"El arte para mi es terapéutico porque me permite moverme con libertad. Yo no puedo correr, ni saltar, ni bailar, por las limitaciones que tengo, al ser una persona neurodivergente con una discapacidad funcional. Y en la tela puedo saltar, puedo bailar y puedo correr. Esas cosas que no puedo hacer en tierra firme", afirmaba María Luján "Lula" Cornejo en una entrevista para este mismo medio, acerca de la importancia de la pintura como territorio donde expresarse allí donde el lenguaje y el cuerpo no se lo permiten, gracias a su discapacidad funcional. En esa conversación, la artista de 29 años oriunda de Bahía Blanca reflexionaba sobre haber quedado seleccionada para participar de la Bienal de Florencia con su obra pictórica, dudando con su familia de la posibilidad de estar presente para ver el alcance internacional al que llegaron sus obras.

Hoy, Lula y su mamá Gabriela se encuentran en la ciudad que alguna vez supo habitar Dante Alighieri, para acompañar las obras seleccionadas por uno de los eventos artísticos más importantes del mundo. Con renovada emoción y entusiasmo, Lula renueva su compromiso con el arte y con la expresión a través de la pintura.

"Desde el primer día de que nos enteramos que había sido seleccionada no lo dudamos, porque esto era parte de su sueño. Por otro lado, me pregunto qué significa realmente un esfuerzo si cuando el objetivo es abrir la perspectiva o cuando se trata de cambiar la mirada o de cambiar los paradigmas. Para nosotros es realmente el tema de este año, consideramos que es la energía que uno pone en un esfuerzo es la energía mejor invertida", afirma Gabriela sobre el esfuerzo que implicó estar acompañando a la artista de la Bienal.

A causa de su neurodiversidad, Lula tiene comprometido el movimiento, aunque en el ejercicio artístico logra estabilidad y pasa la mayor parte de su tiempo en su taller de Chivilcoy, pintando. Hoy, esas obras producidas en ese taller están expuestas en Viale Filippo Strozzi 1, Florencia, junto con otros artistas de todas partes del mundo.

"Estar en la Bienal hoy para mí es un paso hacia delante en mi carrera, un fruto de mi esfuerzo y un reconocimiento a todo lo que hago. Es un paso muy grande hacia la inclusión en el arte", afirma Lula, que dice que llegar hasta este lugar fue un proceso de varios meses de preparativos.

El tema de la edición XIV de la Bienal de Florencia se llama I Am You, y se centra en los conceptos de identidad individual y colectiva. "Consideramos las esferas personal y social como las dos caras de una misma medalla: una medalla forjada a partir de un sentimiento que nos empuja, en la búsqueda de nuestro "yo", a confrontarnos con los demás, a través de la interacción, el intercambio, el compartir y la empatía", afirma el texto curatorial.

"Una de las expectativas que tenemos del viaje este, que aún no concluyó, es que la obra de Lula sea más conocida en estos países, en Europa, que se difunda cuál es su trabajo. Por otro lado, creemos necesario que esto contribuya a una mayor visibilización de los jóvenes con neurodiversidad o con diversidad funcional. Hay muchos visitantes que preguntan quién es el artista y no pueden creer que sea Lula. Con esto quiero decir que todavía se sorprenden cuando saben que jóvenes como ellas son capaces de realizar un aporte enriquecedor a la cultura de cada país. Al menos creemos que todavía es necesaria esta presencia, que ojalá se pueda multiplicar. Y agradecer mucho a los amigos y familiares que con su apoyo económico han logrado que hoy Lula pueda estar presente en esta gran vidriera que es la Bienal de Florencia", afirma Gabriela.

Hasta el 22 de octubre, Lula estará compartiendo el espacio con más de 200 artistas internacionales, de variadas técnicas y géneros artísticos, de más de 20 años de trayectoria. "En estos días conocí a varios de ellos, artistas de Nueva Zelanda, escultores de Sudáfrica, diseñadores de España, todos nos enriquecemos en este espacio. Estar es mostrarle al mundo que en el arte todo se puede", afirma Lula.

La Bienal guardó un espacio en sus redes sociales para presentar a cada uno de los artistas. En la publicación dedicada a Cornejo, la institución destacó la relación de la artista con el tema de esta edición. “El arte es considerado un espacio de igualdad, porque al ejecutar esta actividad no existen diferencias sociales ni culturales. Ahí es donde Lula comienza a desarrollar una producción enriquecedora. La propia Lula crea su obra con materiales, gestos, palabras y movimientos. Los colores en sus obras son un medio para expresar sus emociones y cuando descubre el proceso creativo proyecta un mundo maravilloso donde todo es posible”, afirmaron desde la Bienal.

Pero no solo la institución tiene ganas de deshacerse en elogios. Esta es también la historia de una madre.

“Todas las madres acompañamos a nuestros hijos, pero en este caso acompañarla a ella tiene un significado muy fuerte. De alguna manera, yo la estoy escoltando. Para mí particularmente es algo que jamás me perdería, que es ver su felicidad, ver cómo se le iluminan los ojos y el rostro cada vez que alguien se acerca a ver su obra. Es como verla cumplir su sueño, es un objetivo que en algún momento podría haber llegado a parecer inalcanzable, pero que Lula a través de su expresión artística ha logrado. Es todo parte de un compromiso que tenemos con Lula y que Lula tiene hacia el arte, que es lograr que él sea verdaderamente inclusivo”, afirma Gabriela.

El 14 fue la inauguración, donde se vió por primera vez en Italia Apariciones, la obra pictórica de Lula que está inspirada en la historia de las civilizaciones antiguas.

"Mi obra fue muy bien recibida, muchos me preguntaron por el uso y manejo de los colores y he recibido buenas opiniones en cuanto a los colegas y artistas", afirma la orgullosa artista.

La Bienal de Florencia continúa sus actividades hasta el 22 de octubre. Esto es solo el comienzo de un recorrido que todavía no llegó a su destino final.