“Ganó Unidad Ciudadana y perdió el Gobierno que colocó la elección como un plebiscito de la situación económica y social”, dijo y el estadio Atenas de La Plata estalló. Cristina Kirchner, junto al resto de los candidatos bonaerenses, festejó la demorada confirmación del triunfo en las PASO. Desde allí convocó a repetir la victoria en octubre y advirtió que el resultado de las primarias demostró que el frente que lidera es el que mejor expresó el tipo de oposición que necesita el país para frenar las políticas del gobierno de Mauricio Macri.
Única oradora y ocupando el centro de la cancha de basquet, la ex presidenta no sólo se preocupó en desbaratar la estrategia mediática que adjudicó al gobierno nacional para confundir al electorado, también describió cuál será el perfil de la campaña que se viene ahora de cara a los comicios de octubre. Será “una campaña ciudadana” donde se profundizará toda aquella información que recogieron durante el recorrido por la provincia y que permitió conocer el verdadero estado de la economía y la crisis social que provoca. CFK aclaró que no se trata de ser portadores de malas noticias “sino advertir que lo que está ocurriendo ya pasó y que cuando se hizo nos fue para el tujes”. La ex presidenta se preocupó también decirles que hay que tener la preocupación de no caer en el mensaje de la antipolítica “porque deben recordar que con algunos gobiernos se puede disfrutar de vacaciones, de llegar a fin de mes y con otros solo se puede ser pobre. No todos los gobiernos son iguales”.
Ella habló poco más de cincuenta minutos dejando, al menos por ahora, aquellos discursos cortos de la campaña de las PASO. Se puede justificar en que CFK y todos los candidatos de la UC tuvieron que esperar 408 horas para poder confirmar el triunfo del 13 de agosto.
Esa gran cantidad de horas que representan 17 días significaron para la ex mandataria una clara expresión de la concentración del poder que tiene el gobierno nacional que incluye no sólo lo político sino también lo económico, financiero y lo mediático. Una concentración que para CFK pone a la democracia “en emergencia”. De todas formas y ante ese escenario Cristina le dijo a los suyos que “sin dinero ni para afiches, pasacalles y avisos publicitarios” se pudo ganar y desbancar la operación de Cambiemos: “Hasta la BBC lo destaca al sostener que se trató de una insólita elección donde Mauricio Macri celebró la victoria pero luego ganó Cristina Kirchner”. Un dato que celebró la multitud y que ella aprovechó para decirle al presidente que “así no se seduce a los inversores porque sin garantías no van a venir”. Luego y a modo de conclusión de lo que implica el haber ganado las primarias aseguró que “nos quisieron vender gato por liebre, pero no fue gato, fue liebre”, indicó y otra vez el estadio estalló.
Cristina no se olvidó de nada. Por caso trajo a colación la minimización del triunfo que hizo el oficialismo cuando que la UC ganó “por un puñado de votos”. Con marcada ironía dijo que el gobierno primero se adjudicó un triunfo para luego sostener que era un empate antes de reconocer la derrota. “Hablan como si hubiesen llegado a la presidencia con una diferencia del 20 por ciento pero ganaron por un puñado de votos. Ese puñado de votos es la democracia misma, es lo que puede definir que Gladys González entre en lugar de Jorge Taiana”, dijo pero se permitió una especie de presagio cuando rememoró que cuando Néstor Kirchner ganó la intendencia de Río Gallegos fue por apenas 111 votos y que significó “el punto de partida de su recorrido político”.
Una y otra vez CFK volvió al peligro que supone la concentración de poder que goza el gobierno nacional. “Tenemos que estar muy atentos a lo que pase”, remarcó la ex presidenta y consideró que el “éxito más grande de Unidad Ciudadana fue haber instalado la agenda económica. Hubo una gran movilización el 22 de agosto convocada por la CGT, donde de pronto los que hasta ayer eran buenos pasan a ser malos. Y el tercer hecho importante, el más grave, el más terrible, el más doloroso, es la desaparición forzada de Santiago Maldonado”. Un hecho que para CFK se funda en un actitud disciplinadora del poder que dice “miren lo que les puede pasar si protestan”. Por si quedaba alguna duda dijo que “la concentración de poder económica, financiera, mediática, inédita en la historia que detenta el Gobierno: cuando uno tiene la seguridad de que los canales de televisión sólo dicen lo que el gobierno quiere y no lo que le pasa a la gente, es malo porque se genera un mareo de poder y concentración que tal vez sea la causa de la desaparición de Maldonado”.
No le perdonó nada al plan económico de Macri al que caracterizó como “inconsistente e insustentable” y por ello advirtió sobre “el durísimo ajuste que se viene después de las elecciones”. “Esto es como (la película) Tiburón, ya sabemos cómo termina y no nos gusta”. Por eso pidió que “la oposición le ponga un límite al Gobierno. La sociedad tiene que poner un límite”, indicó. No despreció al resto de los partidos opositores, ni siquiera les dedicó una crítica pero destacó que Unidad Ciudadana fue el frente opositor más votado porque “logró imponer la agenda económica” que llevó al resto de la oposición a encolumnarse detrás de esa temática.
A modo de mensaje final, Cristina aseguró que “nuestra victoria es una hazaña democrática” e incluso reconoció que se autoimpuso una apuesta: “Siempre creí que la política y que la gestión no se construye en los sets de televisión y por eso me planteé, en épocas de la posverdad, si era posible ganar una elección sin ir a un set de televisión y ganamos en agosto y podemos ganar en octubre”.