El secretario general de la OEA, Luis Almagro, manifestó la preocupación por la detención arbitraria de Milagro Sala y solicitó públicamente que el "pleno apego a los derechos civiles y políticos, la libertad de expresión, así como a las garantías del debido proceso y al no abuso del instituto de la prisión preventiva me convencen de la necesidad de su inmediata liberación”.
Almagro publicó una carta en respuesta a la líder de la Tupac Amaru y diputada del Parlasur, que le llegó mediante el vicepresidente del órgano legislativo regional, Daniel Cagianni, quien visitó a Sala en el penal de mujeres de Alto Comedero el sábado pasado junto a una comitiva de parlamentarios.
El pedido de Almagro es otra advertencia para el gobierno de Mauricio Macri, que hasta el momento decidió no escuchar los pedidos de "inmediata liberación" de dos organismos de la ONU: el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitraria y el Comité contra la Discriminación Racial.
En su carta, el titular de la OEA además de citar expresamente la resolución del Grupo de Trabajo, también destacó compartir "la preocupación expresada por, entre otros, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y reconocidas organizaciones de la sociedad civil a nivel internacional". Y subrayó que "no puede ser desconocido" el cargo de diputada de Parlasur.
En el mismo tono, Almagro se dirigió directamente al gobierno nacional: "Confío en que el Estado argentino, en cumplimiento de los acuerdos interamericanos y universales, sabrá dar pronta cabida a las solicitudes recibidas desde la comunidad internacional"
La solicitud de Almagro es coherente con el reclamo que realizó en agosto al gobierno de Venezuela para que libere al dirigente político de derecha Leopoldo López. No ocurre lo mismo con el presidente Mauricio Macri, quien reclamó el respeto de los derechos humanos en Venezuela a pocos días de asumir como jefe de Estado y durante la cumbre del Mercosur celebrada en Paraguay, pero aún desiste de establecer las medidas necesarias para liberar a la líder de la Tupac Amaru.
“En un Estado de Derecho, el imperio de la ley alcanza a todas y cada una de las personas más allá del lugar que ocupen en la sociedad, independientemente de que se tenga o no un cargo político. En un Estado de Derecho, nadie está por encima de la ley”, advirtió Almagro.