"Ordené un asedio total sobre la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni gas, todo está cerrado. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia". Con estas duras palabras, Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, anunció este lunes el bloqueo total de Gaza. La Franja quedará sin suministro de electricidad, alimentos y combustible, en medio de una guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás.
La organización Human Rights Watch denunció este lunes que Israel y Hamás "incumplen sus obligaciones legales", pero fue más contundente al calificar las políticas de Israel contra la población de Gaza como "un castigo colectivo ilegal, que es un crimen de guerra".
Las declaraciones del ministro de Defensa israelí suponen una vulneración de los artículos 55 y 56 del convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra. El artículo 55 de dicho convenio es claro en lo que respecta al abastecimiento de la población civil: "En toda la medida de sus recursos, la potencia ocupante tiene el deber de abastecer a la población en víveres y productos médicos; deberá, especialmente, importar víveres, medicamentos y cualquier otro artículo necesario cuando sean insuficientes los recursos del territorio ocupado".
El artículo 56, relativo a la higiene y la sanidad pública, también señala lo siguiente: "La potencia ocupante tiene el deber de asegurar y mantener, con la colaboración de las autoridades nacionales y locales, los establecimientos y los servicios médicos y hospitalarios".
Nada de eso se está cumpliendo en Gaza, un territorio que desde 2007 sufre de manera continua un bloqueo por aire, tierra y mar por parte de Israel. Aquel año Hamás tomó el control de Gaza después de haber ganado las elecciones parlamentarias de 2006. Con 2,3 millones de habitantes, Gaza se ha convertido en una verdadera cárcel al aire libre. Las condiciones materiales son extremas; sirva como ejemplo que la Franja cuenta con una sola central eléctrica que necesita combustible para funcionar y abastecer a hospitales, viviendas y refugios.
Además, el anuncio de Gallant se produce después de que Israel haya bombardeado más de 500 objetivos de las milicias palestinas en Gaza en las últimas horas. Por otro lado, los combates se siguen produciendo en al menos siete puntos de las ciudades del sur de Israel, donde aún permanecen milicianos de Hamás.
Israel se declaró el sábado en estado de guerra, después de que Hamás lanzara un ataque múltiple sin precedentes con el lanzamiento de miles de cohetes e incursiones terrestres de milicianos en suelo israelí, donde los milicianos de Hamás también secuestraron a decenas de israelíes.
En dos días de guerra, los muertos en Israel superan los 700 y más de 2.200 heridos, mientras que la Franja de Gaza registra al menos 493 muertos, entre ellos 91 niños, y 2.751 heridos, entre ellos 244 menores.