Muda es uno de los discos notables de 2023 en la música popular contemporánea argentina. Pero podría haberse titulado “Duda”. No sólo porque casi no ve la luz, sino también porque su realización llevó cuatro años. Pese a que algunos de los músicos que lo hicieron dejaron la banda en medio del proceso, y de que poco se parece a su sonido inicial, el esfuerzo y la apuesta valieron la pena.
“Yo me siento liberado”, exhala Iván Kovacs, cantante, compositor y guitarrista de Hijxs Malones, que estrenará en vivo el álbum este jueves 19 de octubre a las 20 en la Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131). “Quedó parado, y volvimos a meterle. Y en un momento pensamos que no iba a salir, porque siempre existió esa posibilidad de que terminara quedándose en las sombras”. Sin embargo, la bajista Clara Lambertucci esclarece: “Por eso se llama así. Muda es por la mudanza de la formación, y por el silencio en el que llegó a quedar”.
-En cuatro años, una idea puede dispersarse y cambiar abruptamente. Más aún con una pandemia de por medio. ¿Cómo hicieron para que el relato musical no perdiera coherencia?
Iván Kovacs: -Durante algunos meses me dispersé bastante. La pandemia no sólo nos cambió la vida por lo que significó, sino que en lo particular me tuve que mudar varias veces y me separé otras veces más. El disco terminó siendo distinto a lo que me imaginé. Pero el esqueleto se mantuvo. A lo largo de ese tiempo también cambiaron mis gustos y mi percepción de todo. Si hubiese salido a los cinco meses de haberlo grabado, la cosa hubiese sido distinta.
-Digamos que no te aburriste en el encierro. Tuviste tu propio vértigo.
I. K.: -En un momento la banda quedó en stand by. Y pensé que el disco iba a quedar escondido para siempre. Pero seguimos adelante. Mientras tratábamos de rearmar la formación, el disco estaba por la mitad. Logramos volver a ser un grupo, aunque distinto.
A pesar de que los 11 tracks parecen un complejo menjunje en que el dialogan Spinetta con Black Midi, al igual que Primus con Unknown Mortal Orchestra, en el fondo lo que prima es la reivindicación de la canción. Como formato. “La mayoría de las canciones las hice con guitarra acústica, por más que posteriormente la instrumentación y los arreglos fueron cambiando”, revela el frontman. “Lo que más tardó fue el sonido. Hay cambios que no tienen mucho sentido, pero yo quería que fueran así. No hay una razón muy sensata. Las letras, de hecho, aparecieron sobre el final. Esto me dio ganas de hacer un disco instrumental”. Pedro Camerata, tecladista y saxofonista del grupo, respalda ese desenlace. “Si las desvestís de la experimentación, los ruidos y los silencios, esas canciones siguen funcionando. Las podés seguir haciendo con guitarra y voz”. Y Lambertucci remata: “Es un trabajo más intuitivo y experimental”.
-Tomando en cuenta que el liderazgo compositivo lo tuvo Iván, ¿cómo es la democracia participativa en la banda? Si es que existe…
Clara Lambertucci: -Estamos en una estructura en la que algunos miembros de la banda tenemos un trabajo, si se quiere, más administrativo (ella se encarga de la comunicación del grupo, por ejemplo). Además de lo musical. De todas formas, la “Central Malona” somos nosotros tres. Nos juntamos todo el tiempo para pensar cómo podemos hacer para que el proyecto crezca. Básicamente, vamos dándole vida y manijeándola. Pero, sobre tu pregunta, todos terminamos aportando algo en el proceso compositivo de los temas. Pura creatividad y cero presupuesto.
Pedro Camerata: -Musicalmente, comenzó siendo algo más de Iván como director musical. Nosotros hacíamos aportes ocasionales. Con el tiempo se transformó en una cosa más colaborativa.
-¿Por qué decidiste soltar el control de la banda?
I. K.: -Siempre quise tener una banda. Al principio, por más que el proyecto tenía un nombre grupal, era yo haciendo todo. Recién ahora somos una banda en serio. Antes era algo más al estilo de Tame Impala o Foo Fighters. Lo que no está mal porque la gente prefiere darle más oportunidades a algo grupal que a un solista.
-Mucha gente piensa en El Mató a un Policía Motorizado como “la banda de Santi Motorizado”. Pero su nuevo disco es resultado del trabajo colectivo. No hubiera sido lo que es sin el aporte de los demás músicos.
I. K.: -La verdad es que los músicos que grabaron le pusieron mucho de sus instrumentos a las canciones. Claramente, yo no podría haber tocado eso. Algunas de las personas que le dieron su impronta a este trabajo ya no están más en la banda. Ese toque especial es suyo. Está bueno que hayan sido parte de este invento.
-Lo que decís es una muestra de que el proyecto está por encima de todo.
I. K.: -Es difícil. También es raro.
P. C.: -Estoy de acuerdo con que el proyecto está por encima de todo. Me podría ir yo también del grupo sin problema. Lo que más me importa es que está música se difunda porque está buenísima.
Lo nuevo de Hijxs Malones fue producido por el músico argentino Nahuel Briones, pieza fundamental en el armado, sonido y homogeneidad del repertorio. También en la autoestima del proyecto. A partir de su actitud iconoclasta, supo traducir fielmente la idiosincrasia artística del grupo. “Lo conocí cuando estaba grabando el bajo de otra banda que él produjo, y me enamoré de su manera de trabajar”, reconoce Kovacs (él y Lambertucci son en este momento músicos de Briones) “Le dije ese mismo día, y nos empezamos a juntar. Si no hubiera sido por Nahuel, probablemente el disco no veía la luz. Cuando me deprimía, él siempre sacaba todo para adelante”. Con este material, el quinteto tiene facultades y posibilidades para salir a patearle el tablero al establishment de la música local. “Si bien podemos hacer un tema pop tan bueno como los de Usted Señálemelo, intentamos hacer algo distinto. Así no nos pueden comparar”, dispara el frontman.
A ustedes los intentan amarrar por todos lados. A su música la definieron como psicodélica, progresiva, indie… En época de deconstrucción, los encasillan para poder entenderlos.
C. L.: -La pregunta que más me hacen es: “¿Qué toca tu banda?”. Y respondo que tenemos un poco de rock, pop, unas armonías vocales. Tiempos irregulares, pero son canciones. Algo de psicodelia, momentos funk.
P. C.: -Yo lo defino "rock con ritmos locos."
I. K.: -Siempre contesto: “Escuchalo y decinos vos”. No nos gusta tener que decir géneros.