“Nunca más. El terrorismo debe ser condenado y eliminado. Hoy por la paz y libertad del Estado de Israel y el Judaísmo, para el futuro, por la paz del mundo entero...”, desea la catamarqueña Natalia Narbona (44) desde Israel, lugar donde vive con sus tres hijos y su marido desde hace tres años.
A Catamaraca12, le cuenta que actualmente vive en una comunidad cerca de Afula, al norte del país y a 150 kilómetros de la Franja de Gaza, donde están los bombardeos. Decidió ir a vivir a Israel pensando en el futuro y estabilidad de sus hijos.
“Para nosotros Israel es nuestra casa. Para un sionista es muy significativo. No hemos pensado en volvernos por el momento. Nos parece muy temprano para tomar la decisión. Llegamos con la idea de rearmar nuestras vidas, volvernos atrás no nos parece necesario aún. Tenemos la posibilidad de cuidarnos. Hay que ver cuánto tiempo durará, no sabemos qué puede pasar con otros frentes. Por ahora todo está concentrado en el sur. Israel tiene el control. Si bien hay ataques y bombardeos, está medianamente controlado de este lado”, contó ante la pregunta de si deseaba ser repatriada a Argentina.
En este contexto señala que Israel es seguro, que hay refugios comunitarios y existe la posibilidad de resguardarse. Para esto cada uno guarda alimentos no perecederos, agua mineral, mantas, luces de emergencias y otros elementos de seguridad por las dudas suenen las alarmas y haya que ir a los refugios. Según explicó estiman que en caso de necesitar refugiarse, el máximo esperado es de sólo 72 horas.
“Cuando llegamos acá sabíamos que estaba la posibilidad de una guerra, incluso en 2021, hubo bombardeos que llegaron desde el lado de Hamas, pero sólo duraron 10 días. Israel sigue siendo uno de los países más seguros del mundo”, cuenta y aclara que el ataque terrorista actual “No deja de ser una situación impensada, intolerable, de terrorismo, y menos en épocas actuales. Es una barbarie. Lo que sucedió y está sucediendo, vivimos con mucho dolor”.
“Los judíos que vivimos y hacemos el pueblo de Israel necesitamos fortalecernos y confiar que va a salir todo bien. Acá, en el norte está todo funcionando normal”, contó. La única medida que se ha tomado hasta el momento es que los niños no concurran a las escuelas y algunos padres cuidadores tampoco lo hagan. “Algunos trabajan desde sus casas, por ahí las líneas están un poco congestionadas y falta agua mineral, pero el resto lo tenemos. Entiendo que 150 kilómetros no parece mucho, pero para nosotros es muchísima la distancia porque el país es muy chiquito”, explicó.
En cuanto a la relación que existe en tiempos de paz con Palestina, señaló “hay que diferenciar; Palestina no es Hamas, y Gaza no es Hamas. Ellos tomaron el poder político y se dejó de vivir en paz. Los habitantes palestinos no tienen que ver. Hamas les genera a ellos más tensión. El palestino es preso de su propio terrorismo”, contó.
En este contexto ejemplificó que hay un paso en el sur por donde “20 mil personas, obreros cruzan para venir a trabajar al sur de Israel. En Israel hay mucho trabajo y poca mano de obra porque somos poquitos habitantes. Existe el intercambio. Dentro de Israel, convivimos con árabes, palestinos. Se convive todo el tiempo y en paz”.
En cuanto al ataque del 7 de octubre señaló: “fue algo distinto a la convivencia natural. En 2021 fue ataque aéreo. Esto es una invasión terrestre con ruptura de todos los derechos humanos. Mucha masacre, incendios, toma de rehenes. Va contra todos los límites de derechos humanos. No nos explicamos qué pasó, cómo o por qué. Esperamos que no vuelva a suceder. Nos recuerda a la época del holocausto. Es un error que vuelva a suceder. El terrorismo hay que eliminarlo. Hamas quiere destruir Israel y a todos los judíos del mundo. El terrorismo trasciende barreras”, dijo angustiada.
Tras desear que los ataques cesen, Natalia cuenta que está cocinando para los soldados. “Estamos amasando Jala, que es el pan que se come tradicionalmente para celebrar el shabat. Queremos entregarles mañana a la mañana a nuestros solados para que ellos puedan celebrar”, concluyó tras su mensaje de esperanza.