Recién llegada a la Argentina, la nadadora Delfina Pignatiello, quien cumplió una gran actuación el último fin de semana en el Mundial Juvenil de natación que se realizó en Indianápolis, Estados Unidos, donde obtuvo dos medallas de oro y una de plata, se mostró feliz con sus resultados y destacó que “ser campeón es un sueño”, y avisó que tiene la mira puesta en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. “Estoy muy feliz, contenta con los resultados que logré en el Mundial. Ser campeón es un sueño, quería regresar al país para disfrutarlo junto a mi familia”, señaló Pignatiello, de 17 años, en declaraciones que efectuó en el aeropuerto de Ezeiza. Pignatiello se consagró campeona del mundo en los 800 metros (con record sudamericano) y en los 1.500 metros libres, y se quedó con la presea plateada en los 400 metros, en todos los casos marcando el mejor registro histórico nacional. “Sabía que existía la posibilidad de luchar por un podio”, explicó la nadadora de San Isidro, quien pese a contar con la marca clasificatoria para el Mundial de pileta larga de adultos en Budapest, resignó todo por participar del torneo en Indianápolis e inscribir su página en la historia de la natación argentina. “Ser campeón del mundo y olímpico es el sueño de todos. Es tener esa pequeña ilusión, te lo imaginás y comenzás a esforzarte para hacerlo realidad. Esta ilusión se hace realidad con el entrenamiento”, aseguró. Luego contó su experiencia en el Mundial. “Los 400 metros siempre fueron mi prueba favorita, pero en los 800 metros también me siento muy bien y los nado cada vez mejor. Los 1.500 era la tercera vez que competía en mi vida y me fue bien”, explicó Pignatiello, que en la distancia más larga se convirtió en la cuarta nadadora menor de 18 años que baja los 16 minutos en la historia de esa prueba (15m59s51).