María Marcela "Mayki" Gorosito llegó al Museo Sitio de Memoria ESMA al frente del equipo que se propuso como objetivo convertirlo en Patrimonio Mundial. Las gestiones comenzaron en 2015, en 2019 arrancó la planificación, en 2023 ingresó la candidatura y el mes pasado la Unesco dijo que sí. “Este es un punto de partida”, aseguró Gorosito, que en el medio de esa línea de tiempo quedó al frente de la institución sin soltar la manija del expediente internacional, logró su cometido y desde entonces mira hacia adelante con la certeza de que ningún negacionismo podrá borrar lo construido. “Tenemos una protección internacional que se suma a una defensa colectiva. El Museo Sitio de Memoria ESMA es tan de la sociedad que tiene un escudo más allá de las autoridades”.
– ¿Qué implica la incorporación del Museo Sitio de Memoria ESMA al listado de bienes patrimoniales de la humanidad en relación a su funcionamiento? ¿Qué va a cambiar?
– Al momento de presentar al Museo como candidato a integrar la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, tuvimos que demostrar que tenemos, para la institución, un plan de manejo y un plan estratégico de gestión que refleje que el compromiso del Estado lo es en este momento y hacia el futuro; que es un proyecto sostenible más allá de nosotros al frente. Ahora que todo se dio como esperábamos, nos tenemos que dar el tiempo de planificar todas las acciones que van a cumplir con ese plan de gestión. Estamos en un punto de partida, de acá es para adelante. Muchos desafíos, mucha profundización, un momento para seguir haciendo más fuerte al Museo Sitio.
– ¿Más allá de lo que pueda ocurrir en diciembre?
– Uno como funcionario designado por autoridades políticas siempre debe tener esa concepción de dejar todo en perfectas condiciones y con la renuncia a disposición, por si llegan a cambiar las autoridades y esas autoridades deciden que la conducción institucional del museo debe ser otra.
– ¿Imagina la posibilidad de que nuevas autoridades gubernamentales cierren el Museo?
– Yo no pienso en eso. No porque no quiera pensar, sino que me parece que la ocupación y la preocupación tiene que ser de mi parte, como directora ejecutiva, tener un museo gestionado de la manera más profesional, abierta, accesible, participativa, inclusiva, sostenible y apoyada por la comunidad posible. Las definiciones políticas exceden mis tareas. De todos modos, no veo una posibilidad de cierre. No la veo porque no es nada más la gestión que se hace de la dirección ejecutiva o la gestión que se hace desde la Secretaría de Derechos Humanos, de la que dependemos, eso no es el único sostén del Museo Sitio. Lo es también el abrazo colectivo y el apoyo de las organizaciones de derechos humanos, de la ciudadanía, de los y las sobrevivientes que siempre, así como ahora, estuvieron y estarán vinculados al espacio, lo defienden y lo defenderán. El Museo Sitio de Memoria ESMA, al igual que otros espacios y sitios de memoria, es tan de la sociedad que tiene un escudo más allá de las autoridades a las que nos toca y nos honra conducirlo.
– ¿Cuáles son los principales ejes del plan de gestión presentado ante la Unesco?
– Son los que están vinculados a todas las áreas de gobernanza del museo. Desde los sistemas de seguridad, de protección del bien, de la protección de la prueba judicial, de la investigación. Actividades de capacitación interna planificadas para nuestros trabajadores y trabajadoras, qué tipo de muestras temporarias vamos a realizar. Qué tipo de gestión y análisis de ampliación de audiencias vamos a realizar, qué tipos de posibles modificaciones y ampliaciones de la muestra permanente vamos a hacer. Qué tipo de vinculación hay entre el Museo y el consejo asesor de organismos de derechos humanos, qué tipo de articulación hay del Museo con el ente tripartito que gobierna el predio, qué actividades públicas imaginamos posibles. Este bien es un Museo Sitio, entonces su componente vinculado a la arquitectura y conservación del edificio es muy fuerte, un componente de resguardo de la prueba judicial muy fuerte, y un componente de articulación y participación. Es fruto de consensos, entonces también tiene que dar cuenta de cómo gestiona esa participación y cómo gestiona la inclusión de los actores principales o interesados en la gobernanza: los y las sobrevivientes, los organismos de derechos humanos, las autoridades y la ciudadanía. Por último, qué agenda de cooperación internacional tiene el Museo. No solo planteamos planificación, sino acciones de monitoreo y de evaluación de esa planificación.
– El contexto de crecimiento de discursos negacionistas sobre los hechos que sucedieron en el Casino de Oficiales de la ESMA, hoy Museo Sitio de Memoria y los modos de hacerles frente ¿forman parte del plan de gestión?
– Es una coyuntura. Nosotros cuando presentamos el expediente de nominación tuvimos que explicar para qué funcionaba el edificio en la época de la última dictadura cívico militar, cuál era el contexto geopolítico regional y mundial entonces, cómo se transformó en Museo Sitio de Memoria, qué transmite y cómo lo hace. La coyuntura que señalas es actual, es una coyuntura imprevista. Como institución del Estado argentino, tenemos muy claras cuáles son nuestras funciones y qué es lo que debemos transmitir. El lugar es prueba judicial, la muestra permanente del Museo está basada en los testimonios de los y las sobrevivientes, los genocidas que intervinieron en el centro clandestino de la ESMA fueron condenados y existen aún juicios sobre los hechos que allí ocurrieron. Todo esto es tan contundente, tanto las funciones del Museo Sitio como lo que transmite, que la coyuntura nosotros la analizamos y actuamos frente a ella no porque lo tengamos escrito en un plan estratégico de gestión, sino porque como conducción de una institución de estas características uno tiene que analizar las problemas, las dificultades y tomar decisiones. La mejor defensa que podemos hacer del lugar es seguir trabajando con profesionalidad y con rigurosidad, sin entrar en debates con los y las visitantes. Tiene tanta contundencia lo que transmitimos que cada uno hará su reflexión cuando sale del Museo. Nadie sale del Museo igual que cuando ingresó.
– El Museo Sitio de Memoria ESMA es una herramienta para poder argumentar frente a ideas o expresiones negacionistas, relativistas o reivindicatorias del terrorismo de Estado de la última dictadura. ¿Se piensa en fortalecerlo en este sentido?
– Sí, así es. El Museo Sitio es una herramienta fundamental de pedagogía de la memoria, con una contundencia de lo que transmite y cómo lo transmite que es justamente lo que tenemos la obligación de hacer, proteger, sostener para construir una ciudadanía crítica y para ampliar la información. Es una herramienta fundamental en ese sentido, pero no es la única. El Estado argentino, como cuando hay voluntad política, las políticas de memoria, verdad y justicia son agenda fundamental, trabaja además muchas otras herramientas, tanto desde el Ministerio de Educación, el Ministerio de Cultura, desde las comisiones de derechos humanos que se organizan en otras agencias estatales.