Mantener viva la llama de la ilusión. Con esa premisa, Paula Ransenberg creó Para mí sos hermosa, el exitoso unipersonal que la consagró definitivamente como intérprete cuando estrenó en 2013. Diez años después, y para celebrar el décimo aniversario de aquel éxito, la ilusión se renueva sobre tablas y la actriz vuelve a subir a escena de la mano del director Marcelo Nacci, y en Timbre 4 (México 3554) el teatro que la vio nacer, todos los domingos a las 17.30.

En una feria de variedades de Europa, más precisamente en la Hungría de 1940, el mago Harry Vansky, la estrella de la compañía, realiza un truco de escapismo pero esta vez algo sale mal y el hombre no vuelve a aparecer. Mientras, cada una de las mujeres que lo rodean, sus asistentes siamesas, su aprendiz, su esposa, su amante y una perfumista se debaten entre llorar su muerte o su escape misterioso. Desde su estreno, la obra giró por la Argentina y llegó a España. Y los premios se multiplicaron. Premio Trinidad Guevara 2013 Mejor Actuación Protagónica Femenina y Creatividad Escenográfica y Premio María Guerrero 2013 Revelación Femenina fueron parte de la cosecha.

“Esta obra es como una hija para mí, porque es alguien que conozco mucho, y con la que tengo mucha complicidad e intimidad”, cuenta la actriz que ha interpretado otros monólogos igualmente convocantes como Sólo lo frágil (2010) y Juicio a una zorra (2018). “Me divierte componer personajes distintos a mí, que tengan otro cuerpo, otra voz, otra forma de relacionarse o de pensar pero que, al mismo tiempo, se conmuevan y sean conmovedores”, agrega en relación a su trabajo como dramaturga a la vez que anticipa que el próximo material que la tendrá en el doble rol de autora y directora ya tiene nombre (Pelomuerta) y se verá el año próximo.

-¿Cómo surgió la escritura de Para mí sos hermosa?

-Surgió de la necesidad de crear un nuevo espectáculo alrededor del tema de la ilusión. Creo que ese tema es un punto fuerte en el universo que me sigue interesando y motivando a escribir. La ilusión es dual, porque es aquello que nos enamora y nos impulsa a hacer cosas y al mismo tiempo es una mentira, un engaño con el que no vemos o con el que tapamos lo que no nos gusta. En esa dualidad hay para mí un gran valor creativo. Entonces apareció el universo del circo o la feria de variedades y el mago como rey de la ilusión y rey del amor, ese hombre alucinante del que todas se enamoran y gracias al cual sus vidas serán maravillosas. Y empecé a investigar sobre el mundo de los fenómenos o freaks, sobre la magia y el ilusionismo, y leí libros sobre René Lavand y sobre Houdini, el gran escapista, y su relación con el espiritismo. Después de realizar ese gran acopio empecé a pensar personajes mujeres, de distintas características, que rodearan a este mago y a imaginar qué sucede cuando éste, un buen día, no sale de su baúl en su famoso truco de escapismo.

-Estás celebrando los 10 años de esta obra, y en esta década viviste nuevas experiencias como actriz y fuiste parte de éxitos como la serie televisiva sobre Sandro y la película Argentina, 1985. ¿Cómo influye todo ese crecimiento que has tenido al momento de volver a interpretar a los personajes de esta feria de variedades?

-Yo siento que cada vez que vuelvo a interpretar esta obra, los personajes vuelven a encenderse, cobran nueva vida y se enriquecen con mis experiencias y el paso del tiempo. En este caso, son siete mujeres dependiendo de un hombre, de su amor y su mirada. En estos diez años pasaron muchas cosas en relación al feminismo, y a cómo nos pensamos y vivimos las mujeres. Y hay algo de patetismo y humor negro en la vida de estas mujeres que, sin duda, se acentúa con el paso del tiempo.

-Al momento de hablar de los personajes que has creado haces hincapié en que se caracterizan por tener comicidad y al mismo tiempo fragilidad. ¿Crear desde la dramaturgia ese tipo de personalidades ha sido algo consciente o es algo que descubriste como una característica de tu trabajo con posterioridad a la escritura?

-Es algo que me sale naturalmente al actuar, que es mi primer y principal oficio, y también al escribir. Siempre me atraen los seres un poco raros, un poco fuera del sistema, los que no son comunes o "normales". En cuanto al humor, siento que es una forma de captar el mundo. Como dice el maestro Mauricio Kartun, se tiene o no se tiene. Y si se tiene, inevitablemente aparecerá en la escritura. Yo me río mucho de mí y de mis desgracias, mis amigos más cercanos también, y creo que eso nos salva de caer. Siento que esa línea entre lo cómico y lo conmovedor me atrae y me provoca a crear.

-La obra tuvo una gran repercusión y recibió múltiples premios. ¿A qué crees que se debió ese suceso?

-Es un misterio para mí. Cuando la estrenamos pensaba que íbamos a hacer algunas funciones para que vinieran amigues y conocides, pero no pensábamos para nada que se iba a venir semejante recorrido de viajes, premios y tantos años en cartel. La obra tiene algo mágico, que apela a esa capacidad de sorpresa que tenemos cuando somos chicos y creemos que la magia existe. Yo interpreto a siete mujeres muy distintas con cambios de vestuario muy rápidos, hago algo de magia, toco el acordeón, aparezco por acá y salgo por allá. Tiene algo de galera de mago en la escenografía y el vestuario también. Y, sobre todo, tiene humor y ternura al hablar del amor, del dolor y de la soledad. La ilusión y la desilusión en la balanza todo el tiempo.

-Tenés una nutrida carrera como actriz de teatro independiente, pero en los últimos años desembarcaste con fuerza en el circuito comercial. ¿Qué desafíos supuso ocupar esos nuevos espacios?

-En los últimos años tuve la enorme suerte de ser convocada para hacer obras muy buenas en el teatro comercial y oficial. Hice espectáculos hermosos con grandes directores y compañeres actores soñados como Hugo Arana, Jorge Suárez, Laura Oliva, Héctor Díaz, Soledad Villamil, Nelson Valente, Andrés Bazzalo, y tantos más. Uno hace pequeñas tribus o familias con cada proyecto y es muy enriquecedor trabajar con gente que viene de distintos recorridos personales y profesionales. Hacer de 6 a 8 funciones semanales es un todo un entrenamiento actoral y tener la libertad de juego que, por ejemplo, tengo ahora en la obra Para mí, para vos es todo un placer. Estoy más que feliz con la experiencia.

-A propósito, ¿qué podes contar de Para mí, para vos?

-La obra me encantó desde el momento en que me la propusieron Valentina Berger y Tomás Rottemberg, los productores. Tiene un cruce hermoso entre el mundo de Chéjov, la tragedia griega y una comedia dramática con guiños a Disney. El argumento gira en torno a lo que sucede cuando dos hermanos de cincuenta y pico que viven en el campo reciben la visita de su hermana, que es una actriz famosa, y su joven amante. Yo interpreto a Casandra, la empleada de limpieza de la casa quien, al igual que la mítica griega, tiene el poder de ver el futuro pero nadie le cree. El director Héctor Díaz me soltó la cuerda del juego, y probamos desde acentos, distintos cuerpos, y hasta canciones para Casandra. Fue muy divertido y creativo el proceso. Estamos desde mayo y estamos muy contentos. Hubo cambio de elenco con la incorporación de Laura Novoa y Guillermo Arengo y seguimos hasta el 9 de diciembre en el Multitabaris.