Los hombres y las mujeres para armar un sólido equipo de gobierno, no sobran. Los partidos políticos hace años que no se dedican a formar cuadros y entre los expertos de la actividad privada que puedan ser tentados, la mayoría dice “no gracias” y la minoría se da cuenta al corto plazo de que el Estado es un mundo aparte. Por eso todos quieren ser legisladores, incluidos los conocidos que pululan por la boleta única poniendo más sus caras que sus antecedentes. Algunos aprenden con el tiempo, otros nunca lo logran. Así de difícil es la gestión.
Esta semana el gobernador electo Maximiliano Pullaro aseguró que “no hay nadie confirmado” en su gabinete que fue dado a conocer por completo por la prensa. Lo cual quiere decir que esos son pero que no quiere exponerlos a un desgaste prematuro. Entre los nombres hay algunos que ya estuvieron y otros debutantes, fundamentalmente del radicalismo que hegemoniza la conducción del frente Unidos. Obviamente, como pasa en todas las administraciones provinciales, los gobernadores ponen mucho celo en áreas fundamentales y valoran la lealtad y la subordinación además de las condiciones técnicas para la cartera a ocupar.
Ese es el difícil equilibrio: Un funcionario totalmente leal y subordinado al mando pero sin capacidad de respuesta es un fracaso. Los buenos tienen voz propia, conocimiento y decisión pero suelen cuestionar la subordinación absoluta. El espacio de mando es todo del gobernador. También decide hasta dónde llegar sus ministros en las decisiones y hasta en la exposición.
Pullaro tiene, fundamentalmente, tres hombres de peso en su gobierno. Felipe Michlig que preside el Comité Provincial de Unión Cívica Radical, le sobra experiencia política pero hace 25 años que es senador provincial. ¿Quién sabe cómo podrá desempeñarse en el trabajo en equipo dentro de un gabinete ocupando Gobierno y Gestión Pública? Un gobierno es 24/7 a diferencia de un legislativo que a lo sumo puede ser 8/3, para poner una proporción.
Lisandro Enrico es el otro hombre fuerte de Pullaro y tampoco ocupó cargos legislativos. Fue concejal de Venado Tuerto y senador provincial desde el 2011, cargo para el que acaba de ser reelecto por el 82% de los votos del departamento General López. Es abogado pero se hará cargo del ministerio de Obras Públicas, otra área estratégica para cualquier gobierno.
Pablo Olivares sí integró parte de un Ejecutivo, fue funcionario del Frente Progresista en segundas líneas. Es profesor de Economía y estará a cargo de las finanzas provinciales a partir del 11 de diciembre. Es uno de los hombres clave en la transición con el gobierno de Omar Perotti.
El otro área sensible es bien conocida por Pullaro. Para el ministerio de Seguridad eligió a Pablo Coccocioni que se desempeñó en un área en la que nunca puede haber éxitos: Asuntos Penitenciarios. Por supuesto, toda Santa Fe desea que le vaya bien para descomprimir tanta violencia y crimen organizado. No será nada fácil.
La muestra no tiene juicio de valor sino información de cada uno y trata de establecer lo que se dice al inicio: No sobran los hombres y mujeres para armar un sólido equipo de gobierno. Son los que están y habrá que verlos andar. Son cuestiones a tener en cuenta para aquellos que afirman que Perotti nunca tuvo un gabinete sólido y cohesionado a la hora de gestionar. Más allá de los espacios políticos y los modos de conducción la tarea es enorme. También muchos son los que creen tener una especie de superioridad moral sobre el peronismo, hagan lo que hagan. No es un buen parámetro. Si no, pregúntenle a los electores.
Tanto Perotti como Pablo Javkin en Rosario cerraron sus gabinetes y personalizaron sus gobiernos a extremos que no se habían visto anteriormente. Quizás las condiciones en las que les ha tocado gestionar -sobre todo en pandemia la mitad de sus mandatos- generaron esas condiciones. No es posible creer que una persona pueda en soledad hacerse cargo de tamañas funciones que además condicionan la vida de millones. Ahí también tiene su desafío Pullaro y el propio Javkin en lo que él mismo presenta como una nueva etapa de su gobierno en la ciudad.
Pero hay un ministerio sobre el que Pullaro no dió pistas y generó una reacción en cadena esta semana. La Asamblea Ni Una Menos manifestó su "preocupación" por la ausencia del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad en los anuncios sobre el gabinete de Pullaro, "ante trascendidos periodísticos locales que enuncian la probable conformación de los ministerios para la gestión del gobernador electo". De este modo, la administración provincial "dejaría de ocuparse directamente de trabajar con rango ministerial en garantizar los derechos de las mujeres y disidencias".
También desde la Asamblea feminista de la ciudad de Santa Fe observan "con profunda preocupación que, pese al avance que significó en nuestra provincia la Ley de Paridad en materia de participación igualitaria de las mujeres en espacios de poder y decisión, son sólo tres las mujeres que conformarían el futuro gabinete provincial". Para la Asamblea NUM Santa Fe, "esto sería un claro retroceso institucional dado que la organización política del gobierno provincial representa prioridades y por supuesto repercute directamente en la distribución de presupuesto para las acciones futuras". Recordaron que, según los datos oficiales de 2022 del Registro de Femicidios de la Corte Suprema de la Nación, Santa Fe evidencia uno de los más altos índice de femicidios en Argentina.
También entre las tareas que deberá enfrentar Coccocioni en seguridad, esta semana el diputado provincial del Frente Amplio por la Soberanía (recientemente reelecto), Carlos del Frade difundió el nuevo mapa de bandas narco policiales que actúan en cada uno de los diecinueve departamentos de la provincia. (ver nota de tapa). Según este último relevamiento del legislador existen 147 organizaciones que operan en la provincia, según datos tomados de noticias en medios de comunicación provinciales, informes oficiales del MPA y la PROCUNAR.
Como se ve, desafíos no le faltarán al nuevo gobierno que viene desarrollando una transición madura y ordenada con el gobierno saliente.