A propósito de las próximas elecciones nacionales, el grupo de Curas en la Opción por las y los Pobres (COPP) dio a conocer un mensaje en el que denuncian el “clima de violencia” -al que califican de “alarmante”-, las “negaciones de lo evidente” y, al mismo tiempo, hacen una “invitación a la sensatez”, a “la verdad y la justicia”, reclamando “una democracia con justicia social, con más y mejor empleo digno, con una patria independiente, con un poder judicial sencillamente justo, con más y mejor educación y salud para todas y todos”. Porque, dicen los sacerdotes católicos que trabajan en medios populares, “de vida se trata; de ser fieles a Jesús se trata”.
A modo de reflexión sobre el acto electoral, los COPP señalan que “todos sabemos que la realidad siempre es diferente de los idealismos que nos guían y nos movilizan” porque “nunca las cosas son como quisiéramos o como soñamos, y, con frecuencia debemos mirar lo mejor posible, o hasta ‘lo menos malo’ ”.
Subrayando la importancia del “clima de respeto y serenidad” que debería primar en tiempo electoral, los curas advierten que “nunca hemos vivido el ambiente preelectoral en clima de violencia, odios y mentiras tan preocupante”.
Al hacer una descripción del momento que atraviesa la sociedad los sacerdotes advierten que “quizás desde el nunca investigado atentado contra la vicepresidenta, el clima de violencia debiera ser alarmante”. Porque, dicen, “los insultos al que piensa diferente, los agravios a otras personas (entre quienes se incluye al mismo Papa Francisco, algo nunca corregido y siempre actual), las negaciones de lo evidente, nos deberían invitar a la sensatez; a la verdad y la justicia”, al “diálogo y la paz”.
En una enumeración de las “negaciones” que los alarman, los curas afirman que “negar el cambio climático sólo pone en riesgo, quizás irreversible, nuestro presente y nuestro planeta; negar la discriminación laboral y salarial de las mujeres, en nombre de un falso empirismo, pone los cimientos de un crecimiento aún mayor del patriarcado y de la injusticia”. Entienden también que “negar el Terrorismo de Estado, afirmar que hubo una guerra y negar los 30.000 sumerge a la Patria en un Alzheimer, mentira e injusticia que debería ser motivo de escándalo” y “proponer mano dura y armas libres, como dos candidatos lo afirman, lleva a una ley del más fuerte donde los pobres, ¡siempre los pobres!, seguirán siendo las víctimas del gatillo fácil, de los mejor armados o de los poderosos de siempre”.
Agregan los COPP que también resulta alarmante “negar la importancia de tener nuestra propia moneda (ni “dolarización” ni “bimonetarismo”) – o atacarla con una corrida cambiaria – para mantener nuestra propia independencia económica” o “negar la importancia de los BRICS a los que Argentina puede incorporarse el próximo año nos retrotrae a los tiempos de las ‘relaciones carnales’ y sometidos a la geopolítica de los EEUU y del Estado de Israel”.
Frente a esta realidad, los curas reafirman la importancia de “un estado presente” que es imprescindible porque “los que queremos ‘echar la suerte con los pobres de la tierra’ sabemos que la vida y la muerte, la esclavitud o la libertad verdadera” dependen de esa presencia que debe ser “con justicia social, con salud y educación pública, libre y gratuita”.
Sostienen también los COPP que “el individualismo, que es absolutamente opuesto al Evangelio de Jesús, no debería tener cabida en nuestra historia y en nuestro presente”. Señalan además que “los que buscan que todo estalle para imponer por resignación o sometimiento sus planes de ajuste y muerte deberían ser desenmascarados” y que quienes “siguen negando los derechos de las comunidades indígenas, de Jujuy a la Patagonia, los derechos de tener sindicatos y justicia laboral, los que aplauden a los que matan por la espalda o con motosierras no deberían figurar en nuestros horizontes”.