Si bien el teatro tuvo, tiene y siempre tendrá un carácter efímero, la aparición del video ha permitido revisitar algunos clásicos teatrales que, de otra forma, sólo quedarían guardados en la memoria. Este es el caso de la versión teatral de “El vestidor” que, luego de veinticinco años, podrá verse a través de una proyección que tendrá lugar este jueves en La Comedia Municipal de San Martín. Estrenada en 1997 en la Sala Picasso del Paseo la Plaza, y protagonizada por Federico Luppi y Julio Chávez, la obra sacudió la escena teatral porteña y marcó la carrera de todos sus participantes. La proyección será acompañada por Chávez y el bonaerense Miguel Cavia, director de El vestidor y creador del espacio teatral donde tendrá lugar el evento. Al finalizar, ambos darán una charla y responderán preguntas.

Un suceso teatral

“Luego de la función de prensa, me fui a la costa porque me agarró una necesidad de tomar distancia. Me acuerdo que al otro día me levanté, compré todos los diarios y volví al hotel con las manos que me temblaban. Cuando los abrí me encontré con un nivel de críticas…se hablaba de tocar el cielo con las manos. Luego las salas comenzaron a llenarse una tras otras y fue un camino extraordinario”. Así recordó Miguel Cavia el suceso teatral que significó el estreno de su versión de El vestidor en 1997 con Federico Luppi y Julio Chávez como protagonistas. La obra original de Ronald Harwood era una especie de mito maldito de la escena teatral porteña. Muchos directores habían intentado por más de diez años llevarla a escena con reconocidos actores, pero ningún proyecto había llegado a puerto. Por eso, las expectativas eran altas, la tensión se sentía en el ambiente y mucho de eso recaía sobre los hombros de Cavia que, si bien había trabajado como asistente para algunos proyectos de Augusto Fernandes y Lito Cruz, era en definitiva un director nuevo en la escena.

“Teníamos el conocimiento de la versión fílmica, que había sido un éxito y que yo me negaba a ver, sabíamos de la cantidad de veces que se había intentado sin éxito hacer la obra y también generaba muchas expectativas el encuentro teatral entre Federico y Julio”, contó Miguel Cavia, que les ofreció a los actores el proyecto por separado y ambos aceptaron, algunos con insistencia mediante. “Recuerdo que Julio me dijo que buscara a Urdapilleta para el rol y le tuve que insistir para que aceptara”, dijo Cavia con humor.

Este primer encuentro cargado de dudas también es recordado por Julio Chávez, quien afirmó: “Miguel siempre ha tenido una opinión de mí mejor que la que yo he tenido. El proyecto era muy lindo, para cualquier actor. Tuvo mucha confianza cuando me lo ofreció, una confianza que yo no tenía”. Como a todos los que participaron en El Vestidor, esta experiencia fue para Chávez una “transformación” en su carrera teatral. “Yo llevaba dieciséis años sometido voluntariamente al entrenamiento de Augusto Fernandes, al cual le estoy muy agradecido, pero que también tenía sus dificultades. Cuando Miguel me ofreció este proyecto, decidí iniciar un nuevo camino en el que construimos un personaje con mucha libertad. Fue una experiencia de confianza y riesgo que para fue muy importante”, contó Chávez que, si bien ya era un actor reconocido en el ámbito teatral y cinematográfico, el proyecto le aportó una visibilidad sin precedentes y un enorme reconocimiento de la crítica que se deshizo en elogios por su interpretación de Norman.

Un cierre de ciclo

Según cuenta Cavia, la idea de proyectar El vestidor nació hace dos años, cuando Chavez visitó el espacio ubicado en el Partido de San Martín, dio una charla para los vecinos junto a Cavia y ambos hablaron largo rato sobre la famosa obra de teatro. En ese diálogo, Cavia recordó que se había realizado un registro audiovisual de la obra y prometió al público regresar con una proyección. Fue así que desempolvó esa copia de video perdida, la hizo digitalizar y descubrió que se encontraba en perfectas condiciones. “Parece filmada hoy”, adelantó.

Sobre la importancia de realizar esta proyección, Cavia afirmó: “La obra nació de un deseo personal y comenzó a gestarse de forma muy artesanal. El hecho de que haya podido trascender me parece que es un gran registro para mostrar a jóvenes actores que están dando sus primeros pasos. Creo que es una referencia de una voluntad de búsqueda creativa”.

Además, luego de veinticinco años de su estreno, la proyección del El vestidor en el espacio cultural bonaerense que creó en 1991 es para Cavia una especie de “cierre de ciclo”. “Me parece que de la misma manera que cuando uno entra a un lugar lo hace de a poco y se va tomando los tiempos para tomar confianza, uno tiene que trabajar así las salidas. No tienen que ser abruptas, uno tiene que poder vivenciarlas y esto forma parte de ese proceso”, contó el director. Más allá de sus éxitos teatrales que no son pocos, Cavia guarda como uno de sus mayores orgullos la creación de este espacio teatral bonaerense que fue pionero en la actividad teatral local.

La proyección y la charla tendrá lugar este jueves a las 19.30 horas en la Comedia Municipal de San Martín, en la calle Bolivia entre La Crujía y Diego Pombo. La actividad es libre y gratuita con inscripción previa a través de la página web del Municipio de San Martín.