“1556. Dos jovencitas fueron quemadas en la hoguera”. Cualquier forastero se iría silbando bajito del cementerio enclavado en la campiña inglesa tras leer ese epitafio. Pero la protagonista de The Burning Girls (estreno de Paramount+ el próximo jueves) tiene una misión en Chapel Croft. Y las cosas no van a tardar a ponerse calientes para las recién llegadas Jack Brooks (Samantha Morton) y su hija adolecente, Flo (Ruby Stokes). La miniserie de seis episodios está basada en el libro de C.J. Tudor, autora que viene cosechando suceso desde que Stephen King elogiara su novela El hombre de tiza.
Hans Rosenfeldt (Bron/Broen, Marcella) es el showrunner de esta entrega sobre una vicaria poco ortodoxa en una comunidad con secretos oscuros y tragedias en loop. La mujer fue encomendada a hacerse cargo de la parroquia local luego de que el anterior sacerdote se ahorcara en el lugar donde daba misa. ¿Su bienvenida? Un kit de exorcismo y el deseo de que su arribo brinde calma a los fantasmas. En definitiva, el folclore inglés con sus rituales paganos y fogones en medio del campo, sus muñecas de paja y lugareños poco amistosos vuelve a encenderse con The Burning Girls.