Desde Londres
El líder laborista Sir Keir Starmer cruzó una raya de difícil retorno al respaldar la decisión de Israel de cortar el suministro de agua y energía a la Franja de Gaza. En polémicas declaraciones a la LBC, una radio londinense populista de derecha, el líder laborista, dijo que Israel tenía “derecho” a adoptar esas medidas para “defenderse del ataque” y que las consecuencias de lo que ocurriese eran responsabilidad pura y exclusiva de Hamas.
Las declaraciones causaron revuelo en el nutrido contingente de laboristas musulmanes. Un duro comunicado de la Labour Muslim Network (LMN) describió las palabras de Starmer como un apoyo a un “castigo colectivo de 2,2 millones de personas en la franja de gaza que constituye un crimen de guerra”. Siete concejales laboristas exigieron que el líder laborista pidiera disculpas a los palestinos.
Dos concejalas de Oxford East fueron más allá y renunciaron a su afiliación partidaria: continuarán en su cargo como independientes. “Cualquier persona decente repudia lo que hizo Hamas. Al mismo tiempo nos horroriza lo que ha dicho Keir Starmer. Sabemos que este fin de semana será crucial y que es muy probable que haya una invasión de Gaza. Lo que está haciendo Israel es una violación del derecho internacional”, dijo una de las concejalas Shaista Aziz al periódico local, el “Oxford News”.
Desde que sustituyó a Jeremy Corbyn como líder en 2020, Starmer procuró reparar las relaciones con la comunidad judía británica que tenía en la mira a Corbyn a quien acusaba de “racista” y “antisemita”. La posición de Corbyn a favor de los palestinos y su continua condena del gobierno de Benjamín Netanyahu abrió un abismo con los sectores dominantes de la comunidad Judía y dividió internamente al laborismo.
Starmer logró rehacer esta relación, pero ahora puso en peligro el vínculo con la musulmana, casi dos millones de británicos, cuyo voto es decisivo en muchas zonas electorales. Según otro concejal, hoy independiente, Sajjad Malik, el laborismo enfrentará una sangría de votos en Oxford y otras zonas. “Esto no va a pasar desapercibido. Va a afectar el voto laborista en Oxford Este y en otras partes”, señaló.
Sunak al rescate
A Starmer le llegó una inadvertida mano amiga con la intervención este fin de semana del primer ministro Rishi Sunak. En una declaración tan pro-israelí y a la derecha que el secretario de estado de Estados Unidos Anthony Blinken quedó como una paloma, Sunak no mencionó una vez a los palestinos y dijo que el Reino Unido está con Israel “ayer, ahora y siempre”.
Starmer aprovechó estas palabras para efectuar una silenciosa rectificación de sus declaraciones radiales. “Todos tienen que actuar en línea con el derecho internacional lo que incluye el acceso humanitario a alimentos, agua, electricidad y medicamentos, así como asegurar que haya corredores que garanticen la seguridad de los que huyen de la violencia”.
La ofensiva militar israelí provocó decenas de manifestaciones en las principales ciudades de Inglaterra y Escocia este sábado. En un clima políticamente caldeado, varias de las protestas terminaron con enfrentamientos que dejaron docenas de arrestos. El tema es particularmente sensible en el Reino Unido no solo por el peso de las comunidades musulmanes y judías sino por su responsabilidad histórica en el conflicto. La disolución del Imperio Otomano y el fin de la primera guerra mundial resultaron en la ocupación británica de Palestina y otras zonas del Medio Oriente como Irak que se convirtieron en las más conflictivas del mundo.
El factor humano
El conflicto trasciende al partido laborista: está dividiendo al Reino Unido. La esposa de Starmer, Victoria, es judía, factor que puede haber influido en que el experimentado líder laborista haya perdido los papeles en la entrevista radial, más teniendo en cuenta que se trata de un abogado especializado en derechos humanos.
Pero no es el único británico y político de alto rango afectado directamente por el conflicto. En Escocia, el primer ministro Humza Yousaf tiene su familia atrapada en Gaza y acusó al gobierno británico de dar prioridad a las víctimas israelíes por sobre las palestinas.
En vísperas de la conferencia anual del Partido Nacional Escocés que él preside, Yousaf señaló que ningún miembro del gobierno se había puesto en contacto con él sobre la situación de su familia. “El primer ministro Rishi Sunak no me contactó y no recibí ninguna respuesta del canciller James Cleverly que se encuentra de visita en Israel. Nuestro gobierno debería usar su posición de aliado de Israel para evitar un castigo colectivo. Deberían estar al frente de los que defienden que una vida palestina es tan valiosa como una israelí”, dijo el primer ministro de Escocia Humza Yousaf.