Con la misma impunidad para preguntar, por ejemplo, si los dinosaurios seguían vivos, Susana Giménez marcó la única condición para retornar de su autoexilio en su mansión de Punta del Este: que el peronismo pierda las elecciones.
Sus dichos tuvieron lugar durante una entrevista que brindó desde el país vecino, con motivo de la presentación de una nueva temporada de la comedia francesa "Piel de Judas", que comenzará el próximo 22 de diciembre en el teatro Enjoy de Punta del Este, y con la cual anunció su "despedida de los escenarios".
Consultada respecto a si planea volver a vivir en Buenos Aires, la diva de los teléfonos respondió de manera contudente que sí, aunque luego aclaró que su decisión depende de que "se vayan los K (en referencia al Kirchnerismo)". "Ahí sí me mudo", afirmó.
Asimismo, aseguró que si no se produce un cambio de Gobierno, continuará con la dinámica de venir de visita al país. "Voy y vengo. Yo vuelvo a Argentina porque es mi país", sostuvo.
Luego, ante la repregunta del periodista por las críticas que recibe al criticar a su país natal que le dio la fama y el reconocimiento, Giménez respondió: "Argentina me dio todo y me lo sigue dando, yo no le estoy dando un cachetazo a Argentina, es mi país y lo amo".
Y dejó en claro que su problema con "los K" es su programa impositivo : "Yo sé que la gente me ama y me escucha, y yo los adoro. Pero no estoy de acuerdo con cierta política, no estoy de acuerdo con que me saquen casi el 70 por ciento de lo que gano", agregó, con una extraña consideración de los impuestos fiscales.
Finalmente, por si no quedara clara su inclinación o preferencia por el tipo de Gobierno, en una entrevista previa, la conductora contó que volverá a Argentina para emitir su voto en las elecciones generales del próximo 22 de octubre, y llamó abiertamente a votar a Patricia Bullrich. "Patricia para todo el mundo", exclamó Susana.
Es preciso recordar que en 2022, la AFIP denunció por evasión fiscal a la actriz y conductora, quien se negó a presentar la declaración jurada de Bienes Personales del 2019, porque consideró confiscatoria la reforma del Congreso sancionada ese año.
Según detalló el organismo, Giménez tenía una deuda 50 millones de pesos, un monto que por las multas e intereses ascendería a los 300 millones de pesos. La conductora rechazó el monto exigido y sostuvo que no hizo “ninguna declaración engañosa ni ocultación maliciosa, ni mucho menos defraudó al Fisco”.