Seis colombianos que estaban presos en Ecuador imputados por el crimen del candidato presidencial Fernando Villavicencio fueron asesinados en las últimas horas en una cárcel de la ciudad de Guayaquil, en medio de "disturbios" entre bandas narco.
Estos crímenes se produce días antes del balotaje presidencial entre la candidata correísta Luisa González y el derechista Daniel Noboa, el próximo domingo, 15 de octubre.
Por el crimen estaban presas 13 personas, mientras que un joven acusado de disparar al político fue abatido por un guardaespaldas.
Villavicencio, que había sido miembro de la Asamblea Nacional y experiodista, fue muerto a tiros el 9 de agosto, cuando salía de un acto de campaña, en el norte de la capital ecuatoriana. El magnicidio ocurrió a 12 días de las elecciones generales anticipadas.
"Ni complicidad ni encubrimiento", dijo el presidente
El presidente de Ecuador,Guillermo Lasso, quien está en Nueva York por asuntos personales, anunció por la red social X, que "en las próximas horas" regresará a su país "para atender esta emergencia".
"Ni complicidad ni encubrimiento, aquí se conocerá la verdad", añadió el mandatario y llamó a "sesionar, de inmediato, al Gabinete de Seguridad". Lasso tenía previsto ir de Nueva York a Seúl en visita oficial este sábado para impulsar la negociación de un acuerdo comercial.
Por su parte, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad, comunicó: "El Gobierno nacional condena este hecho y ratifica su voluntad política para colaborar con las investigaciones pertinentes a fin de identificar a los responsables intelectuales del crimen del excandidato".
La prisión La Guayas 1 es una de las cinco cárceles de un gran complejo penitenciario ubicado en Guayaquil, que se transformó en centro de operaciones de las bandas narcotraficantes desde donde se disputan el negocio de la droga. Los choques entre los presos dejaron más de 430 fallecidos desde 2021.
Medios locales informaron que el pabellón 7, donde ocurrió la matanza, está controlado por Los Águilas, una de las varias bandas ecuatorianas aliadas con carteles de México, como los de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, y también de Colombia.
Los disturbios en la prisión de Guayaquil se produjeron en medio de un estado de excepción decretado en julio para todas las cárceles del país, ante la violencia entre presos. Y permite al Gobierno movilizar militares hacia los centros carcelarios.
El estado de excepción se decretó después de choques entre reclusos de La Guayas 1, que dejaron 31 muertos y el hallazgo de 29 partes humanas, reportados por la policía.
Campaña teñida de violencia política
Ecuador termina una campaña electoral sacudida por la violencia política y la guerra del narco: además de Villavicencio, otros siete políticos fueron asesinados en el último año, entre ellos un alcalde, dos concejales municipales, un aspirante a diputado y un dirigente local.
El presidenciable Noboa instó al gobierno a investigar la muerte de los reclusos. "¿Cómo pudimos permitir el empoderamiento de la violencia que tiene sumido al país entero en el terror y la incertidumbre?", preguntó en un comunicado.
Su rival, la correísta González, aseguró que existe una "estrategia de terror que intentan imponer a la ciudadanía".
Ecuador había logrado esquivar la violencia de las mafias narco. Pero desde hace unos años, los carteles se imponen con un aumento de la violencia dentro de las cárceles y crímenes que dejan decenas de muertos desmembrados e incinerados.
Los homicidios se han cuadriplicado en las calles del país, entre 2018 y 2022, trepando al récord de 26 por cada 100.000 habitantes.
Esa tasa en el país dolarizado y con 16,9 millones de habitantes, de acuerdo con el censo de 2022, será de hasta 40 este año, según expertos.