Los trabajadores y trabajadoras del Hospital Durand denunciaron este miércoles la caída de dos pedazos de techo en distintos sectores del hospital público del barrio de Caballito. Uno de los desprendimientos ocurrió en un baño de pacientes de las salas de internación, mientras que el otro se produjo hace diez días en el sector de terapia pediátrica. Los hechos se enmarcan en un proceso de deterioro del hospital que los y las trabajadoras vienen denunciando desde hace años: "En el Durand hay inversión cero", advierten en diálogo con este diario.
"La falta de inversión en el hospital porteño genera derrumbe en los techos de los baños de los pacientes, un abandono que se profundiza cada vez más en la institución y se suma la falta de equipamiento médico, resonador, medicina nuclear y camas de terapia intensiva", escribió la junta interna de delegados del hospital en la publicación de X en la que denunciaron la caída de un pedazo de techo en los baños de internación de clínica médica. La publicación fue acompañada por un video en el que se ve el agujero en el techo y los restos de la caída sobre las distintas partes del baño. En ese sector, denuncian, hay otra habitación clausurada por riesgos de caídas y la sala de estar de las enfermeras colmada de goteras.
Hace sólo diez días, en tanto, la misma junta de delegados había denunciado un hecho similar pero en la sala de terapia intensiva de pediatría. En ese caso, el video mostraba una columna tomada por la humedad y, en el techo, un agujero similar al del otro video con los restos del pedazo caído. "Estos dos casos sucedieron en las últimas semanas pero son producto de un deterioro mayor: los caños se rompen, van mojando el durlock, humedeciendo las paredes y así termina. Ocurre en todas las salas de internación porque no hay mantenimiento en los hospitales", dijo ahora a Página 12 Héctor Ortiz, delegado de los y las trabajadoras del Durand.
Más allá del desplome de los dos pedazos de techo, las denuncias en el Durand por problemas de infraestructura o falta de insumos se vienen acumulando en los últimos tiempos. El mes pasado, por ejemplo, la junta de delegados advirtió que once camas de terapia intensiva estaban bloqueadas para su uso por falta de equipamiento, tecnología y profesionales. En agosto, en tanto, sufrieron la inundación de la sala del servicio de nefrología. A principios de ese mes, tuvieron que finalizar dos intervenciones quirúrgicas alumbrándose con luces de celulares debido a la falta de energía y de mantenimiento eléctrico.
A mediados de julio, el hospital fue noticia porque debió suspender cirugías por una pérdida de gases tóxicos de las calderas que, según denunció la junta interna, provocaron "irritaciones en los ojos, lagrimeo, picazón de garganta y mareos". Ese mismo mes ya habían denunciado que el hospital perdió alrededor de tres mil historias clínicas de pacientes, mientras que en junio advirtieron sobre el bloqueo para su uso de otras ocho camas de terapia pediátrica por falta de enfermeros.
El año pasado, en tanto, los y las trabajadoras ya indicaban que en el hospital había más de mil cirugías postergadas por falta de personal o de insumos. Ese número, aseguran ahora, ya superó las 1500 cirugías postergadas. Todo esto se suma a los recortes en el personal, que el año pasado sufrió el despido de 65 enfermeros y enfermeras que habían trabajado durante la pandemia. Tal es la situación que a mediados de 2021 alrededor de 50 trabajadores y trabajadoras decidieron renunciar a sus puestos.
"El deterioro se viene registrando en las salas de clínica, de terapia pediátrica, en las salas de cirugía, en todos lados. Es un abandono que se ve desde hace tiempo pero que cada vez se agudiza más. La gestión de Rodríguez Larreta con Fernán Quirós fue terrible. En el Durand hay inversión cero y las únicas que se llevan plata son las empresas", sostuvo Ortiz sobre la situación de uno de los hospitales públicos más grandes de la ciudad.
"Se va deteriorando cada día por la falta de personal, por la falta de recursos materiales y los equipos que no funcionan. Por poner un ejemplo, no tenemos resonadores magnéticos propios. Esto es por falta de gestión o porque no les importa la salud pública. Hay un plan desde hace 16 años que Larreta agudizó dejando los sueldos pulverizados, pocos insumos y falta de personal", advirtió el delegado, quien agregó que "el fiscal de la ciudad tampoco exige ni controla lo que pasa, y el director adjunto del hospital no quiere comprar insumos. Entonces tenemos caños deteriorados que humedecen las paredes y hay riesgo de electricidad. Hasta que muera un paciente electrocutado no van a parar".