La Selección no fue la máquina que brilló en el Monumental pero, a diferencia del triunfo sobre Paraguay, contó con Lionel Messi en todo su esplendor goleador. Cosas del fútbol y sobre todo, del "señor fútbol", quien tuvo tres en el primer tiempo y mandó a guardar dos para asegurar el 2 a 0 final sobre Perú, que empezó el martes por la noche y terminó en la madrugada del miércoles en Lima.
Con los tres puntos, el campeón del mundo (12) quedó solísimo en la cima de las Eliminatorias, a cinco de sus perseguidores inmediatos, Uruguay, Brasil y la sorprendente Venezuela (7). Los puestos de clasificación se completan con Colombia (6) y Ecuador (4); Paraguay (4) en repechaje; y Chile (4), Perú (1) y Bolivia (0) sin premio.
Podría escribirse que Perú fue el que más le complicó las cosas al equipo de Scaloni en estas cuatro fechas, aunque más por errores de la visita que virtudes propias. Unas cuantas imprecisiones en los pases, con De Paul y Enzo a la cabeza; un Julián un tanto desconectado arriba; y un par de faltas inconvenientes en defensa (con sus consecuentes centros de pelota parada al área), ambas por parte de Montiel, quien duró poco en cancha pero por una molestia física, según trascendió.
Pero como equipazo que es, a la Selección le sobran herramientas. Y si el juego de pases y presión en ataque no funcionan, probará suerte de contraataque, de pelota parada o con alguna genialidad individual. Esta vez el camino fue el del contragolpe. El primer gol vino incluso de un error propio -lateral mal sacado- y combinación letal de Enzo-Nico-Messi, con errores por doquier en el fondo peruano entre Advíncula habilitando de manera increíble a González y el 10 entrando sin marca al área.
El segundo fue bastante parecido: pase profundo al que picó al vacío, centro atrás y definición de primera, pero con firma Tagliafico-Enzo-Messi. Entre Enzo y Messi debiera estar Julián, quien quiso controlar el pase pero no pudo y terminó topándose por sorpresa con la furia goleadora del rosarino. Casi que asistencia sin querer.
Perú, jaqueado por su mal presente y la contundencia rival, cambió piezas en el segundo tiempo pero se la pasó defendiendo en campo propio ante una Argentina que, ahí sí, lució un fútbol más parecido al que la consagró en Qatar hace casi un año.
Quedará por ver cuán serias fueron las lesiones de Montiel y Cuti -ambos reemplazados- pero lo seguro fue que Messi volvió, jugó los 90 y ya es el máximo goleador en la historia de las Eliminatorias (31), distanciándose a dos del uruguayo Luis Suárez (29).