¡Ni un paso atrás! Era la frase que se armaba con letras sueltas, cada una en la mano de una doña, de una travesti, de un pibe trans, de una adolescente con las uñas largas como garras, de dos pibas de gorra, de una cocinera popular. Se la leí acomodando el cuello para seguir la línea irregular de la frase, pero no perdía contundencia. El 36 Encuentro Plurinacional de Mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries y más terminó el domingo con una marcha multitudinaria, tan extensa que detuvo a la ciudad desde los barrios del Alto, ahí donde la pobreza es claramente mapuche y marrón, hasta el centro y la costanera del lago Nahuel Huapi mostrando la fuerza de un movimiento transversal a todas las fuerzas políticas que en esta coyuntura tiene muy claro que hay que frenar a la ultraderecha que encarnan Javier Milei y Patricia Bullrich para seguir construyendo las transformaciones necesarias, hasta que la vida sea digna para todes. Más de 50 mil personas en una ciudad patagónica a la que cuesta llegar, que es árida para caminarla por sus pendientes y el viento que cala los huesos dijeron “No pasarán” de la forma más potente: poniendo el cuerpo en la calle y en los debates, con el canto colectivo que busca nombrar vidas libres de violencia, con el cuidado en el centro, vidas dignas para todas las existencias, todos los cuerpos. Eso que la ultraderecha amenaza.
Las marchas kilométricas que cierran los Encuentros son la mejor manera de dar cuenta de la vitalidad que tienen los feminismos. Es la hora señalada, es el cambio rotundo de cualquier paisaje por uno atestado de banderas, cantos, carteles y una columna que esta vez, como si fuera el deshielo de la montaña, bajó desde los altos de la ciudad de Bariloche y produjo una imagen difícil de olvidar: decenas de miles sintetizando en una marcha que los transfeminismos siguen en la lucha por transformarlo todo.
“Todavía quedan 4 cuadras” dice Luki, vino al Encuentro con dos amigas y está intentando llegar al punto de donde a las 18:30 está anunciado que saldrá la cabecera: “Yo vengo desde chica con mi mamá, somos de Brandsen, esta es la primera vez que ella no viene y yo si”. Tiene 19 años y mientras habla sube la cuesta porque no quiere llegar tarde: “mi mamá no pudo venir por cuestiones de salud pero me dijo que no me lo perdiera, así que acá estoy”. La historia parece la más linda para el comienzo de una marcha en el día de la madre.
La marcha es la culminación de horas en aulas de escuelas discutiendo desde lo más íntimo a lo más masivo: este encuentro tuvo 115 talleres, que sentaron a miles en todas las escuelas de la ciudad a discutir y a pensar en horizontes y luchas concretas. Se dice que los talleres son el corazón del Encuentro y vaya que si. ¿No son acaso los lugares en donde se cocinaron las discusiones en torno a la legalización del aborto, el cupo laboral trans o la ESI?
Desde el antifascismo hasta la reparación histórica de las travestis trans, desde el extractivismo a la salud mental, desde la crisis mundial hasta la implementación de la ley del aborto, desde el terrorismo financiero hasta los abusos en las infancias, los talleres alumbran ese camino común y es el único lugar en donde todes discuten todo. Es donde nacen los armados federales como la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que fue ley finalmente en 2020 pero comenzó como un taller de Estrategias para al Acceso al Aborto en el Encuentro de Rosario en 2003. Este año se armó la Coordinación Antifascista Transfeminista y empieza a tramarse una red que tiene nudos en diez provincias.
La cuestión mapuche en el centro
“Wamtuuuuuupe” es “alerta” en Mapuche. Una palabra que también introduce cantos que advierten la presencia de feministas en las calles. Una forma habitual de las marchas, en donde en el recorrido a lo largo y a lo ancho de la ciudad, se alerta a les habitantes que las feministas están en pie de lucha. La traducción al mapuche es parte de la forma que tomó este Encuentro: las mujeres mapuches estuvieron en el centro durante todo el fin de semana, fueron protagonistas y eso también pudo verse en la marcha, delante de la cabecera estaban ellas agitando los yaf yaf, una especie de ramo de hojas armado con el rejunte de plantas medicinales. No pasó nada en el Encuentro, que no estuviera atravesado por la lucha y el reclamo de los territorios por el pueblo mapuche.
¿Todo está atravesado por esta lucha? Cuando se formula la pregunta por cómo se llegó hasta acá, en el sentido de que sea una posibilidad que sea presidente alguien que amenaza con borrar al Estado, la demanda de Memoria Verdad y Justicia y también al feminismo y sus conquistas, desde este territorio se contesta: “Si toleramos y todavía negamos el genocidio indígena, la reducción a la pobreza estructual de los pueblos originarios, la expropiación de sus territorios; bueno, ahí ya tenemos al fascismo instalado en nuestras conciencias; hay quienes pueden ser eliminados”, dijo Anahí, una joven mapuche en el taller de Antifascismo.
En cada cierre del Encuentro se decide a través de ovaciones cuál será la próxima sede. Esta vez, de manera inédita, durante todo el fin de semana el nombre que sonó fue Jujuy. La razón por la que está sede suena tan fuerte es porque en el Encuentro estuvo presente el Tercer Malón de la Paz con una demanda bien concreta: “arriba los derechos, abajo las reformas”.
Ni un paso atrás
"Llamen al fascista de Milei para que vea, que las pibas no cambian de idea pelean pelean por la libertad" fue uno de los cantos que tenían como protagonista al candidato de la Libertad Avanza. No fue el único, la posibilidad de un triunfo de Javier Milei no pasó inadvertido en la marcha: “Milei es facho y liberal , es un machista la casta patriarcal” fue otra de las canciones que se escuchó desde la columna del Colectivo Ni Una Menos.
Por su parte, las Socorristas en Red que tienen una enorme labor en relación al acceso al aborto en el sur del país: “Alerta, alerta a los fascistas, America Latina va a ser toda feminista”
Hace 36 años que este Encuentro es una cantera de inspiración y revitalización para quienes forman parte, es también hecho político y es imaginación. No está por fuera de lo que pase el próximo domingo sino muy por el contrario, es parte. No es casual que Ofelia Fernandez convocara una asamblea en la plaza principal y Miriam Bregman interviniera en la Asamblea de Abya Yala. El Encuentro marca un pulso, el de un movimiento que como decía uno de los carteles de la marcha “entra por el cuerpo y queda en el corazón”.