La Asamblea Federal del Parlamento Suizo pretende excluir a la Argentina del mecanismo automático de intercambio de información financiera. La iniciativa es impulsada por el partido de derecha nacionalista Unión Democrática del Centro (UDC), una de las principales fuerzas legislativas suizas y uno de los miembros de la coalición que gobierna el país europeo. Desde la guarida fiscal más importante del mundo esgrimen que compartir datos bancarios con “estados corruptos tendría graves consecuencias para los extranjeros que resguardan su fortuna en Suiza”. El proyecto que pretende mantener intacta la preeminencia del sistema financiero helvético no sólo dejaría afuera a la Argentina. El listado propuesto para proteger a la banca suiza incluye a Brasil, China, India, Indonesia, Colombia, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica y Emiratos Arabes Unidos.
Un primer intento de la UDC para suspender el intercambio de información comprometido por Suiza fracasó hace dos semanas. Pero sus legisladores volverán a la carga el próximo 11 de septiembre cuando se discutan “los criterios sobre los que se basará la revisión del país antes de decidir transmitirle los datos” y “cómo fortalecer el papel de las comisiones parlamentarias a cargo de decidir si se envía o no la información al extranjero”. La AFIP considera que el intento será infructuoso y sus directivos esperan que el mecanismo esté funcionando a partir del año próximo.
Los destinos predilectos por los argentinos para ocultar sus patrimonios son Estados Unidos, Suiza y Uruguay. Durante el blanqueo de capitales finalizado en marzo los fugadores locales que participaron declararon tener en esas guarida europea inversiones financieras por 14.300 millones de dólares equivalentes al 26 por ciento del total regularizado de esos activos. En materia de cuentas bancarias el blanqueo arrojó que en el sistema suizo se alojan, por lo menos, 8300 millones de dólares que representaron el 32 por ciento de todas las colocaciones exteriorizadas alrededor del mundo. Pero la evidencia no se agota ahí. Las 4040 cuentas no declaradas con 3500 millones de dólares abiertas por contribuyentes argentinos en el HSBC de Ginebra ofrecen otra muestra para los abusos canalizados a través de esa plaza financiera offshore. Aquellos datos fueron expuestos a finales de 2014 en la megafiltración de información canalizada por el ex empleado del banco Hervé Falciani. El estallido de la crisis internacional, las megafiltraciones de información y los sistemáticos abusos fiscales canalizados a través de la banca suiza crearon las condiciones para poner en marcha los mecanismos automáticos de intercambio de información financiera. Los esquemas desarrollados no son una panacea pero representan un avance frente al escenario vigente.
El objetivo del proyecto de la UDC declarado es conservar “un centro financiero competitivo, innovador e independiente”, un eufemismo para sostener la preeminencia del sistema financiero helvético. Para eso cuestionan a países como Argentina y Brasil por corruptos y poco transparentes.
“El tema no es exclusivo con Argentina. Es un pequeño grupo de parlamentarios suizos que se oponen al programa de intercambio de información financiera con distintos países. Consideran que abrir el intercambio de información afectaría económicamente a Suiza. Defienden el secreto financiero. No va a haber problemas ya que se trata de un grupo muy pequeño”, consideraron desde la AFIP al minimizar el alcance de la UDC. El xenófobo partido político suizo tiene en la actualidad 68 de los 200 parlamentarios del Consejo Nacional. Es la principal fuerza individual pero, al menos en los temas financieros, no logra construir una mayoría. Cuando dos semanas atrás se discutió el bloqueo general al intercambio automático de información financiera en la Comisión de Economía, la UDC no consiguió los votos necesarios. El próximo intento será en dos semanas cuando vuelvan a reunirse en Berna.