El gobierno argentino armó una primera lista de desaparecidos tras la acción de Hamas en Israel. Se pensaba que eran 15 pero la nómina inicial ya suma 22 y todavía hay algunos familiares que no se comunicaron con la embajada o el consulado de Tel Aviv para dejar constancia de que no saben nada de sus seres queridos.
Fuera de Israel, Argentina es el país con más desaparecidos o rehenes en manos de Hamas. La Cancillería tiene una sede consular en Ramallah, Cisjordania, donde gobierna la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y no Hamas. La embajada palestina en Buenos Aires también está en sintonía con la OLP. De manera que esos contactos no son relevantes para llegar al grupo que tiene a los civiles secuestrados. Según pudo averiguar este diario, se está buscando algún tipo de relación informal con Hamas, pero la jugada no es fácil de concretar. Transcurridos casi 10 días desde la irrupción en Israel, Hamas ni siquiera ha dado una lista de las personas que tiene secuestradas, un hecho elemental violatorio de los derechos humanos.
Desde Shangai, el presidente Alberto Fernández mantuvo una reunión por Zoom con algunos de los familiares. El intercambio fue áspero según cuentan los que estuvieron presentes. Le reclamaron al presidente que inicie algún tipo de negociación. La realidad es que no se sabe dónde pueden estar esos 22 argentinos. Ni siquiera si permanecen secuestrados o están fallecidos, dado que hay cuerpos que aún no se identificaron. Fernández les aseguró que desde hace días, se está buscando un interlocutor o una mediación con Hamas.
Frente a una sede del Ministerio de Defensa de Israel en Tel Aviv, se empezaron a agrupar familiares de los desaparecidos. Hay un grupo de WhatsApp que empezó con la hipótesis de unos 150 secuestrados, pero se encontraron con el dato asombroso de que en el grupo ya participan familiares de más de 300 personas en la misma situación de los argentinos: no se sabe si están en manos de Hamas. Durante la jornada de este lunes, Israel informó oficialmente que la organización terrorista tiene en su poder a 199 rehenes, pero la lista va creciendo. El sábado, la cifra oficial había sido 155. Esos familiares que se juntan en Tel Aviv reclaman que el ejército israelí no irrumpa en Gaza hasta no negociar la cuestión de los rehenes. El primer ministro Benjamin Netanyahu tiene un antecedente: en 2011 canjeó al soldado Gilad Shalit por casi mil prisioneros palestinos. Los familiares afirman que, si lo hizo una vez, debe hacerlo ahora también.
Según el diario Haaretz hay una negociación encabezada por Estados Unidos y Egipto. El primer paso fue que Israel autorizó el ingreso de ayuda a Gaza por el lado egipcio, pero hasta el momento no se conocen detalles. Nada parece sencillo: los palestinos seguro piensan utilizar a los rehenes como un escudo ante la inminente operación militar israelí.
En el gobierno saben que la embajada de Palestina en Buenos Aires es más bien simbólica y no tiene relación directa con Hamas. Lo mismo sucede con el consulado argentino en Ramallah. Pese a todo, el canciller Santiago Cafiero y el presidente Fernández intentan encontrar un contacto y se dispuso poner en movimiento a todos los embajadores de Medio Oriente. Los líderes de Hamas, por ejemplo, estuvieron en Siria y Qatar durante el fin de semana.
Quienes conocen la trama de la zona creen que tal vez el camino más fructífero podría estar en Qatar. El emirato tiene protagonismo en el financiamiento de Hamas, aunque siempre se guarecen --igual que Arabia Saudita-- con el argumento de que ellos entregan dinero para las madrasas, o sea las escuelas coránicas. Sostienen que no financian el terrorismo. Sea como fuere, existe una relación fluida, como lo prueba la presencia de los líderes de Hamas en Qatar después de la masacre. Otro camino es Egipto, pero se dice que la relación del país de los faraones con Hamas es más árida. Lo imprescindible, inicialmente, es garantizar la vida y las condiciones de vida de los rehenes. Y, obviamente, la liberación.
El punto que juega a favor --dicen quienes conocen los vínculos en Medio Oriente-- es que la Argentina es bien vista: no es un protagonista de los conflictos de la zona y recoge las simpatías habituales del fútbol y Leonel Messi. El punto en contra es el plan de Hamas de usar los rehenes como obstáculo ante la invasión del ejército israelí y, sobre todo, utilizarlos para un canje por prisioneros de Hamas en Israel.
La Argentina es, por lejos, el país que tiene más connacionales desaparecidos: 22. Estados Unidos no ha sido claro con sus números: afirma que tiene 17 ciudadanos de los que se ignora el destino, pero que los rehenes serían sólo cinco. Más secuestrados tiene Tailandia --once-- producto de que hay tailandeses trabajando en Israel. Brasil tiene tres secuestrados, Colombia uno, Canadá tres e Italia uno. Como es obvio, la mayoría de los secuestrados o muertos son israelíes, pero todo indica que los argentinos desaparecidos podrían superar el 10 por ciento del total.