Un concurso internacional de dibujo puso de relieve el amoroso y constante trabajo enfocado en la formación artística y la promoción lectora que realiza un colegio ubicado en una barriada popular de La Matanza, el Juan Bautista Alberdi. Los chicos y chicas de ese colegio enviaron sus trabajos siguiendo un complejo proceso que tiene todas las imposiciones de los premios de dibujantes profesionales, con varias instancias de jurados y exposiciones para llegar a los finalistas. Terminaron trayendo a la Argentina dos medallas de bronce y tres menciones.
El tema era libre --"lo cual hizo mucho más difícil la decisión", aclaran-- así que después de muchas idas y vueltas decidieron pintar paisajes y escenas argentinas: las obras ganadoras muestran el festejo del mundial en el obelisco, Mafalda, Purmamarca, Caminito, el Parque Nacional Los Arrayanes. Las obras de Morena Salinas, Lara Techeira, Vera Sánchez, Alma Procopio, Candela Vega fueron seleccionadas entre las de más de 10 mil niños y niñas de más de 40 países. Sus dibujos formaron parte de la de la 54ª Exposición Mundial de Arte Escolar Infantil de Taiwán 2023 y ya están en el libro que muestra la selección de obras del mundo. La entrega de diplomas fue un momento emotivo en el que apareció el orgullo por sostener, contra todas las adversidades, un proyecto educativo que apuesta por la inclusión desde el arte.
Una galería de arte en la escuela
El Alberdi es un colegio tan particular como para que en la presentación de su proyecto institucional se destaque, por sobre todo lo que se hace y se busca, el dibujo y la lectura, y que su "misión institucional" declarada sea "desarrollar personas más sensibles a través de la literatura y el arte". Por esta tarea recibieron un Premio Pregonero de la Feria del Libro Infantil de Buenos Aires. Con la idea de tener "el arte al alcance y a la altura de los chicos", fueron comprando obras de arte, sobre todo de ilustradores argentinos, esos que publican en los mejores libros, que también están en el colegio como opción prioritaria. Todas las paredes del colegio están cubiertas por esta pinacoteca, la mayoría a baja altura: a la altura de la mirada de los chicos y chicas. Hay unas 180 expuestas, y un patrimonio de cerca de 300. "Vamos cambiando, como en los museos", explican.
"Desde hace doce años, compramos todos los meses una obra y nos propusimos ese objetivo. Nos preguntan cómo hacemos, porque nuestro colegio es de clase netamente trabajadora, hay muchas dificultades. Pero es una cuestión de opción. Yo no tengo auto, pero mi orgullo es ese", dice Roberto Argüello, integrante de la comisión directiva. Otro orgullo: Argüello es secretario de la Asociación de Dibujantes Argentinos, ADA; la directora, Yolanda Patiño, es trabajadora social. Para los 450 chicos y chicas del barrio San Alberto de Isidro Casanova que van a esta escuela --de jardín a secundaria--, el arte es parte de su cotidiano, como un derecho asegurado.