Jan Van der Putten y Frits Jelle Barend son dos periodistas neerlandeses que, durante el Mundial de fútbol Argentina 1978, quedaron en la memoria colectiva por sus gestos de valentía y compromiso: el primero, por su histórica entrevista a las Madres de Plaza de Mayo durante una de sus rondas; y el segundo, por su osadía al preguntarle al entonces presidente de facto Jorge Rafael Videla por los desaparecidos.
De visita en nuestro país para participar de una serie de eventos en el marco de los 40 años del retorno de la democracia, Van der Putten y Barend participaron el martes pasado de un encuentro organizado por el Centro Ana Frank Argentina (CAFA) junto a periodistas nacionales e internacionales, en donde ambos contaron sus experiencias y destacaron el valor de las Madres de Plaza de Mayo, a quienes consideran "heroínas".
En diálogo con AM750, este viernes contaron cómo vinieron a Argentina, cómo llegaron a hacer la famosa entrevista a las Madres de Plaza de Mayo y de qué forma Barend logró enfrentar a Videla.
La entrevista a las Madres y Abuelas
"Exacto a las 16 llegaron las Madres, yo me presenté y dije: soy periodista de Holanda y quiero saber su historia. Nos dijeron 'gracias por venir' y nos empezaron a preguntar: '¿Dónde está mi hijo, dónde esta mi marido? Están desaparecidos y nunca supimos más nada'. Nunca olvido esos cinco minutos, fue muy emotivo", recordó Frits Barend, sobre el momento que vivió en junio de 1978, durante el Mundial de fútbol disputado en Argentina bajo la dictadura cívico militar.
Por otra parte, Van der Putten manifestó que su diálogo con las Madres surgió a raíz de la invitación que le hizo un equipo de televisión, porque era el único de los presentes que hablaba español. "Ni siquiera dialogar con ellas era necesario, necesitaban voz porque estaban en cuestiones de vida o muerte", manifestó.
Además, el periodista recordó que visitó nuestro país por primera vez en 1971, proveniente de Santiago de Chile, en donde trabajaba como corresponsal para América Latina. Una situación que cambió luego del golpe de Estado contra Salvador Allende, en septiembre de 1973. Fue en ese momento que decidió radicarse en nuestro país.
Según Van der Putten, los años de la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse (1971--1973) fueron "una clase rápida para introducirme en la problemática argentina del peronismo-antiperonismo".
"Acá había vivido grandes momentos de Argentina, todo el proceso de Cámpora, la matanza de Trelew y tantas otras cosas. He estado en el medio de la masacre de Ezeiza, en el palco. Fue mi primera masacre, varias otras iban a seguir", lamentó el periodista.
Y contó que atravesó todo el proceso de crecimiento del malestar político que devino en la dictadura militar de 1976 y que decidió salir del país durante una cobertura de las elecciones mexicanas en Sinaloa.
"Ahí, en pleno desierto, leí un pequeño periódico en el que contaban que mi amigo, un exsenador uruguayo exiliado, Zelmar Michelini, había sido secuestrado y asesinado. Y ahí pensé: 'si son capaces de esto, ya no hay ninguna protección posible'", reveló Van der Putten.
Tras su vuelta a la Argentina, luego de la cobertura, durmió fuera de su casa y les dijo a sus amigos que también debían exiliarse. "Les dije: 'ustedes también tienen que salir, es demasiado peligroso'", recordó. "Eran periodistas de La Opinión: Conrado Ceretti y Diana Guerrero. Ellos decían: 'peor que ahora es imposible'. Me acompañaron, logré subir al avión y lloré un poco por la manera en la que me iba de este país tan lindo y tan devastado por su propia clase dirigente. Llegué a Holanda y lo primero que leí es que mis dos amigos fueron secuestrados", recordó en Aquí, allá y en todas partes.
La entrevista con Videla
Por otra parte, Frits Barend recreó el cruce que tuvo con el entonces presidente de facto durante la cena de clausura del Mundial '78. El periodista se hizo pasar por un jugador de la Selección neerlandesa, consiguió entrar en el evento de cierre junto al fotógrafo que lo acompañaba y logró la nota con Videla.
"Le dije: 'Felicidades por ganar el Mundial' y le dije que era holandés y mi nombre. Y le dije: 'Quiero saber algo más: ¿dónde está la gente desaparecida?'. '¿Perdón?, me respondió Videla. 'Sí', dije. '¿Dónde está la gente desaparecida?. Y él me dijo: 'Son mentiras'", relató Barend.
Y continuó: "'No son mentiras', le contesté. 'El primer día del Mundial fui a Plaza de Mayo, hablé con mujeres, con Madres. He visto sus ojos, es la verdad'".
El diálogo entre el genocida y el periodista neerlandés duró varios minutos, más de cinco. Luego, explicó Barend, hombres de seguridad lo echaron y le dijeron que Videla no quería hablar más con él: "Vamos que tengo que escribir mi historia", le dijo a su fotógrafo luego de la entrevista.