Las elecciones presidenciales ya están a la vuelta de la esquina y en un cuadro de fuerte incertidumbre y volatilidad, las empresas adoptan diversas estrategias especulativas para no perder plata e incluso aprovechar las aguas turbulentas para sacar ventaja.

"Hemos cometido errores. Hicimos acuerdos con empresas por precios y muchísimas no estuvieron a la altura de las circunstancias", indicó el secretario de Industria, José de Mendiguren, en declaraciones radiales. "Las empresas se olvidan del respaldo del Gobierno nacional durante la pandemia, que fue el mayor auxilio de la historia", agregó.

Este diario informó días atrás cómo Coca Cola, el gigante mundial de las bebidas, les avisó a todos los comercios del país que, de manera "preventiva", dispuso que el 23 de octubre, día posterior a la votación, sus listas tendrán una suba del 35 por ciento en los precios. Son incrementos que regirán para toda su gama de productos y para todas las bebidas. La firma aclaró que no respetará los acuerdos de precios porque no tiene en claro quién gestionará el país luego de los comicios del 22 de octubre. Una situación hasta ahora inédita en la escena del consumo masivo. Coca Cola tiene el 65 por ciento del total del rubro de bebidas, seguida por Pepsico en gaseosas.

El acuerdo de referencia es el que firmó, a mediados de agosto, el ministro de Economía, Sergio Massa, con supermercados y mayoristas para 52.300 productos de consumo masivo. Supone aumentos escalonados del 5 por ciento mensual por los siguientes 90 días. El acuerdo incluye beneficios fiscales para las empresas que adhirieron y créditos a tasas subsidiadas para las pymes proveedoras de los supermercados, a los efectos de garantizar el sendero de aumentos.

Pymes

En las pymes, priman los comportamientos defensivos, para evitar la descapitalización ante una posible escalada del dólar y por tanto de los precios. "Más que stockeo, yo lo llamaría una situación de incertidumbre plena. Nadie sabe qué hacer. Si ni siquiera los políticos tienen un panorama más o menos claro, qué se puede esperar de una pyme. La recomendación en general es esperar, salvo urgencias, compromisos o excepciones. Esto se traduce en niveles de producción muy bajos y ventas prácticamente nulas. Aquel que por alguna razón necesita sí o sí vender, vende y cobra con una semana de plazo, cómo máximo", explica el empresario textil Luciano Galfione.

Por ejemplo, proveedores del sector eléctrico avisaron a los comercios que no están entregando mercadería en el actual contexto de fuerte suba del dólar "blue" y semejante incertidumbre sobre el costo de reposición que tendrá la mercadería dentro de un par de semanas. En el sector, se ofrece la posibilidad de entregar la venta "a remito abierto", es decir, con precio a fijar al momento del pago.

"Algunas empresas podrán stockear, pero muchas otras no pueden. Hay mucha incertidumbre y eso ha provocado una restricción de las ventas. En otros sectores, como hierro o acero, no están dando precios hasta después de las elecciones, para ver qué pasa. El gran tema es qué va a suceder con el dólar", sostiene Daniel Rosato, de Industriales Pymes Argentinos (IPA).

Si bien todavía no hay datos sobre la dinámica del consumo en estos últimos días, la información correspondiente a agosto, mes de las PASO y la devaluación, muestra que las compras en los supermercados sirvieron como refugio ante la escalada de precios y del dólar, con un avance del 5,2 por ciento interanual, según Scentia.