pueblo boquense ama por este presente brillante. 

Los números hablan por sí solos: de los 23 penales que le ejecutaron en Boca, atajó 12, de los cuales cuatro fueron en tiempo de juego y ocho en definición por penales. De esta manera, con los seis que lleva atajados por Copa Libertadores, superó el récord de Oscar Córdoba y Roberto Abbondanzieri, con cinco cada uno.

Sobre la cita cumbre en el Maracaná, el mítico escenario de aquella amarga derrota argentina ante Alemania en la final de la Copa del Mundo de 2014, aseguró: "No es para mí una revancha. Es una oportunidad de volver a estar en la historia de un club tan grande como éste. La gente tiene que confiar en nosotros".

Palabra de Merentiel

Por su parte, el delantero uruguayo Miguel Merentiel ponderó: "El trabajo de 'Chiquito' fue increíble en todo el partido, nos transmite mucha tranquilidad tenerlo en el arco", apuntó a ESPN, y añadió: "Es un futbolista de elite".

"Sabíamos que era un partido complicado, con un desgaste grande. En el primer tiempo lo controlamos a la perfección, ya en el segundo tiempo se encontraron mejor, pero Romero hizo un gran partido y nos salvó en varias. La idea fue mantenernos ordenados, que no nos entren por el centro y que estén obligados a tirar pelotazos. Lo hicimos de buena manera", analizó el atacante cuyo pase pertenece a Palmeiras y tiene opción de compra de 3 millones de dólares en Boca.

Merentiel fue clave con una maniobra individual y asistencia al gol xeneize. "Tenemos una buena conexión con Edison Cavani, adentro y afuera de la cancha. Me pone contento porque rompió la racha de no poder convertir, es un ejemplo para cada uno de nosotros. Tratamos de aprender de él", dijo, y concluyó: "La final en el Maracaná será el partido más importante de mi vida".

La alegría de Almirón

En tanto, el entrenador Jorge Almirón decidió cargar en sus jugadores el mérito de la clasificación: "Es todo de los muchachos, por el esfuerzo que hicieron para llegar a esta definición. Cuando llegamos a los penales, sabíamos que con el 'monstruo' que tenemos en el arco lo íbamos a ganar. Estamos muy contentos de haber llegado a esta final. Yo viví otra con Lanús y esto es un orgullo y una alegría enorme", señaló Almirón en la conferencia de prensa.

El deseo de Tevez

Hasta el DT de Independiente, Carlos Tevez, se refirió al presente xeneize: "Yo quiero que gane la final Boca, toda mi familia es de Boca y todos saben lo que siento por el club. Veo todos los partidos de Boca. 'Chiquito' Romero es un enorme arquero con gran experiencia y aparece en las difíciles", confesó sin ambages a TyC Sports, pero aclaró: "Obviamente hoy me toca estar en Independiente y lo defenderé a muerte. Yo siempre quiero que gane Boca, salvo que enfrente a Independiente".

No obstante, las declaraciones de Tevez sorprendieron, ya que de ganar la Libertadores Boca alcanzará en el top de máximo campeón a Independiente, que por ahora ostenta el récord de siete trofeos continentales.