La esposa del exsecretario de la Uocra La Plata Juan Pablo “Pata” Medina, Fabiola García, reveló por AM750 las humillaciones y la persecución que sufrió su familia durante el Gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal y relató cómo operó la mesa judicial y la “Gestapo antisindical” impulsada por el exministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas. “Todas las instancias judiciales confirman que nos armaron causas”, enfatizó.
García dijo que la Justicia probó en varias instancias que “hubo un armado de causas”. “Lo más perjudicial para nosotros fue la persecución judicial y el espionaje de la mesa judicial. Las filmaciones eran muy elocuentes, participaban empresarios y funcionarios”, señaló este lunes.
Además, García relató que era el propio Villegas quien quería avanzar contra el “Pata” Medina y ella. “Decían que había que provocar al “Pata”, ver qué empresario se ponía a disposición con las obras para generar conflictos sindicales y que la Uocra de La Plata actuara, querían captarlo con cámaras ocultas”, contó en otro tramo de la entrevista, donde además fue enfática: “Todo el aparato del Estado fue contra el Pata Medina y su familia”.
“Villegas, como se explayaba, les decía a los empresarios qué tenían que decir y a dónde llevar las notas y él en persona se las llevaba al juez de primera instancia de Quilmes. Todo lo que él dijo en esa reunión ocurrió después, con carátulas como lavado de dinero, extorsión”, indicó García. Según contó, “todo lo basaban en una causa de la que no se comprobó nada”.
Humillaciones y persecución judicial
García contó además los detalles de su detención en la Alcaidía N° 3 de La Plata. “Estuve incomunicada tres meses, me sentaba en el piso, en el patio, bajo el sol. No podíamos usar ni mesa ni sillas. Yo tenía un hijo de seis años y medio que se quedó sin papá ni mamá. No saben lo que viví”, se indignó.
“Sólo me dejaban usar una silla los jueves. Desayunábamos en el piso, la comida era cualquier cosa, bajé treinta kilos en la cárcel. A las 17, nos sentaban en un chapón, me decían “te vamos a engomar”. En la celda tenía prohibido usar almohada, no tenía un inodoro, sino un pozo, y un caño que era la misma ducha en la misma celda. Era una humillación tras otra, me hacían desvestir y tres celadoras me entregaban como un paquete y yo tenía que girar y mostrar que me entregaban “en condiciones” a la otra guardia”, relató.
Ahora, García contó que sufre las secuelas de aquella experiencia detenida. “Hace tres meses estoy con una alergia que me desfiguro, lo genera mi propio cuerpo. Estuve tres meses en la alcaidía n° 3 de La Plata sin que me dijeran de qué era culpable. Mi hija y mi nuera estaban al lado, yo les decía que tenían que ser fuertes”, sintetizó.