Las imágenes los muestran dueños del escenario que pisan, y del disco resultante. El registro en vivo que Malditos Perros Secuaces hiciera en el Niceto Club de Buenos Aires (Vivo en Niceto, 2023) da muestras de la amplitud rítmica y genérica -rap, rock duro, soul, alternativo- del trío que integran Dante Saborido (voz, teclado y beatbox), Axel Martínez (bajo, voz y pistas) y Bruno Razionale (batería y pad). Malditos Perros Secuaces se presenta mañana a las 21 en La Usina (Jujuy 2844) con la presencia invitada de Lucky Rivers. “Es la primera vez que viajamos con nuestra música a Rosario, así que es como un sueño ir a tocar a otra ciudad, es hermoso”, comenta Saborido a Rosario/12.

“Decidimos hacer nuestro primer material en vivo porque tocamos mucho en vivo, nos gusta, y sentimos que allí pasaban cosas que necesitábamos plasmar para que quedaran para siempre y no fueran solo ese momento de éxtasis y euforia”, continúa el músico.

-Destaca la variedad de géneros, imagino que tendrá que ver con las influencias de cada uno.

-Si bien nosotros compartimos un montón de cosas, venimos de diferentes palos. Al batero le gusta más el jazz fusión, el bajista es fanático del punk, y a mí me gustan más Elton John y Aspen, la radio de los clásicos (risas). Entre los tres, de repente se arma una cosa hermosa, donde cada canción es una experiencia y vamos jugando a ver qué sale. No nos gusta casarnos con ningún género, nos gusta profundizar en cada uno pero no quedarnos atados a ningún lado.

-¿Cómo es el proceso de trabajo a la hora de componer y de los arreglos?

-Fue variando de tema a tema. Así como cada tema es una experiencia para cada oyente también lo es para nosotros. A veces salen directamente en la sala, fruto de improvisaciones, en donde pasa algo y nos decimos “es esto”; y otras veces las canciones vienen un poquito más armadas, ya sea de parte mía o de Ale, el bajista. Pero siempre le damos después esa vuelta de tuerca, cuando estamos en la sala y se transforma todo a partir de estar tocando.

-¿Van camino a un nuevo disco, pero en estudio?

-En este momento estamos en un proceso de composición, sumando y viendo qué cosas van a ser parte de nuestro primer material de estudio; estamos con muchísimas ganas de hacerlo y ya tenemos bastante experiencia por afuera de la banda.

-¿Será con temas nuevos?

-Está también la posibilidad de que entren algunos de los temas que estamos tocando, porque sentimos que hay que hacerle honor a algunos de ellos, para que tengan su versión en estudio. En este sentido, lo que hemos hecho siempre es armar las canciones para el vivo, porque todavía no tuvimos tiempo de meternos en el estudio, ya sabemos cómo tocarlas pero nos damos cuenta de que hay cosas que en el estudio nos gustaría meter. Va a ser algo muy diferente a la producción del vivo, donde se trata de tocar de una manera determinada, y luego realizar la mezcla y la masterización, pero siempre sobre lo que fue.

-¿Cómo surge Malditos Perros Secuaces, cómo se conocieron?

-Nos conocemos desde la secundaria, y si bien tenemos algunos palos diferentes, los tres compartimos un montón de experiencias, cotidianeidades, risas y frustraciones. Creo que la confianza, el amor y la química que tenemos a la hora de tocar y crear juntos, hace que podamos decirnos cuándo parar la moto o darnos manija. Es muy importante para la música que hacemos el amor y la confianza que nos tenemos.

La presentación de esta noche será con Lucky Rivers, “un tremendo artista, con un disco que está buenísimo; estamos muy felices de compartir la noche con él y su banda”, comenta Saborido, cuyo apellido resonará en la lectura de más de uno. Sí, es hijo de Pedro. Y hay una anécdota fundacional sobre el grupo: “Con la banda hace un año y medio que tocamos, pero venimos haciendo música desde hace 10 años en distintos proyectos, y eso es importante. La primera banda que tuvimos fue La Gorda y sus Secuaces, fue en la secundaria y es gracioso, porque el que armó la banda -la Gorda, un amigo al que le decíamos así-, organizó también un grupo de Facebook, otro de WhatsApp, pintó las parades del colegio, y después no apareció por ningún ensayo (risas). Pero nos dio la oportunidad de juntarnos, y eso es lo más importante. Le estamos eternamente agradecidos”.