El médico Carlos Laje, fundador de la primera Clínica del Cannabis Medicinal en el país, fue detenido ayer en la ciudad de Córdoba por policías de la FPA, la fuerza antinarcótica inventada por De la Sota después de los escándalos por corrupción en los que quedó hundida la Drogas Peligrosas provincial. Cinco sedes de la clínica y la vivienda de Laje fueron allanadas y allí secuestraron un cargamento que da testimonio de la lucha sin cuartel contra los carteles de la droga: aceites, cremas y flores de marihuana, con cuya resina se produce el aceite cannábico medicinal. La experiencia de Laje con la persecución sin cuartel suma coincidencias. El 15 de noviembre pasado, Día Internacional del cannabis medicinal, lo detuvieron en el aeropuerto de Jujuy por portar en su equipaje un gotero con 15 mililitros de aceite cannábico diluido 1/100. El operativo de ayer se produjo al día siguiente de que fuera inaugurada con toda la pompa la nueva sede de la FPA en Córdoba, en el Parque Sarmiento de la capital provincial, a solo 20 cuadras de una de las clínicas. Allí quedó detenido Laje hasta su traslado al penal de Bower. Durante la tarde continuaban los allanamientos a cultivadores.
El operativo tuvo lugar alrededor de las 7.30 de la mañana, en la vivienda de Laje y en cinco de las clínicas abiertas por él para distribuir cannabis medicinal en Córdoba. La orden partió de la fiscal de Carlos Paz, Jorgelina Gómez. Pero el pedido de vidriera proviene de la Fuerza Policial Antinarcotráfico, el “primer cuerpo de elite armado para luchar contra el narcomenudeo”, como se autotitula la propia FPA en su cuenta de Twitter. Con Laje fueron detenidas dos personas más. Los uniformados, con rostros tapados con pasamontañas y armas largas, trasladaron a los detenidos hasta la flamante sede de la FPA, en el Parque Sarmiento, cerca de una de las clínicas.
La acusación es por “confabulación y comercio de estupefacientes, según el artículo 5º de la ley 23737 de estupefacientes”, señaló a PáginaI12 Nadia Podsiadlo, abogada de Laje. Esta ley es el argumento utilizado en la lucha contra la distribución de cannabis medicinal. El 29 de marzo fue legalizado su uso al aprobarse por unanimidad la ley 27.350. Pero esto no incluyó el autocultivo, un vacío que, se preveía, provocaría avanzadas policiales sobre sectores que requieren del aceite medicinal, como lo reconoció el Congreso nacional.
“La detención de Laje representa una continuidad en la criminalización de cannabis y quienes trabajan investigando y aplicando sus beneficios para la salud. Prueba también la insuficiencia de esta ley aún no reglamentada, sin una política de drogas que barra con el lastre del paradigma prohibicionista”, afriman grupos que promueven el autocultivo.
Un comunicado de los representantes de Laje subraya las incoherencias de una persecución que definen como política: “Se votó por unanimidad en ambas Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación la ley que regula el uso medicinal del mismo. La Anmat autoriza su importación para Epilepsia refractaria. El cannabis es venta legal en Chile, Uruguay, México, Brasil, Puerto Rico, Jamaica, Estados Unidos, Corea del Norte, Canadá, Portugal, Israel, Croacia, República Checa, Dinamarca y Reino Unido”. El comunicado agrega que “la provincia de Chubut sancionó recientemente una ley que incorporó el aceite de cannabis al vademécum de la obra social para que pueda ser entregado en hospitales públicos. Por su parte, el municipio bonaerense de General Lamadrid se prepara para ser el primero del país que comience a sembrar cannabis con fines medicinales, tal como lo hace Chile y Uruguay.” “Sin embargo –sostiene la denuncia–, el Dr. Laje fue privado de su libertad a pesar de que el uso para fines medicinales en Argentina fue aprobado por medio de la ley 27.350, cuya reglamentación se prevé que esté lista en el mes de septiembre.”
La guerra contra el narcotráfico se sostiene con cortinas de humo.