Hace menos de un mes, en La Rioja, el candidato de Libertad Avanza, Martín Menem, compartió un video que reflejaba contenido político en las aulas. En este video, se mostraba a alumnos de la escuela universitaria San Martín que en el contexto de la celebración de la primavera habían empapelando su aula con dólares, imágenes de Javier Milei, y carteles ofensivos que descalificaban cualquier diversidad ideológica con un eufemismo que llegó a desaparecer ciudadanos en nuestro país con el clásico despectivo: "Zurdos de mierda".
Sin embargo, lo que entonces parecía un acto de orgullo, hoy parece preocupar al sector, cuando una candidata de Unión por la Patria visitó una escuela para hablar sobre el voto consciente y el rol del Estado en la inversión pública. Esta doble vara plantea interrogantes fundamentales sobre qué se considera adoctrinamiento en la educación y qué mensajes proselitistas en el aula son legítimos.
La educación argentina desempeña un papel crucial en la formación política de los futuros electores, quienes deben estar lo suficientemente informados para tomar decisiones conscientes sobre el rumbo del país. La pregunta que surge es si un aula empapelada con moneda extranjera en un contexto de inflación económica es un indicio de analfabetismo político o algo para enorgullecernos.
Cabe recordar que este año también trascendió mediáticamente una polémica por un docente en la escuela secundaria Pio XII que repartía votos de Juntos por el Cambio en el marco de las elecciones provinciales. La institución que hace unos meses fue condenada por discriminación ideológica contra una docente feminista, recientemente fue protagonista de la noticia de un estudiante que llevó un arma a la escuela que debió ser evacuada por cuestiones de seguridad.
Operativo de la Libertad Avanza
Los videos de las aulas riojanas circularon en redes sociales, publicados por el partido Libertad Avanza. Ambos videos muestran situaciones opuestas, pero su tratamiento mediático arroja luz sobre el enfoque y las perspectivas de algunos periodistas y medios de comunicación en el país.
En el primero de los videos, los estudiantes empapelan su aula con dólares, imágenes Milei, y carteles de "zurdos de mierda". Este acto, lejos de ser condenado, fue promocionado por el partido Libertad Avanza, que lo compartió en sus redes sociales. Lo que resulta llamativo es que también encontró eco en medios de comunicación porteños, como La Nación +, que refuerzan el mensaje que sostiene el partido de Javier Milei en ambos casos.
En el segundo video, la situación es diferente. La candidata al Congreso de la Nación por Unión por la Patria, Luz Santángelo, dio una charla sobre democracia. En esta ocasión, la perspectiva educativa se enfocó en analizar las propuestas de un adversario político, promoviendo el debate y el pensamiento crítico entre los jóvenes. Sin embargo, para los periodistas de ese medio, como Jonatan Viale, Luis Majul y Pablo Rossi, este evento desató la indignación.
Jonatan Viale llegó a expresar: "Tiene que volar el secretario de educación de mínima", en referencia al video de Luz Santángelo. Aparentemente, para estos comunicadores, lo preocupante es que los estudiantes escuchen a un candidato hablar sobre política de primera mano, mientras encuentran divertido y permisible que las aulas sean empapeladas con otro tipo de mensajes partidistas. En el caso de Pablo Rossi, el empapelado de dólares para la fiesta de la primavera fue calificado como "notable", mientras se indignaba por el discurso de "votar a conciencia" que emitió la candidata de Unión por la Patria.
Es interesante observar que, para estos colegas, el factor de "espontaneidad" parece ser más relevante que el contenido en sí. Sin embargo, cabe señalar que la supuesta espontaneidad de estos eventos se ve cuestionada cuando se descubre que ambos videos provienen del mismo partido y son cubiertos por los mismos medios de comunicación, lo que plantea interrogantes sobre la independencia y integridad de este tipo de coberturas.
La mirada sobre el rol de la educación en la Argentina
En materia de educación, la mirada del partido libertario difiere de la que hoy consagra nuestra Constitución Nacional. La educación en Argentina es reconocida como un derecho y el Estado, tanto nacional como provincial, debe asegurar la igualdad, gratuidad, laicidad y el acceso a todos los niveles del sistema educativo en el ejercicio de este derecho para toda la población que vive en el país. Para Milei el sistema de educación debería funcionar con la lógica del mercado donde opere como un servicio a demanda y no como un derecho de la ciudadanía. El sostiene que la educación no es un derecho "porque alguien lo tiene que pagar", en este sentido el candidato a presidente considera que la "igualdad de oportunidades es una aberración" y desde su mirada que prevee un plan motosierra para recortar el gasto público, el sistema de vouchers seria la "solución" de los problemas de la educación Argentina.
En este marco esta diferencia se amplía, por un lado la Educación Sexual Integral (ESI) no está exenta de controversia ya que los candidatos de la Libertad Avanza pretenden erradicarla de las escuelas y reemplazarla por pornografía. ¿Qué sucede cuando se trata de la educación política? ¿Debemos alentar el pensamiento crítico y el análisis político en el aula o prohibirlo catalogándolo de adoctrinamiento? ¿Es preferible prohibir que los jóvenes se formen en estos temas en el entorno escolar para protegerlos de los fenómenos de postverdad y desinformación en las redes sociales o mejor lo dejamos a su criterio sin formación alguna?
Formación política en las escuelas
La formación política en las escuelas es una herramienta clave para empoderar a los ciudadanos y proteger la democracia de la oclocracia. Proporciona las habilidades y los conocimientos necesarios para construir una sociedad más justa, igualitaria y democrática en la que los ciudadanos sean agentes activos del cambio y estén dispuestos a defender los valores democráticos en lugar de caer en el populismo o la manipulación política.
En una oclocracia, la falta de responsabilidad y la manipulación de las emociones de la población por parte de líderes o grupos que buscan su propio beneficio fomentan que los pueblos en lugar de actuar de manera racional y basándose en el interés común, pueden ser llevados por la pasión, la irracionalidad y la violencia.
Es importante destacar que la oclocracia se considera generalmente como una forma de gobierno inestable y peligrosa, la supresión de las voces disidentes y la erosión de los derechos individuales y las libertades. Como tal, suele ser vista de manera negativa en el contexto de la teoría política y se busca evitar mediante el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la educación política que fomente una ciudadanía informada y consciente.
Solo con educación se puede prevenir la oclocracia en un país. Hablar de estos temas respetuosamente en un aula puede ayudar a los ciudadanos a comprender las tácticas populistas y demagógicas que conducen a la oclocracia. Al reconocer las estrategias políticas que explotan las emociones y los prejuicios, las personas pueden ser más resistentes a caer en la trampa de líderes autoritarios y políticos inescrupulosos.
Una sociedad bien educada políticamente está más dispuesta a participar activamente en la vida política de su país. Con un entendimiento sólido de los procesos democráticos y de las cuestiones políticas, los ciudadanos pueden tomar decisiones más informadas al votar y participar en debates públicos.
La educación política fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de cuestionar y analizar la información de manera objetiva. Esto ayuda a los ciudadanos a evaluar de manera más efectiva las políticas y las promesas de los líderes, evitando ser influenciados por discursos vacíos o engañosos.
La educación política también inculca una comprensión de los derechos humanos y la importancia de protegerlos. Los ciudadanos informados son más propensos a luchar por la justicia y la igualdad en lugar de permitir que los líderes políticos socaven estos derechos en busca de su propio beneficio. En una sociedad educada políticamente, es menos probable que los ciudadanos sean manipulados por la desinformación y la propaganda. Pueden discernir entre fuentes confiables y cuestionables, lo que contribuye a una toma de decisiones más informada. Una formación política sólida es esencial para mantener la estabilidad de una democracia. Los ciudadanos que comprenden y valoran los principios democráticos son menos propensos a apoyar movimientos antidemocráticos o autocráticos que puedan socavar la democracia.
La educación política en Argentina debe encontrar un equilibrio entre la promoción de la libertad de expresión y el respeto por la diversidad de opiniones, al tiempo que garantiza que los jóvenes adquieran el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas en las urnas. En un momento de alta polarización política, es fundamental promover el debate informado y respetuoso en las aulas, permitiendo a los estudiantes desarrollar sus propias opiniones políticas de manera crítica. La educación política debe ser un espacio de aprendizaje y reflexión, no de adoctrinamiento. La sociedad argentina se encuentra en un momento crucial en el que se define su visión de la educación y la formación de ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes en una democracia. La diversidad de opiniones y el respeto por las distintas perspectivas deben ser los pilares de una educación política efectiva.