Desde Quito
Por tercera vez en el año, las y los ecuatorianos acudieron a las urnas para elegir el pasado domingo -en segunda vuelta de las elecciones anticipadas- a quien cumplirá el mandato presidencial de Guillermo Lasso, quien usando la figura de muerte cruzada disolvió al Congreso y convocó a elecciones.
Con una participación del 82,94%, muy similar a la primera vuelta del pasado 20 de agosto, Daniel Noboa fue electo presidente al ganar por apenas 4 puntos a la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González.
Cabe recordar que Revolución Ciudadana obtuvo en la primera vuelta 33,61% y el escenario de cara a la segunda vuelta parecía adverso desde la aritmética electoral dado que los restantes candidatos Jan Topic, Otto Sonnenholzer y Christian Zurita manifestaron el día posterior a la primera vuelta su apoyo a Noboa. Luisa González, la candidata cercana a Rafael Correa, logró articular una campaña renovada y una buena performance en el último debate presidencial que le permitió obtener casi un 48%. Porcentaje superior al que obtuvo en el año 2021 su candidato a la vicepresidencia, Andrés Arauz, cuando pierde en la segunda vuelta con Lasso.
Al dar las palabras de apertura al proceso electoral, el presidente saliente Guillermo Lasso pareció desconocer la situación dramática que vive el país y que deja el gobierno de manera anticipada con su popularidad en índices mínimos. Manifestó que entregaría al nuevo presidente un Ecuador con una economía en crecimiento y con una institucionalidad fortalecida. Una clara muestra de lo desconectado que está con lo que vive el pueblo ecuatoriano, al que le duele la migración de sus compatriotas. Los datos oficiales indican que en el 2022 migraron 114.000 personas y los datos de la Oficina de Migraciones de Panamá confirman que, hasta julio de este año, cruzaron el Darién 34.357 ecuatorianos y ecuatorianas.
El país que recibirá Daniel Noboa -aquel que Lasso no ve- es un país con una institucionalidad destruida, azotado por la violencia y control del territorio por parte del crimen organizado y con una economía en estado crítico, con un déficit fiscal de casi un 4% del PBI.
En lo que va del 2023 se han registrado 5320 crímenes, pudiendo entrar a este ritmo en la lista de los países más violentos del mundo. Según pude conversar con activistas sociales y ciudadanos de las provincias donde el crimen organizado controla parte del territorio, las actividades se interrumpen al mediodía porque no tienen garantizada su seguridad y las vacunas conocidas como el pago al crimen organizado a cambio de seguridad ya es una práctica naturalizada para poder transitar en algunos territorios.
Desde el punto de vista de la gobernabilidad, el sistema político se ha venido fragmentando los últimos años, la crisis de los partidos políticos es notoria con un simple dato. De las cuatro fuerzas políticas que salieron primeras en la competencia por la presidencia en el 2021: CREO, Movimiento Pachakutik, Izquierda Democrática y Revolución Ciudadana, sólo esta última presentó candidaturas en esta elección. Las y los candidatos que se presentaron en esta oportunidad no eran parte de los partidos políticos que los llevaron en la papeleta.
El nuevo presidente asumirá con una bancada propia de la coalición ADN (integrada por los movimientos PID y MOVER) de 14 asambleístas, los socialcristianos del dirigente histórico Jaime Nebot con 14 bancadas y la Revolución Ciudadana con una bancada mayoritaria de 52 asambleístas. Las restantes bancadas, van a tener una gran fragmentación, por lo que el funcionamiento de la Asamblea requerirá de la construcción de acuerdos.
El presidente Noboa ya ha anunciado que al asumir en tres meses convocará a una consulta popular para ratificar sus ejes estratégicos de gestión y las temáticas que podrían abordarse: reforma judicial, matriz económica seguridad, institucionalidad, terrorismo y salud. En ese sentido, los expertos coinciden en que lograr esa consulta popular sí podría beneficiar al candidato, como ha ocurrido en otros casos, y posicionarlo en miras a las elecciones de 2025.
En su discurso de la noche del domingo resaltó la trayectoria política de Luisa González y su vocación de diálogo para la reconstrucción del Ecuador. Como en todas las elecciones el movimiento Revolución Ciudadana sigue mostrando la base de apoyo fidelizada que cuenta en el Ecuador y que se consolida en las grandes victorias obtenidas a nivel local, en las últimas elecciones municipales. En su discurso postelectoral la candidata de Revolución ciudadana, además de agradecer a las y los ciudadanos que la votaron felicitó a Noboa y a sus electores, y se comprometió a acompañar las medidas que apunten a mejorar la educación, el acceso al empleo de los jóvenes, las mejoras jubilatorias y se mostró dispuesta al acompañamiento en la Asamblea de las leyes que vayan en esa dirección, siempre y cuando no impliquen privatización y precarización.
El desafío por delante será ver si los sectores anticorreístas que obturaron los acuerdos de gobernabilidad al inicio del gobierno de Lasso y que hoy se encuentran enquistados en el sistema judicial, permiten que los acuerdos mínimos en materia de educación, salud y mejoras sociales para contener la migración y atención a la emergencia de la seguridad -que tanto Noboa como González mostraron como prioridades en sus campañas- se lleven adelante en este año y medio que tiene por delante el presidente electo antes del próximo proceso electoral presidencial del 2025.
*Directora del Observatorio Electoral de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL). Miembro de la Asociación de Estudios en Relaciones Internacionales (AERIA). Docente Universitaria (UNSO - Universidad del Salvador) y miembro de la Red de Politólogas.