Si bien el 70% de las niñas crecen en países con la mayor desigualdad de género, la situación podría reducirse al 24% hacia 2030, alienta el estudio "Superar la desigualdad de género para un desarrollo resiliente al clima", publicado en la revista Nature, donde abordan la estrecha relación entre las desigualdades de género y la exposición a los peligros del cambio climático. Las mejoras rápidas, subrayan, serían posibles bajo un compromiso de desarrollo sostenible. “La superación en gran medida de la desigualdad de género según lo evaluado en el Indice de Desigualdad de Género (GII, sus siglas en inglés) estaría al alcance para mediados de siglo”, estima el informe realizado en diferentes países del mundo y en las rutas socieconómicas compartidas.
Confirma sin más vueltas la marginalidad de las mujeres respecto de las intersecciones de género, dinámicas de poder, estructuras socioeconómicas y expectativas sociales. El grado de vulnerabilidad quedó determinado, además, en la medición de estadísticas de salud, sobre tasas de mortalidad materna y tasas de natalidad adolescente; de empoderamiento educativo y político, de acuerdo con la proporción de hombres y mujeres en escaños parlamentarios y educación secundaria, y de la participación en el mercado laboral, si bien los autores reconocieron que “no son suficientes para caracterizar la desigualdad de género en todas las dimensiones que contribuyen a ella".
En este escenario, los países con altos registros de desigualdad de género tienen los niveles más bajos de acción climática, y las mujeres y diversidades son más vulnerables a los impactos negativos del cambio climático por las estructuras socioambientales: lograr que estos colectivos accedan a mejor atención médica, educación y representación en el gobierno “podría ayudar a las sociedades a adaptarse más rápida y fácilmente a los impactos de un clima cambiante”. Tales variaciones en la vulnerabilidad y exposición dentro de las sociedades, "determinan los riesgos diferenciales de los impactos del cambio climático”, concluyen. “Junto con sus determinantes biofísicos, la vulnerabilidad y la exposición son productos del desarrollo socioeconómico distribuido de manera desigual y la desigualdad multidimensional."