La Justicia de Ecuador le prohibió salir del país al vicepresidente Jorge Glas y ordenó la prisión preventiva de otras seis personas, por considerarlos sospechosos de asociación ilícita en el caso de los sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht. Lo resolvió el juez nacional Miguel Jurado, quien acogió la solicitud del fiscal general, Carlos Baca, durante la audiencia en la que 11 personas quedaron vinculadas con el proceso. La investigación fiscal, que se prolongará por 30 días, pudo alcanzar a Glas después de que la Asamblea Nacional lo autorizara expresamente el viernes pasado con el voto unánime de los 128 legisladores presentes. Baca sostiene que encontró elementos de convicción para creer que el vicepresidente participó en el esquema de los sobornos pagados por Odebrecht en Ecuador. Glas se declaró inocente de las acusaciones y pidió a sus correligionarios de la Alianza País, en el gobierno desde el 2007, así como a los partidos aliados, mayoritarios en el parlamento, que favorecieran el pedido de la Justicia para quitarle la inmunidad. Antes de que se conociera la decisión del juez, el vicepresidente dijo que no tenía problema con esa medida cautelar, pues no pensaba ir a ningún lado. “No me he ido, no me voy y no me iré a ningún lado, yo no huyo, aquí estoy, aquí sigo, aquí seguiré, he dado la cara siempre y lo seguiré haciendo porque no tengo nada que ocultar, el que nada debe, nada teme”, manifestó. Ex ejecutivos de Odebrecht afirmaron a la justicia de Brasil que el vicepresidente ecuatoriano recibió sobornos por hasta 14,1 millones de dólares para dar contratos de obras públicas cuando era ministro de Sectores Estratégicos del entonces presidente Rafael Correa, en 2010-2012. Tras esa acusación, el presidente Lenín Moreno separó a Glas de las funciones de vicepresidente pero no lo destituyó, pues esta decisión es potestad del Congreso.