Alturas jujeñas

El local es pequeño y está ubicado sobre San Juan casi llegando a Catamarca. Allí, en voz baja, un cartel venido desde otras épocas reza: “Empanadas, locro, tamales, humita chala. El jujeño”. Ante esta presentación, no queda más remedio que entrar y dejarse llevar.

En El Rincón Jujeño se respira la atmósfera del norte del país, donde el tiempo se ralentiza, donde la ruta hilvana pueblos, donde los cactus son protagonistas del paisaje. Acá no hay lujos; apenas una mesa ratona de madera con dos sillitas para esperar el pedido, paredes de ladrillo desnudo, un mostrador con heladera donde se exhiben tartas de diversos gustos, pasteles de papa, algún pastel de maíz, flan. En otras heladeras están las bebidas, incluyendo la cerveza Salta en lata. Un cuadro representa los coloridos cerros de la Quebrada de Humahuaca y tan sólo faltaría oír a Tomás Lipán tocando algo de su repertorio folclórico.

La especialidad de la casa, no podía ser de otra manera, son las empanadas jujeñas, que llegan en varios sabores; las de carne suave y picante son las más pedidas, seguidas por las de pollo, y luego las de queso y cebolla y las de humita ($550). Hay sabores más modernos, pero acá lo mejor es ir por la tradición. Si bien prefieren no contar la receta, sí puede decirse que son empanadas jugosas y de relleno generoso.

Rincón Jujeño tiene por detrás ya más de una generación de propietarios: su dueño original falleció hace poco y hoy está al mando de su hija Gabriela, quien trabaja todos los días para que el sabor siga siendo el mismo de siempre.

Lejos de modernidades y aplicaciones, el modo de pedir en esta casa remite a la vieja escuela: se puede llamar por teléfono de línea o bien pasar por el local y esperar a que preparen el pedido en el momento. Acá no usan deliveries terciarizados, tampoco tienen página web o siquiera un usuario de Instagram: las redes sociales sólo lograrían acelerar el ritmo que es parte de la esencia de este lugar y de su comida.

El Rincón Jujeño queda en San Juan 2827. Horario de atención: lunes a sábados de 12 a 15:30 y de 19:30 a 23; domingos de 19:30 a 23. Teléfono: 11(4308-3665).

De tierra colorada

En la avenida Independencia, tan cerca y a la vez tan lejos del espíritu turístico que impregna a San Telmo, está El Gauchito, un verdadero tesoro escondido, un pequeñísimo y antiguo local plagado de recuerdos y amuletos: ahí está el Gauchito Gil, más allá los cuadros, las vírgenes, las cacerolas, los canastos, las lámparas, las cabezas de ajo… todo es parte de la decoración eterna del lugar.

Detrás del mostrador aparece Roberto Nicolás Ormeño, Beto para sus conocidos, dueño y cocinero de la casa. A los 21 años Beto se vino a Buenos Aires desde La Aguadita, su paraje natal en La Rioja, y de ahí trajo una valija y una receta: la de las empanadas de carne cortada a cuchillo que preparaba una señora para que los mineros, como el padre de Beto, comieran cuando volvían de trabajar. En esos años él la ayudaba a prepararlas, amasando sobre las piedras riojanas, y así aprendió la receta. Trabajó varios años en gastronomía como bachero y mozo e incluso vendió empanadas por la calle, hasta que en el año 2000 pudo abrir su propio local: de nombre le puso El Gauchito, en homenaje al santo pagano.

Las empanadas fueron ganando fama en el barrio y hoy es una de las mejores paradas para turistas y locales que visitan San Telmo. Las de carne ($900) están hechas con roast beef, cebolla, huevo, papa, verdeo, pimentón y comino: son jugosas y deliciosas. Hay también de pollo, queso y cebolla, caprese, roquefort, verdura, humita, y jamón y queso. Todas pueden ser fritas (las originales) o al horno, y se sirven con salsita picante a su lado.

Además sirven un gran sándwich de milanesa para compartir ($3500) que viene en pan de campo con queso, jamón, lechuga, tomate, huevo, lechuga y papas fritas; y se suma el locro ($3500), que se rumorea es de los mejores de la ciudad.

La mayoría de los clientes piden para llevar, pero si hay disponibilidad, vale la pena sentarse en la única mesa del salón o en la barra de adentro. Un viaje a través del paladar.

El Gauchito queda en Independencia 414. Horario de atención: martes a lunes de 11 a 16 y de 19 a 24. Teléfono: (11) 2467-1312.

Con corazón salteño

A dos cuadras de la plaza Benito Nazar, en el barrio de Villa Crespo, hay una esquina que siempre tiene varias de sus mesas ocupadas. Los vecinos y trabajadores del barrio lo eligen por sus sabores, variedad, buenos precios y atención. Se trata de Molino Norteño, local que abrió hace seis años apostando a sandwiches y minutas, y que luego se hizo cargo de su identidad sumando platos regionales. El responsable es Gustavo, dueño de la casa, nacido en Molinos, Salta. Fue él quien comenzó a incorporar a la carta humitas y tamales ($1400), guisos de lentejas los martes, de mondongo los jueves ($2600), locro los fines de semana ($3400). Entre todo eso, no podían faltar las empanadas: las hay de pollo y de carne ($400 cada una). Si se comen en el lugar, las sirven con yasgua, típica salsa de tomate y ají obligatoria en la provincia salteña.

2023 fue un año importante para Molino Norteño: no sólo se lo ve más asentado, sino que además sumó el local de al lado donde hoy preparan pizzas y empanadas aprovechando un gran horno pizzero (bajo el nombre de Molino Porteño). Este crecimiento le permitió agregar sabores de empanadas, como las de roquefort, caprese o verdura. Y un dato importante: más allá de su ADN, no son empanadas chicas, como marca la tradición salteña, sino que son grandes y con mucho relleno, a tono con el paladar de la ciudad. Salen al horno o fritas, a pedido.

Hoy Molino Norteño se muestra como un bar y restaurante apto para todo público, donde lo regional convive con platos como revuelto gramajo ($2500), suprema Maryland ($2900), costillas a la riojana con papas españolas ($3100), lomo al champignon ($4200), ravioles de verdura al fileto ($2500). Las pizzas van de los $3000 a los $4600, con todos los sabores conocidos. Y de postre, ahí está el turrón salteño y el quesillo con dulce de cayote ($1800).

Una esquina cálida, con aires hogareños, para quedarse en una de sus mesas compartiendo una cerveza Salta de litro ($1800).

Molino Norteño queda en Cnel. Apolinario Figueroa 101. WhatsApp: (11) 5384-3953. Horario de atención: martes a domingos de 12 a 24. Instagram: @molino_norteno.